Nuestra Historia De Amor

— No voy a permitir que tu hijo se meta en esto. — aclaro Carolina a Marcos.

— Yo tampoco voy a permitir que tú trates así a tu hija, si ella dice que estaba con unas amigas, pues entonces así es y punto. — respondió Marcos enojado.

— Tú no la conoces, Alexa es mentirosa y le gusta la intriga contra los demás. — explico Carolina ya más calmada.

— Yo nunca he visto esa actitud en Alexa, en ella siempre he visto una joven educada y sin malas intenciones. — respondió Marcos muy seguro de sus palabras.

— Marcos no crea en todo lo que ves y perdona que me meta, pero mi mamá y yo hemos visto como se porta Alexa. — Amanda metió su veneno en la conversación, ella siempre se mostraba como una inocente muchacha, pero la verdad era que solo es una apariencia.

— Amanda me vas a disculpar, pero esta es una conversación entre tú madre y yo, así que te pido que no opines nada del tema. — Marcos trato de ser lo más amable posible, pero en realidad la actitud de Amanda le molestaba mucho.

— Lo siento, no quería incomodar a nadie con mi opinión. — Amanda siempre mostraba una voz lastimera cuando quería hacerse pasar por víctima.

Amanda se retiró a su habitación, ella pensó que se había ganado a Marcos y que este la apoyaría, pero con lo que Amanda no contaba era con que Marcos se dio cuenta de los sentimientos de su hijo por Alexa y que lo apoyaría hasta el final, ya que su hijo era lo más importante para él, además Alexa no era una mala muchacha y hasta ahora era la única que a sus ojos merecía estar con su hijo.

— Amanda hija ven acá, Marcos esto no te lo perdonaré. — grito Carolina furiosa.

Carolina se fue detrás de Amanda dejando a su esposo ahí parado como si nada, por otro lado, Marcos se sintió enojado por la forma en la que Carolina había reaccionado frente a él, esa no era la imagen que ella había proyectado en el pasado, en ese momento Marcos se arrepintió de haberse casado con Carolina.

Mientras está situación se desarrollaba en la sala de la casa de los Coen, en la habitación de Alexa, la joven se encontraba llorando desconsoladamente en los brazos de Ethan, el dolor de su boca rota no se comparaba con el dolor que sentía en el alma, pues la historia se volvió a repetir y si ella no paso la noche con ninguna amiga, pero tampoco se estaba revolcando con nadie, ella solo pasa la noche durmiendo en el apartamento del hombre que amaba y este la respeto hasta cuando ella se le insinuó.

— Ya no llores pequeña, perdón por llegar tarde. — susurro Ethan consolando a Alexa.

— No fue tu culpa, mi madre siempre me ha tratado así, a veces pienso que no soy su hija.— respondió Alexa entre sollozos.

— Cuando cumplas la mayoría de edad te prometo sacarte de esta pesadilla. — aseguro Ethan abrazando a la joven.

— Yo no puedo seguir viviendo en esta casa, esto que pasó hoy es apenas el principio de lo que me espera. — expreso, Alexa con tristeza.

— Yo cuidare de ti, a partir de ahora no te dejaré sola con esas mujeres. — indico Ethan sinceramente.

Ellos siguieron hablando un rato más hasta que alguien golpeó a la puerta de la habitación de Alexa, Ethan se levantó a abrir, a él le daba igual lo que opinaran los demás, al abrir Ethan se encontró con la mirada comprensiva de su padre.

— Puedo pasar?. — pregunto Marcos con voz fría.

Alexa entró en pánico, pues pensó que Marcos se molestaría al encontrar a Ethan en su habitación.

— Claro, estás en tu casa. — respondió Ethan fríamente.

Marcos entro a la habitación y encontró a Alexa con la mirada clavada en el piso, él supo que ella se sentía apenada por todo lo ocurrido hace unos minutos en la sala.

— ¿Cómo estás, hija?. — pregunto Marcos acercándose a la joven.

— Ya mejor, gracias por preguntar. — respondió Alexa levantando la mirada para tratar de sonreírle a Marcos.

— No sientas pena, no fue tu culpa, mejor déjame revisar ese golpe. — dijo el hombre levantando la cara de Alexa con cuidado.

Marcos vio lo salvaje que fue su mujer con esta pobre chica y sintió un nudo en su corazón, "si la trato así estando nosotros presentes no quiero imaginar como la trataría si están solas", pensó Marcos.

— No es nada, hay golpes que son mucho más dolorosos que este. — respondió Alexa con una sonrisa de medio lado.

— Lo siento tanto, hijo de ahora en adelante debemos cuidar de Alexa, ella es parte de nuestra familia, así que tú te encargas de su cuidado. — Marcos volteo a ver a su hijo y le sonrió con complicidad.

Ethan entendió a lo que se refería su padre cuando dijo aquellas palabras, Alexa ahora es parte de esta familia y nadie la podrá volver a lastimar.

Marcos se retiró de la habitación dejando a los jóvenes solos, Ethan se acercó a Alexa y le dio un suave abrazo, él no quería dejarla sola, pero en ese momento necesitaba hablar con su papá, pues habían algunas cosas que aclarar.

— Ya vuelvo, no le abras la puerta a nadie, ok.

— dijo Ethan depositando un dulce beso en la frente de Alexa.

Alexa se quedó acostada en la cama pensando en lo sucedido, no pudo evitar que algunas lágrimas se escaparan de sus ojos, pero al mismo tiempo tenía una sensación de seguridad que antes no había tenido, en realidad Ethan la protegería de Carolina y que pensaría Marcos de la relación de ella con su hijo, Alexa estaba sumida en sus pensamientos, su cabeza era un caos total, ella no sabía cómo reaccionar ahora, porque si no fuera por Ethan ella ya se habría ido de aquella casa.

Sumida en sus pensamientos la joven se quedó profundamente dormida, esperando que al despertar lo ocurrido con su madre solo haya sido un muy mal sueño y que su madre realmente la amaba.