Sé Mi Emperatriz, Comandante.

Entrando la tarde, finalmente han llegado a Ligel, el lugar estaba teñido de blanco, las calles casi vacías debido el clima, pero los pocos que transitan, se quedan sorprendidos ante el desfile de las tropas, las insignias en el uniforme de los caballeros delataba de quienes se trataban, ya que su escudo era una espada y tras esta se veía un frondoso árbol. Rápidamente los que estaban fuera llamaban a quienes se encontraban dentro de las casas y estos habrían sus ventanas y puertas para asomarse y ver el desfile de aquellas tropas que una vez salvaron el imperio. Todos se preguntaban el porque han llegado, otros dicen que quizás estaban en el reino para salvarlos de las bestias de invierno.

"Es la comandante Evergarden, ella ha vuelto."

"La comandante nos ha venido a salvar, se ha apiadó de nosotros."

"¿El rey finalmente suplicó su perdón?"

"Ella es quien si debería ser nuestra reina."

Farkas puede escuchar los murmullos y esos últimos, solo le hacen enojar, jamás dejará que ese rey se quede con su futura emperatriz. En el palacio, tan pronto alguien llego a decirles sobre la llegada de los Garden, las puertas de abren, recibiendo a las caballeros con emoción, incluso el general de la segunda división, los que habían sido enviados por el emperador, se apresuro para saludar a Tatiana.

— comandante, soy el general de la segunda división, me alegra que haya venido.—

— general. El emperador se preocupo por la falta de comunicación, es bueno saber que están bien.— responde Tatiana.

— con este clima no podemos comunicarnos, las aves no pueden volar o se congelan, el ambiente es bastante extraño y las bestias son más agresivas.— el general de ve preocupado.

Le cuenta a Tatiana que hace dos días, sufrieron el ataque de una bestias y que sus subordinados habían salido bastante heridos, debido a eso, no pueden salir a combatir, las personas cada día se asustan más, por eso incluso ahora, las calles están vacías. Todo se ha complicado esos últimos días.

— parece que este lugar esta bastante desprotegido, he de suponer porqué.— Tatiana observa a su alrededor.

Hay muy pocos caballeros con el uniforme del palacio. El general le explica casi en susurros que los nobles importantes han abandonado al rey, la reina no tiene apoyó suficiente, por lo que incluso se rumorea que los nobles buscan quitarla del trono, la economía del país esta muy decaída y eso también causa que no haya suficiente para pagar a los caballeros, el rey anterior murió durante el ataque de otro reino y la ex reina esta encerrada en su propio palacio, pues culpa a su hijo por la decisión que tomo y que eso, llevo a la muerte del rey.

— era de esperarse cuando para pensar usas el pen* y no el cerebro.— se burla Farkas.

— en algo estamos de acuerdo, majestad.— responde Tatiana.

El general solo guarda silencio ante lo que Farkas ha dicho. Tatiana presenta al emperador con el general, pero solo le dice que Farkas esta de visita y quiso acompañarlos.

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Por los pasillos del palacio corre a toda prisa una doncella, entrando de manera estrepitosa a la habitación de Talia y tras recuperar el aliento le dice que las tropas de la legión Garden acaba de llegar al palacio.

— e-ella esta aquí...esta hablando con el general de la segunda división.— le informa la doncella.

Al escuchar esto, Talia aprieta los dientes molesta, se pone de pie y sale rápidamente de su habitación, no es posible que el rey no le haya dicho que pidió la ayuda de Tatiana, si ella esta de regreso podría querer usar su influencia para que los nobles la nombres reina, pero no, ella jamás le quitará lo que es suyo. Se asoma por uno de los balcones y si, esa quien habla con el general y los soldados, es su hermana menor, aunque también fija su mirada en Farkas, sin duda era un hombre que destacaba, en especial por su atractivo y el particular color de sus ojos.

— ¿quien es ese?— le pregunto a su doncella.

— no se majestad, pero puedo averiguar. Quizás solo sea un general o un simple soldado.— responde la doncella.

— quizás...que pena.— susurra para si misma.

Pero enseguida nota que Ezra sale del palacio junto con algunos ministros y se dirigen hacía Tatiana.

Ezra se detiene al verla, estaba sorprendido, después de un año, ella seguía siendo hermosa y su mirada esmeraldas realmente destacaba. Tatiana hace una reverencia ante Ezra.

— majestad, saludos. Lamento llegar sin aviso, pero su majestad el emperador me envió, pues se ha preocupado por su segunda división y su falta de comunicación.— explica Tatiana.

— a-ah...si, bueno, es que, han estado sucediendo cosas y...—

— el general me ha explicado, lamento todo lo que ha pasado. Me aseguraré de que la misión sea exitosa, solo pido alojamiento para mis subordinados.— responde con seriedad.

— por supuesto señorita Evergarden, es bienvenida al palacio y nos sentimos honrados de su presencia.— habla el primer ministro.

Estos estaban emocionados, el regreso de Tatiana era una oportunidad para ellos, llamaran a los nobles influyentes y harán que estos presionen al rey para tomar a Tatiana como reina, tal como debió de ser.

— es así, agradecemos el emperador la haya enviado, esto debe ser obra del destino, ahora que el reino necesita ayuda.— agrega otro ministro.

— es verdad, estoy agradecido de su regreso, señorita Tatiana, el reino enfrenta una crisis y los soldados son escasos.— expresa Ezra algo angustiado, pero intenta mostrar una sonrisa ante Tatiana.

Farkas observa la situación y no le gusta para nada todos esos halagos hacía Tatiana, los ministros no parecen tener buenas intenciones.

— rey de Ligel, agradezco mucho que le den la bienvenida a mi bella prometida.— se interpone entre Tatiana y Ezra.— Farkas Cavendish, emperador de Tyrhan. Un gusto conocerlos.

"¿prometida?, ¿el emperador de Tyrhan?"

"No puede ser, es el emperador de Tyrhan"

"De verdad es el prometido de la señorita Evergarden?"

— ¿por qué el emperador de Tyrhan esta aquí y por qué se casaría con la señorita Tatiana?— pregunta Ezra.

Este se ve sorprendido, pero escuchar que Tatiana se casaría con ese hombre, en cierta forma es molesto. Tatiana frunce los labios y mira con molestia a Farkas por decir algo así repentinamente, pero viendo la situación del reino, quizás los ministros puedan tener una idea equivocada al ver que ella volvió, por lo que, la presencia de Farkas puede de ser ayuda, al menos por ahora.

—¿por qué no podría?, ¿acaso su majestad cree que no puedo casarme?— pregunta Tatiana.

— n-no es eso...pero, el emperador de Tyrhan, ¿como?—

Tatiana sujeta el brazo de Farkas y sonríe.

— es una larga historia, pero, estoy aquí en una misión, no para contarle mi vida personal, majestad.— responde Tatiana.

Farkas le sonríe con burla a Ezra, quien lo mira desafiante. Y los ministros por supuesto se notan decepcionados, no esperaban que Tatiana ya estuviera comprometida, en especial con alguien muy importante, demasiado, ya que es el emperador de un poderoso continente.

— majestad, si no es mucha molestia, mis subordinados y yo, estamos cansados del viaje, quisiéramos descansar.— agrega Tatiana.

— por supuesto, haré que les asignen habitaciones. Y espero poder hablar con usted mañana.— pide Ezra.

— claro majestad, tenemos que hablar con respecto al problema de las bestias. Con su permiso.—

Ezra ordena a los sirvientes guiar a los caballeros a las habitaciones de invitados, viendo como Tatiana se aleja aun sujetando el brazo de Farkas.

Talia, quien observa desde arriba, pudo notar que Tatiana se iba del brazo de aquel atractivo hombre, al parecer su hermana se ha conformado con uno de sus subordinados.

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Al día siguiente, Ezra mando llamar a Tatiana, siendo ella guiada una sala privada, los guardias que están en la puerta abren y permiten el paso. Al cerrarse, Tatiana hace una reverencia ante Ezra, quien se pone de pie para acercarse a ella.

— ¿como es que ahora eres la prometida de ese hombre?, ¿sabes lo peligroso que Tyrhan puede ser?— expresa molesto.

— majestad, creí que me mando llamar para hablar de la misión. Mi vida personal es un asunto a parte.— responde Tatiana fríamente.

— se que es su vida personal, pero, ¿casarse con ese desconocido?, solo quiero hacerle saber que comete un error...—

— creo que usted no puede decirme eso. En fin, si su majestad no hablará de la misión, me retiro.— hace una reverencia.

Pero antes de poder irse, Ezra le sostiene del brazo.

— señorita Tatiana, yo solo quiero evitar que cometa un error que la ponga en peligro.—

—¿y quien es usted para venir a decirme que cometo un error?, creo que es menos calificado para decirlo, ¿no?— aparta la mano del rey.

Y ahora si, sale de aquella sala, maldiciendo a Ezra, parece que estar en ese palacio será un fastidio, pero, ¿quien se cree ese rey de pacotilla para decirle que comete un error?, actúa como si fuera un ex arrepentido que no soporta que su ex novia vea a alguien mejor que él. Y si es así, pobre hombre, porque ella, jamás aceptaría de vuelta a Ezra.

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