En Otra Piel

Celeste se mudó de localidad. Dejo los hábitos, se despidió de todos incluyendo los niños que cuidaba a los que les había tomado tanto cariño.

 Todo esto llega a oídos de Lisandro estaba muy al pendiente de cada paso de Celeste... Ella, en cambio, es tan noble que ya perdono incluso agradece lo que ocurrió no porque le haya gustado sino porque siente que lleno un vacío que nunca se había llenado, amaba a ese bebé con tan pocas semanas...

Llegó a un pueblo, no muy lejos de donde estaba a unas tres horas de distancia, dos hombres la vigilaron para no perderla de vista, uno de ellos se le acerca.

Hola buen día señorita es nueva en este pueblo no la había visto...

Si la verdad acabo de llegar...

Se quedará?

 Esa es la idea, espero conseguir un empleo, y si consigo me quedo acá.

Aaaaa que casualidad, tengo un amigo que es dueño de un supermercado mercado, estoy seguro que le dará empleo... Si quiere le doy mi número...

¿De verdad? Claro, claro, necesito mucho el trabajo...

¿Y tiene familia acá?

No... hoy me quedo en alguna posada ya mañana es otro día y podré buscar alguna habitación, alquilarla.

Señorita esperó no ser intenso o que piense mal de mí, pero si quiere la puedo llevar a una casa que están alquilando.

La verdad, necesito un lugar para vivir...

No se diga más yo mismo la llevo.

Ya el señor Miguel había ubicado una casa sabían que ella viajaría... El supermercado lo compro Lisandro, solo para que ella tuviese todas las comodidades, lo único que él no sabía era de la existencia de su bebé.

Un día después ya Celeste tenía, casa y trabajo.

Nos está sonriendo la vida bebé. Tú eres mi amuleto de la suerte... Le hablo a su pansa. Sé que me oyes y puedes sentir todo lo que siente mamá, así que te digo no me arrepiento de nada, te escogería a ti una y mil veces más.

Entre sus pertenencias apareció la novela...

Oh mira esto ya la había olvidado, con tantas cosas en mi realidad...

Los días empezaron a ser rutina... Trabajo de cajera, aprende muy rápido, se siente bien satisfecha, las hermanas vinieron a visitarla, para estar más tranquilas, pasaron un domingo muy agradable...

Los sábados trabaja hasta medio día y los domingos no trabaja así que en la tranquilidad de su nueva vida decide retomar la lectura.

Empieza su novela nuevamente hasta llegar a retomar el punto donde lo dejo...

Zanem...

 ¿Esto es un mal sueño, como pudo hacerme esto?

Muere el emperador, bajo extrañas circunstancias, no había nada en su historial médico, solo no despertó más, todo el imperio estaba de luto...

Empezaban a llegar personas de otros reinos entre esas personas llega el general, alexey ivanov.

Todos murmuraban, si reclamaría lo que por derecho le corresponde... Pero no, solo fue al ataúd de su padre, y lloro como un niño, todos sintieron empatía por el joven no disimulo su dolor, lo dejo salír, sin importar que todos lo vieran. En cambio el nuevo emperador estaba celebrando este triunfo, en dos días lo coronan.

Mi amor, no te preocupa que tú hermano reclamé el trono... Le dice Helen con tono de preocupación.

No, no lo ara...

cómo estás tan seguro?

Mi hermano amaba a mi padre, y la última vez que vino, mi padre le hizo prometer que no pelearía por el trono, y mi hermano es un hombre de palabra nunca rompe sus promesas...

Zanem, también lloro a su suegro le tenía mucho aprecio, ahora ella era la emperatriz, y tenía que serlo porque ahora sí esposo es el emperador y de seguro acabaría con su familia sin pensarlo...

El tiempo pasa rápido para Zanem es una mujer muy dedicada a su trabajo a diferencia de su esposo, ella era prácticamente quien gobernaba y el quien gasta, el anda de viaje con su concubina y ella se hace cargo de lo referente al imperio...

Esta actitud del nuevo emperador, se murmuraba en todos lo rincones hasta llegar a oídos del general...

Donatelo, prepara maletas para unos meses... Habla Alexey.

¿Que? ¿Maletas?

Si iremos al palacio del emperador... El emperador está de viaje y la emperatriz trabaja bien no hay duda, pero un apoyo moral y un hombre que lleve las riendas mientras mi hermano no está.

¿Que dices? Alexey eso está mal...

Mal, te parece malo es que los enemigos del imperio sepan que una mujer que no siquiera es sangre real está dirigiendo el imperio, tengo que estar allá hasta que mi hermano digne a volver...

Al transcurrir una semana ya estaban en el palacio.

Muy buen día, solicito una audiencia con la emperatriz...

Si señor, pase este también es su castillo...

No, no quiero que la gente piense que vengo a imponer autoridad, lo dijo en voz alta, para que los presentes escuchen...

Bueno, señor espere unos minutos...

está bien, se sentó a esperar como cualquier otro noble, hasta que fue llamado...

 Llega a la oficina de la emperatriz...

Muy buenos días, alteza...

Buenos días, general. A qué se debe su visita...

Alteza... Estoy realmente preocupado, he escuchado entre los nobles hablar sobre los viajes de mi hermano, y he venido a apoyarla, estaré en el castillo hasta que mi hermano llegue...

está bien, bienvenido entonces cualquier ayuda es buena, este imperio es muy grande y siempre hay cosas que resolver.

Me alegra poder ayudarla emperatriz, no podía evitar mirarla, con dulzura... Es una mujer tan hermosa, no entiendo que hace mi hermano con otra mujer si ella es perfecta...

Que me pasa, con este hombre siento paz, mi corazón se calma... No, solo es que es un alivió tendré ayuda esto es mucho trabajo para mí sola, pasaron los días y ya habían puesto todos los documentos en orden había que hacer algunas visitas y de eso se encargó alexey dándole mucha paz a zanem...

Eso era hoy tuve un día libre gracias a alexey, es maravilloso tomar el té con tranquilidad...

habían pasado tres meses desde la partida del emperador a sus vacaciones, tres meses donde Zanem y alexey formaron una amistad, hablaban de todo un poco. Pasaban tardes juntos.

La gente comenzó a murmurar que podían tener una relación...

Aunque alexey conocía sus propios sentimientos.

Donatelo, estoy enamorado. Le dice el general a su amigo.

Que? Enamorado, eso ya lo sé no tienes que decírmelo se te nota a kilómetros...