Me Enamore De La Hermana Equivocada.

Como Emma ya lo sabía, días después de su boda, se despidió de sus padres, sus amigos, sus animales y de gitana con lágrimas en los ojos, para partir rumbo a Grecia, en el avión privado de Andreas.

Emma se acomoda en su asiento y cierra los ojos intentando dormir, pero no logra hacerlo, no puede dejar de pensar lo que paso la noche anterior.

Era muy tarde en la noche, Andreas había salido a tomar algo al bar y llego muy borracho a la estancia. Emma y él habían concordado, por más que no estaba explícito en el contrato, que no habría relaciones sexuales entre ellos, ni que dormirían juntos, cada uno en sus habitaciones, eso hacía que Emma se sintiera más tranquila y segura, era algo muy extraño lo que sentía, Andreas le atraía muchísimo, le parecía el hombre más bello sobre la tierra y estar cerca de él le erizaba la piel, pero de solo pensar tener relaciones sexuales con Andreas, su cuerpo se paralizaba y un terror profundo se apoderaba de ella. Y eso fue exactamente lo que pasó esa noche.

Andreas muy borracho, en ves de irse a su habitación, entró en la habitación de Emma, haciendo que esta se despertara sobresaltada.

-que?... Que haces tu aquí Andreas? - pregunta Emma intentando tapar su cuerpo con las cobijas.

-eres mi esposa no? Creo que hay algo que debemos hacer - Andreas se acerca a la cama de Emma y se acuesta a su lado.

-sabes muy bien que lo hablamos Andreas... Lo dejamos muy en claro, no habría relaciones sexuales entre nosotros. - Emma está aterrada, de solo sentirlo cerca, siente unas tremendas ganas de llorar y ni siquiera la ha tocado. Muchas veces Andreas ha estado cerca de ella y no se ha sentido así, solo que sabe que él está excitado, con ganas de estar con ella y eso si la aterra.

-tranquila Emma, no has dicho que me amas? Porque no podemos divertirnos y pasarla bien.? Debemos consumar nuestro matrimonio - Andreas se acerca más a ella y le saca las cobijas, dejando el cuerpo de Emma, con su pijama, al descubierto, el pijama de ella no es muy sexy, pero aún así Andreas se excita mucho al ver la piel desnuda de Emma, sus piernas largas, que comenza a recorrer con sus manos, haciendo que ella empiece a respirar con dificultad.

-por favor, déjame en paz Andreas, si, te amo, pero aun no estoy preparada, lo acordamos, por si regresaba Anna, no puedo hacerle esto a mi hermana. - dice Emma tratando de hacer entrar en razón a Andreas.

-que cínica eres... Sacaste a tu hermana del camino para casarte conmigo, pero no quieres tener sexo para no traicionar a Anna, no lo entiendo.

-y que me dices tu? Dices estar enamorado de mi hermana, pero quieres acostarte conmigo.

-eres mi esposa Emma, ese cuerpo me pertenece, soy hombre y te deseo-Emma intenta levantarse de la cama y huir lejos de él, pero Andreas no se lo permite, la toma del brazo, la acuesta sobre su cama y se acomoda sobre ella, haciendo que Emma se vuelva loca, entre en un ataque de llanto incontrolable y comience a golpearlo para sacárselo de encima. Andreas se levanta del cuerpo de Emma, se sienta a su lado y la abraza para calmarla. Sabe muy bien que es un ataque de pánico, su prima Sara sufre de ellos.

-tranquila Emma, tranquila no te haré daño, confía en mi - Emma no sabe porque, pero siente que puede confiar en el, y se deja abrazar, hasta que finalmente deja de llorar.

-Emma... Emma - la voz de Andreas la saca de sus pensamientos, el se encuentra sentado en el avión frente a ella, es la primera vez que cruzaran palabra desde lo que paso anoche.

-Andreas... Lo siento no te escuchaba - dice Emma disculpándose.

-estas bien? Quieres desayunar conmigo? - pregunta Andre para tener un momento en paz con Emma y poder hablar sobre lo sucedido.

-sí... Claro - una azafata a bordo del avión les trae una bandeja con un desayuno muy completo, jugo de naranja exprimido, huevos revueltos, pan, pasta de maní.

-come, Emma, está muy rico-la incita Andre.

-si, gracias - Emma está muy extraña. Piensa André, sin dudas no le perdona lo que pasó la noche anterior. Por lo que él decide romper el hielo y hablar.

-Emma... Tenemos que hablar.

-Andreas... De verdad no es necesario - Emma no quiere recordar lo que pasó.

-Emma, sé que me comporte como un miserable, estaba borracho, no me justifico... Pero te pido perdón Emma. - ella sabe que su perdón es sincero, lo puede ver en sus ojos y en sus palabras.

-está bien Andreas, solo no hablemos más del tema puede ser? Me hace mal.

-Emma... A ti te ha pasado algo verdad - soy tan transparente, piensa Emma, como puede ser que este hombre se de cuenta que algo le pasó, por su forma de actuar.

-no Andreas solo me tomaste desprevenida, habíamos hablado algo y te apareciste en mi cuarto para tener relaciones conmigo, me asusté nada más - Emma jamás caería tan bajo y le contaría la verdad a su esposo.

-no te creo Emma, pero quizás con el tiempo me tengas la suficiente confianza para contarme quien te hizo tanto daño.

Horas más tarde finalmente llegan a mykonos, una de las islas más grandes y bonitas de Grecia.

Después de recorrer un poco la ciudad, llegan hasta un helipuerto, donde los esperan para llevarlos hacia la mansión de la familia antonopulos.

Cuando llegan a la mansión de Andreas no puede creer lo que está viendo, jamás en su vida había visto semejante belleza. La vista aérea de la mansión es impresionante.

Su sorpresa es tan grande, que Andreas se da cuenta de ello y comienza a reírse.

-de que te ríes? - pregunta Emma mirándolo a los ojos.

-no puedes disimular tu sorpresa Emma.

-es que jamás he visto una casa tan increíble.

-prometo llevarte a conocerla por dentro. Pero antes debes conocer a otras personas que viven conmigo.

-no vives solo? - pregunta Emma sorprendida aun...

-no Emma, vivo con dos mujeres que ya conocerás.

-dos mujeres? Andreas eres un hombre casado y te has vuelto a casar conmigo!?

-ay Emma! Que imaginación tienes... Vivo con mi abuela Sofía y mi prima Sara, ellas son las mujeres de mi vida.

-me asusté, pensé que eras un hombre casado.

-lo soy, recuerdas que nos casamos? - dice Andreas burlándose de Emma.

-Andreas sabes a lo que me refiero, no te burles.

-lo sé Emma, lo siento, fue inevitable - Andreas comienza a reír, Emma piensa que bonita es su sonrisa

-que es lo inevitable? - pregunta Emma un tanto furiosa por la actitud de Andreas.

-Emma eres tan ingenua y transparente que es inevitable no burlarse de ti - Emma lo mira con cara de pocos amigos, quien se piensa que es para burlarse de ella - lo siento Emma no te enojes.

-olvídalo - una vez que llegan a tierra nuevamente, Emma recorre con su vista la casa, no puede creer lo que ve, realmente este hombre debe ser inmensamente rico

-te gusta Emma? - pregunta Andreas, está tan contento de volver a casa, hacía meses que no volvía, contento de ver a su abuela y a su prima, está de muy buen humor por ello.

-es increíble Andreas, realmente increíble-Emma aún no puede salir de su asombro.

-Andreas, Andreas! - grita una voz desde la puerta de entrada de la mansión. Cuando Andreas ve que la dueña de la voz es su abuela Sofía sale corriendo hacia el lugar, toma a la anciana y la abraza con mucha fuerza.

-abuelita, te extrañe tanto.

-mi niño ya estás aquí, ahora si puedo morir en paz-dice la anciana emocionada por la llegada de su nieto.

-deja de decir esas tonterías abuela-la regaña Andreas.

-lo siento mi amor, además de vieja soy sensible - Sofía en ese momento desvía la mirada que tenía sobre su nieto hacia la mujer Morena, delgada, muy bonita, que viene caminando a lo lejos-Andreas no me digas que ella es tu querida Anna.

-abuela hay algo que debo contarte - Andreas comienza a explicarle todo lo sucedido a la abuela, y como terminó casándose con su hermana gemela.

-quieres decir que te has casado, no me has invitado y encima te has casado con la hermana gemela de tu novia.

-algo así abuela - dice Andreas avergonzado-Emma acércate-Emma había quedado muy atrás, no se había querido acercar para no arruinar el momento de la bienvenida-Emma ella es mi abuela Sofía Maggi, abuela ella es Emma Harris, mi esposa-después de hacer las presentaciones Emma se acerca a la anciana y le da un beso en la mejilla, sorprendiendo a la anciana por su ternura.

-un gusto en conocerla señora Sofía.

-el gusto es mío, niña, eres una hermosura.

-muchas gracias - dice Emma algo avergonzada. Siempre le gustó estar con las personas grandes, ellos son más sinceros, más amables, más consejeros.

-mi prima Sara? - pregunta Andreas sorprendido porque no ha salido a darle la bienvenida.

-sabes como es tu prima, tiene mucho trabajo, ha ido por telas a la ciudad.

-mi prima Sara - le explica a Emma - es diseñadora de moda, le diré que te haga unos lindos vestidos - Emma algo avergonzada desvía la mirada, ahora está con la guardia baja, sin ánimos de pelear, pero a partir de mañana volverá a vestirse con sus ropas, y por nada del mundo cumplirá con el contrato de Andreas.

-por favor vayan a su habitación, acomoden sus cosas, y en media hora los espero en el comedor para almorzar juntos - dice Sofía, que mando a preparar Mousakas, el plato tradicional favorito de Andreas.

-gracias abuelita, en media hora estamos contigo.