MI OBSEQUIO DE DESPEDIDA

¿Cómo llegamos a esto?... ¿Dónde fue que nuestro camino empezó a desviarse?... ¿Qué fue lo que hicimos mal?... Son las preguntas que me repito una y otra vez.

El tenerte a mi lado después de un tiempo de alguna manera me hace sentir satisfecha...

Recuerdos...

El día que Helena salió de su casa.

_ Mi pequeña... mi pequeña Helena... Realmente espero que nunca te arrepientas de esta decisión... Sabes que de el amor no se vive, dime ¿cuánto crees que durará este amor?...

No me malentiendas hija, no deseo tu mal... Pero recuerda mi niña que incluso la primavera se termina y da paso a la siguiente estación...

El día que empieces a recordar los hermosos y bellos recuerdos de tu primavera con melancolía... será el día en que te des cuenta de que todo está terminando...

HELENA: (Eres muy cruel mamá... De todas las palabras de aliento que podías darme, por que me tuviste que decir algo así...)

Helena voltio hacia leo, se acercó a él y lo abraso.

HELENA: (No quiero... todavía no quiero que esto termine...)

Tal vez sea algo caprichoso de mi parte querer continuar con esto, tal vez piensen que soy algún tipo de masoquista que disfruta del dolor... Pero simplemente no puedo dejarlo, he estado con él por muchos años me acostumbré tanto a su presencia que no puedo seguir sin ella y esa misma presencia me está matando poco a poco.

HELENA: (Seguiré a tu lado hasta donde pueda... No importa si sales y te diviertes con alguien más, mientras yo pretenda no saberlo estaremos bien...)

LEO: Estela... Susurro dormido

El corazón de Helena sintió una fuerte puñalada al escucharlo pronunciar el nombre de otra mujer, se levantó de la cama y salió de la habitación.

Inmediatamente, después de salir de ahí, ella se derrumbó por completo y empezó a llorar sin cesar.

HELENA: ¿Por que?... ¿Por que eres así conmigo?... ¿por que? Me das motivos para odiarte... solo quiero estar a tu lado... Pero si continúas a sí... Pronto desapareceré de tu vida... Dijo en medio de un mar de lágrimas, lloro desconsoladamente asta agotar sus fuerzas y quedarse dormida

A la mañana siguiente

Leo se despertó, busco a helena en la cama pero su espacio estaba vacío y frío.

Se levantó de la cama y se dirigió a la sala miro al rededor y estaba vacío, segundo después escucho un ruido salir de la cocina.

Cuando se dirigió allí, vio a helena haciendo el desayuno.

LEO: Conque aquí estabas... Comento, parado en la puerta de la cocina

HELENA: Mm...~voltio la mirada hacia el~... Buenos días...

LEO: ¿Qué haces?... Dijo mientras entraba a la cocina

HELENA: Estoy haciendo una crema para el almuerzo...

HELENA: Quieres tomar tu desayuno, ¿te sirvo?...

LEO: Si por favor...

HELENA: Bien, espera en el comedor...

Helena saco una taza de la alacena y sirvió agua hervida en él, también partió dos panes y los relleno con jamón especial los puso en un plato y se los llevo para leo, después de desayunar se fue a vestirse para ir a la empresa, y como ya era costumbre helena se quedó en casa.