Solo Quiero Que Me Ames

Narra Elizabeth

He estado tan cansada estos días, mi boda jamás la planeé, mi madre y hermanos se encargaron de ella, solo hice acto de presencia. Mientras estábamos en la comida tuve una llamada de Marcos, quien es el hermano menor de Héctor. Dijo que Héctor estaba muy mal y que debía ir de inmediato, al retirarme de la mesa mi padre me grito, se que decía ese grito era un ¿Que crees qué haces Elizabeth?, yo solo sentía que Héctor estaba en sus últimos momentos así que mire a mi padre de una manera preocupada, él entendió y me dejó ir. La verdad es que yo soy igual a mi padre, mis dos hermanos mayores son igual a mamá, a veces pienso y digo todo perfectamente, soy buena en muchas cosas, me esfuerzo al máximo, nada de lo que tengo y soy ahora se debe a mi familia, si no a mi y a mis méritos, esfuerzo y dedicación para alcanzar la perfección, Héctor es todo para mi, Alex no me ama y no me amará, tiene a una mujer insoportable a su lado, pero no es de mi incumbencia.

Corrí al hospital y al llegar, me encontré con el doctor Emilio quien se hace cargo de todo el tratamiento de Héctor, mi preocupación era tanta que no me salían las palabras, él se sorprendió de verme y le pregunté que tan mal estaba Héctor, pero me miro de una manera confundida y dijo que estaba en perfecto estado, corrí a la habitación y él estaba dormido. El hospital Júpiter es el mejor hospital del país, él está en una de las mejores habitaciones en las zonas vip, así que se que estará cómodo pero se siente solo. Alguien me toco el hombre y en ese momento reaccioné y agarre su mano de manera brusca, al escuchar ese quejido noté que se trataba de mi cuñado Marcos. Estaba tan molesta por que me mintió.

- Como te atreves a jugar con la vida de tu hermano de esa manera, no sabes como me sentía - lo dije en un tono furioso. El solo sonrió y dijo:

- Marcos: No te preocupes cuñada, mi hermano te extraña muchísimo, pero que, arruine tu comida con tu nuevo esposo - en un tono burlón.

Lo agarre de la camisa y lo golpeé contra la pared, mis ojos estaban llenos de coraje. El solo sonrió

- Nunca más vuelvas hablarme, a partir de ahora me encargaré que tú madre me diga de su estado de salud -

- Marcos: ¿Porque escogiste a ese tipo y no a mi? - esas palabras me dejaron perpleja.

- ¿Que quieres decir? -

- Marcos: ¿ Por qué escogiste a Alex Wright como tú esposo y no a mi? - sus palabras eran sincera.

- Pero que estás diciendo Marco, tú eres mi cuñado y solamente eso, jamás me podría casar contigo aunque tu hermano no esté y seas una réplica de él, jamás estaré contigo que te quede muy claro. - en ese momento él iba a responderme algo pero una voz débil se escuchó en la habitación.

- Héctor: ¿Por qué están peleando?, me despertaron estaba muy agusto durmiendo - me apresuré dejando a Marco atrás y corrí a tomarlo de las manos, en cuanto me miro dijo:

- Héctor: ¿Por qué estás aquí Elizabeth?, anoche también viniste, no has descansado nada, se suponía que hoy tenías una comida familiar.

- ¿No me extrañas en lo más mínimo cariño?, estaba en la comida y tu hermano me llamo para decirme que estabas muy grave. - Héctor vio molesto a Marcos y el solo apartó la mirada, sabía bien lo que pasaba así que solo suspiró.

- Héctor: Dime, ¿te divertiste en la comida? -

- No podría decir que me divertí, pero mañana iré al museo lunar con los hermanos de Alex, él tiene dos hermanos mellizos -

- Héctor: a sii lo sabía, tiene un hermano de nombre Max, ¿Verdd?

- ¿como sabes? - estaba muy sorprendida.

- Héctor: antes de enfermarme di un concierto, el hermano pequeño estaba ahí, la familia hizo mucho para que pudiera darle mi autógrafo, es muy tierno, al final me tome una foto con él -

- Mi chico es increíble - estaba feliz y bese su frente, el solo sonrió, pero sentía la mirada penetrante de Marco hacia nosotros, así que solo se despidió y se retiró.

- Héctor: Elizabeth, te acuerdas cuando éramos más jóvenes, te dije que admiraba mucho a Alex Wright -

- Si, pero ¿ Por qué lo mencionas? -

- Héctor: no creas que escogí un esposo cualquiera para ti, siempre pensé que podría ser digno de ti, pero no más que yo jajaja - está riendo, por Dios esta riendo!.

-Héctor: Lo admiro por su talento, inteligencia y actitud, es un gran hombre, obvio hice una búsqueda implacable, no podía dejarle al amor de mi vida a cualquiera. Elizabeth moriré y eso es un hecho, hemos estado juntos durante 10 años, te entregue mi corazón y te amo, te amo con toda mi alma y mi corazón, puedo darte todo, pero mi tiempo de vida es corto, quiero que seas muy feliz con él, por favor date una oportunidad y sé más amable con él. Sentirás que esto es traición y que te lanzo a brazos de otro, pero porque te amo y te adoro no puedo verte sufrir, sería egoísta de mi parte que te aferraras a mí hasta el final y después que yo no esté. Mi solecito debe seguir brillando más que nunca.

Esas hermosas palabras me hacían soltar unas lagrimas, pero ver sus ojos llenos de tristeza, yo no puedo darle más preocupaciones, no puedo, me ama tanto como yo a él, estaba molesta y frustrada porque creí que quería que lo abandonara, pero no es así, jamás fue así desde el principio. Héctor es una parte de mi corazón es todo para mi y se que debo hacer lo mejor.

- Te prometo que pondré de mi parte, y se que tienes ojos por todos lados a donde sea que voy, te prometo que me portaré bien y no trataré mal a Alex - me acerqué a él y me dio un beso en la frente, solo me dijo:

- Héctor: Mi buena chica - con una hermosa sonrisa.

Después de pasar un rato con él, se quedó dormido y me fui directo al Hotel, estaba cansada y vi una escena muy divertida al llegar a mi habitación. Ahí estaba Alex siendo besado por su bella amada, a lo que noté es una ambiciosa a más no poder, transpira su ambición, sin duda los hombres no son tan inteligentes como las mujeres. Al decir que divertido ella me vio furiosa y comenzó a insultarme, Dios que fastidio escuchar eso, solo pase de largo y que la haya ignorado daño su ego. Me casé y le respondí , después entré a la habitación y pude ver como estaba roja de rabia su fea cara, es algo divertido, me recuerda mucho a los enfrentamientos inmaduros que quería hacer Jessica. Ahora que lo pienso, Jessica siempre estuvo enamorada de Alex, como se debió de haber sentido que su linda prima se haya casado con él.

Después de un rato, Alex entro a la habitación y para tener paz lo invite a cenar y así concluyó nuestro día

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