Por Amor... O Por Dinero

Capítulo 8

Noticias sobre un nuevo acuerdo

Me despierto muy tarde, es domingo y honestamente no tengo ganas de hacer nada, esto se debe a la resaca que me da el ingerir alcohol, pero este día debo ir a ver a mi madre, hace días que no nos vemos y la última vez quedé muy preocupada por ella. Así que me preparo para ir a su encuentro. Hemos quedamos de vernos en el parque, voy a bañarme, me visto sencillo y salgo de casa, voy a la estación del tren y tomo la ruta que me corresponde, por ahora no me siento preparada para encontrarme de nuevo con Axel, no creo poder enfrentarme a todo ese infierno lujurioso que él desata dentro de mí

—Cariño, ¿Cómo has estado mi niña?

Me pregunta mi madre al verme y me abraza, en sus ojos puedo ver la angustia y se que algo pasa, pero debo encontrar la manera de ser persuasiva porque estoy segura de que si es algo grande no va a decirme nada para no preocuparme más

—Estoy muy bien mami, que bueno verte.

—Tu cara se ve cansada. Has estado trabajando hasta muy tarde, cariño debes cuidarte —me dice con preocupación—.

—No mami. Es solo que estaba... Bueno, tomé un poco de alcohol anoche

—¿Y eso? Antes no solías hacer esas cosas. ¿Qué está pasando contigo? ¿Por qué ese cambio de actitud?

—No es nada mami. Solo que hemos ganado un caso importante y salimos a celebrar —miento— Gracias a eso he ganado una plata extra que pienso compartir contigo y mis hermanas

—No, no, no. Quedamos en que ya no más, te debo un dinero y no pienso seguir aceptándote nada

—Vamos mami, esto no está en discusión, debo asegurarme de que tengas algo de dinero para la comida y los gastos más sencillos. Ya pronto solucionaremos todo lo demás, confía en mí

Al recibir aquella notificación de su cuenta bancaria en su celular sus lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, puedo sentir que se siente avergonzada, ella es una mujer que está acostumbrada a ganarse la vida por si misma y depender de alguien es como una tortura para ella, así que dijo que me pagaría hasta el último centavo, pero siento que no estoy haciendo nada que no sea mi deber, prometí ayudarlos en todo momento, por algo me estoy esforzando tanto para ser una abogada exitosa en el futuro y poder darle todo lo que merece mi familia, ya que mi padre no está con nosotros

Pasamos el resto de la tarde caminando por la ciudad, fue muy agradable pasar el día juntas, a pesar de que no pude sacarle nada de información al respecto de su actitud triste, pero sé que en muy poco tiempo sabré de qué se trata todo esto y encontré la manera de poder ayudarle, Ahora me despido de mi madre y camino de regreso a casa.

...

Es lunes, me levanto más temprano de lo normal, ya no puedo darme el lujo de posponer la maldita alarma, ya que mi jefe tiene sus ojos puestos sobre mi. Este día me visto con un conjunto de marca Dior que mi jefe ha enviado esta misma mañana para mí

No se a que se deben ahora sus atenciones, espero no sea lo que yo estoy pensando porque eso último que sucedió la noche del sábado realmente me asustó mucho

Llego al edificio de Hambada y subo al piso dieciocho donde trabajo y me recibe Diana con su cara de pocos amigos

—No me mires con esa cara, apenas pueda te prometo que te lo diré todo. ¿Vale?

—Ajá —vira sus ojos— ¿Y para donde vas? ¿De nuevo a la oficina del "Jefe Collins"?

—Así es, preciosa, el pidió verme temprano

Toco la puerta de la oficina de Stev y paso luego de su afirmación

—¡Vaya, te ha quedado hermosa esa ropa! —¿Cómo estás Mari? —pregunta con una sonrisa en su rostro y se acerca a mi para dejar un beso en mi mejilla— Gracias, me has sacado de un aprieto enorme y estoy muy agradecido contigo por eso y lo aprecio mucho.

—No es nada Steven, no fue tan solo un favor, hubo un pago de por medio. Pero de igual forma me alegro de saber que te aya ayudado un poco. Lamento ser tan directa, pero de verdad que me gustaría saber para que me citaste aquí tan temprano y no era necesario que me enviaras más ropa, entiende que de por sí ya es incómodo para mí

—Vaya, si que eres directa, así que iré al grano una vez más. Sucede que necesito otro favor tuyo. Uno más grande ¿Quieres tomar asiento?

Corre un poco la silla para mí y luego se sienta él en su lugar, frente a su escritorio

—Verás que mi seriedad puede decir mucho sobre este asunto. Necesito que vuelvas a cubrir mis espaldas.

—No te estoy entendiendo, dijiste que serías directo, pero ahora mismo todo esto no me dice absolutamente nada

—Mariela, resulta que Richard y Brenda han decidido hacer un crucero de diez días como luna de miel

—¿Ajá y eso que tiene que ver conmigo? Espera un momento... Tú no...

No, definitivamente no

—Sí, es justamente lo que estás pensando. Ellos han invitado a algunas parejas con poder, todos de su clase, amigos, colegas y por supuesto que tú y yo estamos invitados

—¿Qué te hizo pensar que quería ir a meterme en un nido de víboras durante más de una semana?

—Espera, no te precipites... Aún no has pensado bien las cosas

—¿Tengo algo que pensar? —lo interrumpo— la respuesta es no.

—¿Estás segura? Ni siquiera has sacado cuentas. Te pagué diez mil tan solo por acompañarme el día y la noche del sábado, por diez días estaré dispuesto a pagarte cien mil de los grandes

Me dice como si no fuera nada y no me quiero imaginar mi cara de asombro en estos momentos, por más que quiero disimular y comportarme lo suficientemente madura, mi felicidad hace de las suyas y comienzo a reír sin parar

—¿Esto es un chiste? ¿En serio cien? —Siento que se me van a salir los ojos, de lo sorprendida que estoy. E imagino todo lo que puedo hacer con ese dinero

—Así es... Ni más ni menos. —¿Qué te parece?

—No estoy segura

—Y haces bien en dudar, pero necesito esto. No te estaría prácticamente rogando si no lo necesitaría de verdad. Solo que hay algunas cosas que debes saber. Esta farsa no será tan fácil como la de la boda, hay muchísimas cosas que debemos aclarar para no terminar enredados. Durante esos diez días debemos actuar como si de verdad fuésemos parejas las veinticuatro horas del día. Hasta compartiremos dormitorio

Me dice este hombre y yo me quedo aun más asombrada, esto no puede ser cierto. Ahora mismo puedo sentir como mi corazón palpita demasiado acelerado ante sus palabras

Debo actuar con serenidad. No puedo demostrar mis emociones ahora mismo, necesito tranquilizarme un poco

—Estaremos compartiendo una habitación, eso sería bastante raro —le digo y él ladea una pequeña sonrisa— No creo poder acostumbrarme ni siquiera con los días

—¿Es eso o es que no confías en que yo respete tu privacidad? Jamás haría algo que perjudique tu integridad. ¿En serio tan poca fe me tienes?

Este hombre me dice todas estas cosas y yo me quedo aun más asombrada, la verdad es que no quería que pensara siquiera en la idea de que yo pudiera sugerir que es un depravado que va a invadir mi espacio personal. Es solo que, siempre he pensado que la vida en pareja es muy compleja y si es una pareja falsa, debe ser aún peor

—No. No es eso, de verdad. No pensé en nada de eso, es solo que se nos puede volver mucho más complicado este asunto

—Créeme Mariela, yo no soy un pervertido.

—Lo sé —me limito a decirle y él sostiene mis manos

—Entonces... ¿Vas a responder ahorita o necesitas algunas horas para pensar? Mañana a primera hora haremos el viaje

—No, voy a hacerlo. Digo, tampoco es que sea gran cosa, somos adultos y debemos respetar nuestros espacios, estaremos bien. La respuesta es sí

—Sabía que no me fallarías, Gracias por confiar en mi, Mari no me equivoqué contigo —me dice con una sonrisa enorme y la verdad es que puedo sentir su gratitud mediante su tacto sobre mis manos

—¿Puedo confiarte una cosa? —pregunta con tanto misterio que me estresa—.

—Si, claro... A partir de mañana seré tu novia de nuevo. Puedes confiarme lo que quieras —bromeo un poco y él sonríe ampliamente—

—Han tomado muchísimas fotos en la celebración de esa boda, al momento en que te desapareciste Richard se ha acercado a mí y me mostró algunas donde Brenda me estaba mirando con deseo, me dijo que si se deba cuenta de que pasaba algo entre ella y yo me iba a destruir

—¿Qué? ¿Pero.. Cómo podría? —pregunto sorprendida—

—Richard James es un hombre poderoso y malintencionado. Podría hundir Hambada sin tener que mover un solo dedo

—Me dejas sin palabras, ya me doy cuenta de cuan delicado es esto para ti. Nos estamos jugando todo, cuenta conmigo, daré lo mejor de mí para ayudarte a salir de esto.

—Gracias. De verdad. Tu apoyo significa mucho para mí en estos momentos

—Esto es demasiada presión para tantos días

—Lo sé, pero vamos a poder con esto. Ya verás