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Destruyeme

Destruyeme

Status: Terminada
Genre:Romance / Completas / Posesivo / Amor-odio / Bestia
Popularitas:5.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Deiver Gutierrez

Sabía que acercarme a Leonel era un error.
Encantador y carismático, pero también arrogante e irreverente. Un boxeador con una carrera prometedora, pero con una reputación aún más peligrosa. Sus ataques de ira son legendarios, sus excesos, incontrolables. No debería quererlo. No debería desearlo. Porque bajo su sonrisa de ángel se esconde un demonio capaz de destrozar a cualquiera en cuestión de minutos. Y sé que, si me quedo a su lado, terminaré rota.
Pero también sé que no puedo –no quiero– alejarme de él.
Leonel va a destruirme… Y, aun así, estoy dispuesta a arder en su infierno.

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Capítulo 23 | Lucia

No sé cuánto tiempo ha pasado. No sé en qué momento he dejado de llorar. Lo único que mantiene todas mis piezas juntas, son los brazos de Leonel a mi alrededor. Estoy acurrucada en su regazo. Estoy sentada sobre sus piernas, con la cabeza hundida en el hueco que hay entre su cuello y su hombro. Me siento diminuta, frágil y vulnerable.

Esperaba todo tipo de reacciones, menos la que obtuve. De todos los escenarios que imaginé en el trayecto de la universidad a casa de Leonel, ése fue el único que no vi venir.

Sentir sus labios sobre la piel deforme de mi espalda, fue más de lo que mi corazón puede soportar. Fue el gesto más hermoso que alguien ha podido tener conmigo. Es como si quisiera repararme, a pesar de que estoy destrozada. Rota…

De cierta forma, está conteniendo mis piezas juntas. Está manteniéndome entera.

No ha dicho ni una sola palabra desde que me deshice en el suelo a llorar. Pronunció que era hermosa y después, se limitó a sostenerme entre sus brazos. No lo merezco. Dudé de él. Puse en tela de juicio la veracidad de sus palabras, y sigue aquí. Conmigo. Manteniéndome unida. No lo merezco.

Me revuelvo entre sus brazos. Necesito vestirme. Necesito cubrir mi espalda. Necesito…

—No… —susurra—. No estoy listo para dejarte ir aún.

Mi corazón da un vuelco furioso y trago el nudo que comienza a formarse en mi garganta. —Q-Quiero vestirme —tartamudeo débilmente.

—No estoy listo para dejarte ir —susurra de nuevo.

Alzo la vista para mirarlo y mi corazón da un vuelco furioso cuando noto su mirada llena de lágrimas sin derramar. Acaricio su mandíbula tensa con la punta de mis dedos. Él se acerca a mí un poco más; su nariz apenas toca la mía, pero estoy deseosa por sentir el toque de sus labios.

—Quiero matarlo —su voz es un susurro ronco e inestable—. Te juro que quiero matarlo.

Un nudo se instala en mi garganta y me acerco a él, cerrando mis ojos con fuerza. —E-Eres mejor que eso —susurro.

—Lucia, quiero hacerle tanto daño… —noto la tensión en todo su cuerpo y rozo mis labios con los suyos. En lo último que quiero pensar, es en mi papá.

La tensión de su cuerpo se libera notablemente con el roce de nuestros labios. Repite mi acción, rozando sus labios contra los míos. Mi piel hormiguea justo ahí, y se aparta sólo un poco.

—Y yo quiero que me beses —susurro.

Sus labios encuentran los míos en un beso lento, pausado, sin prisas… Su boca se mueve contra la mía y su lengua traza caricias que me ponen la carne de gallina. Enredo mi mano alrededor de su cuello, presionando mis dedos contra su nuca, y profundizo el beso un poco más.

Sus movimientos se vuelven un poco más urgentes. Una de sus manos se desliza por la piel desnuda de mi costado y un escalofrío recorre mi espina dorsal. Mi cuerpo se arquea hacia él, casi por voluntad propia; y un sonido ronco y profundo retumba en su pecho

Siento la punta de sus dedos rozando la parte baja de uno de mis pechos, pero no me toca como quiero que lo haga.

—N-No quiero que pienses que estoy aprovechándome de la situación —murmura contra mi boca. Me aparto un poco para mirarlo.

—Lo quiero —asiento, nerviosa—. Lo quiero contigo.

Traga duro y niega con la cabeza. —Así no, Lucia —noto el dolor en sus facciones—. No de ésta manera. Quiero hacerte el amor. Contigo no quiero tener sexo y… Y no quiero que lo hagas hasta que estés plenamente segura de que quieres compartir algo así conmigo.

Mi mano se desliza fuera de su cuello y bajo la mirada. No puedo evitar sentirme un poco decepcionada, pero lo entiendo. Estoy vulnerable. Me remuevo, intentando incorporarme para vestirme.

— Hey —me detiene, apretándome contra su cuerpo. Su mano se apodera de mi barbilla—, ¿a dónde vas?

Mis ojos encuentran los suyos, y noto la diversión pintando sus facciones. —A vestirme —respondo, confundida.

Una sonrisa se desliza por las comisuras de sus labios. —El hecho de que no vayamos a tener relaciones, no quiere decir que no pueda, ya sabes… tocarte. Puedo complacerte de muchas otras formas.

Sin previo aviso, su mano ahueca mi pecho. Mi respiración se atasca en mi garganta ante su sorpresivo gesto. Sus ojos no dejan los míos mientras acaricia la cima de mi pecho. Un jadeo entrecortado brota de mi garganta cuando presiona el pezón con suavidad, enviando oleadas de placer por todo mi cuerpo.

Mis labios se entreabren en un gemido silencioso, y sus labios encuentran los míos. Su lengua recorre mi labio inferior, mientras me deposita con cuidado sobre la alfombra de la sala. Sus manos ahuecan mis pechos, acariciando, probando, tentando…

Mi espalda se arquea, y una estela de besos húmedos es dibujada desde mi mejilla, hasta mi cuello. Sus labios descienden un poco más; deteniéndose justo antes de llegar al lugar donde sus manos están ubicadas.

Sus ojos encuentran los míos y trago duro, mirando cómo se desliza más abajo.

— Son hermosos —susurra. Siento el rubor instalándose en mis mejillas. Quiero decir algo en respuesta, lo que sea; pero no soy capaz de formular una oración coherente.

Sus labios se apoderan de uno de mis pechos, y jadeo ante la abrumadora sensación de su lengua acariciándome.Mi respiración es irregular, mi corazón late a un ritmo inhumano, Mi espalda se arquea hacia él casi por su cuenta.

Sus manos se deslizan en mi cintura y tira de mí hacia arriba, sentándome. Sus manos acarician toda la longitud de mi espalda. Me tenso un momento cuando siento sus manos sobre mis cicatrices, pero sigue besándome con avidez, impidiéndome pensar en otra cosa que no sea él.

De repente, se aparta de mí y abro los ojos, sintiéndome desorientada.

Él se pone de pie, estirando su mano en mi dirección; la tomo y tira de mí hacia arriba. Un beso suave es depositado en el dorso de mi mano. Me guiña un ojo antes de entrelazar nuestros dedos.

Comienza a caminar, pero me sorprende descubrir que no vamos a su habitación. Sólo da unos pasos y se sienta en el sillón. Yo me acomodo a horcajadas sobre él, y lo beso con urgencia, enredando mis dedos en las hebras oscuras de su cabello. Deslizo mi toque por su cuello hasta sus hombros, bajando por su pecho, alcanzando el borde de su sudadera. Tiro de ella con mis dedos temblorosos.

Una risa ronca brota de su garganta cuando el material se atasca en su torso y me ayuda a lanzarlo fuera de su cuerpo. Río con él, ocultando mi rostro en su pecho. Él traza caricias suaves en mi espalda y me quedo quieta.

— Si no te gusta, puedo dejar de hacerlo —susurra y niego con la cabeza.

—E-Está bien —susurro—. Sólo tengo que… acostumbrarme. Nunca nadie las había tocado.

—Amo ser el primero, entonces.

Una sonrisa torpe se desliza en mis labios y me incorporo para mirarlo. Deslizo mis manos por debajo del material de su playera. Acaricio su estómago duro y firme antes de enganchar mis dedos en el dobladillo, entonces, tiro de ella, sacándola por su cabeza.

Me permito deslizar la mirada por todo su torso. Su abdomen es poderoso y firme. Los músculos ondulan debajo de su piel tensa y suave. Observo el pequeño camino de vello oscuro que desaparece en la pretina de sus vaqueros, y muerdo mi labio inferior.

Mis dedos se deslizan por su piel y, armándome de valor, deshago la hebilla de su cinturón. Noto cómo se queda quieto, pero no puedo mirarlo a los ojos. Si lo veo, no podré hacer lo que quiero hacer.

Deslizo mis dedos entre el material de sus vaqueros y sus caderas, y lo siento tensarse. Deshago el botón y, para ese momento, estoy temblando. El cierre se desliza a medio camino, dejándome ver un trozo de la tela elástica de su bóxer negro.

Mi corazón late con furia contra mis costillas. Estoy tan nerviosa y ansiosa, que me cuesta trabajo respirar. Él no se mueve; sin embargo, soy capaz de sentir su mirada penetrante fija en mis movimientos.

Deslizo un dedo sobre la tela,y sus caderas se alzan. Una oleada de calor me golpea y mis labios se entreabren mientras levanto la cabeza para mirarlo.

Sus ojos se Lucia oscurecido tanto, que casi parecen negros. Sus labios están entreabiertos y su respiración es pesada. Su mirada encuentra la mía y susurra—: No tienes que hacer nada si no quieres.

Siento el rubor instalándose en mis mejillas, y engancho mis dedos en el material elástico de su ropa interior, tirando de ella hacia abajo.

No me atrevo a mirarlo, pero deslizo mis dedos sobre su longitud, maravillándome con la suavidad de la piel en ésa zona.

Su mano se desliza entre nuestros cuerpos y toma la mía con suavidad; guiándola hasta que lo envuelvo con mis dedos.

Sus labios se entreabren cuando aprieto un poco, sintiendo la firmeza de su miembro. Mi mano apenas puede rodearlo; y el fugaz pensamiento de cómo es que voy a tenerlo dentro me asalta, provocándome una oleada de pánico.

Él traga duro y guía mi mano de arriba hacia abajo. Sus ojos no abandonan los míos ni un segundo. Cuando hemos tomado un ritmo suave y lento, la suelta, dejándome tocarlo por mi cuenta.

Sigo sin bajar la mirada. Es grueso, largo y poderoso. Sus manos acarician mis pechos y sus labios encuentran los míos mientras lo acaricio con timidez.

Un sonido ronco retumba en lo profundo de su garganta cuando mi pulgar roza su punta. Todo mi cuerpo se tensa ante la sensación de poder. Yo estoy provocándole eso a él.

—Lucia… —susurra contra mis labios. Su mano se desliza entre nuestros cuerpos hasta llegar a mi feminidad.

Un jadeo brota de mi garganta cuando sus dedos comienzan a trazar caricias suaves en mi centro. Todo es abrumador e intenso.

Mi mirada baja, y por fin lo veo. Es más imponente de lo que esperaba, y trago duro, reprimiendo un gemido. Él retira su mano de mí, y lo observo lamer su dedo, probando mi sabor. Sus labios enrojecidos embozan una sonrisa y dice—: Tengo que hacerlo o no voy a dormir tranquilo.

Sin previo aviso, enreda su brazo en mi cintura y me levanta de su regazo, acomodándome sobre el sillón. Sus manos abren mis piernas son suavidad, antes de hincarse en el suelo. Mi corazón late con fuerza contra mis costillas y me tenso por completo. ¿Ha cambiado de opinión?, ¿va a tomarme?, ¿quiero que lo haga?...

Su cabeza baja y entonces lo comprendo, él quiere besarme… ahí.

—Leonel, no… —apenas pronuncio, pero sus labios se cierran en mi feminidad. De pronto, mi cuerpo se ha despegado de mi cabeza, y lo único que puedo hacer, es sentir. Sentirlo a él. Sentir sus caricias en mí…

Todo mi cuerpo tiembla ante la oleada de placer que me asalta. Me muerdo el labio para no gemir con fuerza. Mi respiración es entrecortada y dificultosa. Lo único que puedo hacer es retorcerme en el sillón. Se siente tan bien, que ni siquiera soy capaz de quedarme quieta.

Un pequeño gemido involuntario sale de mi garganta, y sus manos levantan mis caderas, cambiando la forma de sus caricias. Mi mano se enreda en su cabello. No sé si quiero apartarlo o acercarlo más.

Algo está construyéndose dentro de mí y sé qué es lo que está por venir. Intento apartarme porque no quiero hacerlo con su cabeza entre mis piernas, pero él me sostiene con fuerza en mi lugar, clavando sus dedos en la carne blanda de mis caderas…

— ¡L-Leonel…!

Entonces, sucede. Todo mi cuerpo estalla en una espiral de espasmos intensos, e incontenibles gemidos incoherentes. Soy consciente de su cuerpo sobre el mío, y de sus labios besando uno de mis pechos; pero no puedo concentrarme en nada que no sea lo que acabo de sentir.

— Te dije que podía complacerte —dice entre jadeos y lo golpeo en el pecho con suavidad.

Una risa ronca brota de su garganta, mientras roza su nariz contra la mía. Mi mirada se enfoca en él y sonrío. Él sonríe de vuelta. Estoy a punto de besarlo, cuando se escucha el cerrojo de la entrada.

— ¡Oh, mierda! —Leonel se pone de pie de un salto y grita—: ¡NO ENTRES!, ¡ESPERA!, ¡DAME UN MOMENTO!

Me obligo a ponerme de pie. Él ríe como si hubiese hecho una travesura de la cual, se siente muy orgulloso. —Ve a mi habitación. El idiota de mi compañero de cuarto está aquí.

Asiento, medio riendo con él, y corro hasta el final del pasillo.

Cierro la puerta detrás de mí. Una risa idiota brota de mi garganta, mientras pego mi frente a la puerta. No puedo creer que haya corrido desnuda por el departamento de Leonel. No puedo creer que haya hecho lo que hice en su sala.

No puedo creer cuán feliz me siento al estar a su lado.

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Angeles Reyes
que como que terminó que perdida de tiempo 😔
Deiver: la segunda parte ya casi la tengo lista y la vendere en pdf 1usd ya que no estoy ganando nada en la app de momente
total 1 replies
Lily Solano
Cuanto siento haber perdido el tiempo leyendo una novela que la dan por terminada ,, cuando aún tiene aun tantos vacíos para dar un buen desenlace eso no es fin le falta quedo inconclusa y no informe si es que hay segunda parte y que de ahí sea un buen desenlace final, pero al contrario asoma otra novela en su prefil el nombre del actor principal de esta Apuntado que va ser según una novela ĹGBTI y la verdad quizás muchas lectoras no esperábamos eso su es que esa es la segunda parte
Deiver: ya estoy terminando detalles de la segunda parte pero esa vendere el pdf 1usd ya que no estoy monetizando nada en la app aun y la otra novela lgbtq es cosa aparte
Mercedes Palavecino: Concuerdo con vos.
total 2 replies
Silvina Claudia Rodrigo
No me gusta es violento por demás, no es bueno para nadie ,que lo mande al psicólogo y psiquiatra
Silvina Claudia Rodrigo
Malo
Silvina Claudia Rodrigo
Muy malo
Margarita Ledesma
me gusta.
Silvina Claudia Rodrigo
De ser violento debe alejarse urgente ,los agresivos no cambia
kemberling García
Muy malo
kemberling García
Malo
la_toxic@
estoy enganchada en esta novela empeze hoy y la verdad me fascino, es una historia q te envuelve en cada capítulo espero q actualices pronto xq está muy buena 👏🏻💞☺️
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