Nadie me dijo que la vida me iba a poner delante de las cámaras por puro egoísmo de un ser sin escrúpulos.
Nadie me preparó para perder a mi mitad.
Nadie me dijo que la vida me daría otra oportunidad, pero que esa oportunidad la pagaría ASÍ.
ADVERTENCIA. LA NOVELA CONTIENE SEXO EXPLICITO, Y VIOLENCIA EXTREMA.
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Un año después
Ha pasado un año en el que no he salido de la casa de los Minamoto para nada. He estado entrenando mañana tarde noche y hasta los días de fiesta.
Hoy por fin vuelvo a casa, y por fin podré vengarme. Ellos me acompañarán hasta Melbourne, de allí iré yo sola hasta la casa que he alquilado.
Tengo preparada la máscara, y los documentos van a un nombre totalmente diferente al mío.
Nadie sabe qué vuelvo. Y mi disfraz es más que aceptable para lo que tengo en mente.
Al trabajar en el cine aprendí muchas técnicas de maquillaje, pero no solo eso, aprendí también a preparar mascaras faciales que se adaptan tan bien a tu piel que pareces otra persona. Y resulta que ahora soy japonesa.
Mi nombre es Aneko Yamamoto.
Aneko significa hermana mayor.
Salgo de la casa de los Minamoto y me esperan en el coche que nos llevará al aeropuerto privado.
Subimos al jet y viajamos rumbo a Melbourne. De allí yo tomo un avión a mi destino y ellos se van a otra ciudad. Nos despedimos de besos y abrazos, ya que nos cogimos mucho cariño.
Subo al avión que me llevará a mi destino y ya tengo preparada la agenda de lo que haré durante mi estadía allí.
Aterrizamos y salgo, cojo un taxi y me dirijo al que será mi hogar hasta que termine con los que le hicieron daño a mi hermana.
Al llegar entro y me siento en el sofá, saco los dijes, los miro y les hablo como si me oyeran.
* Ya queda poco. Y mañana caerá el primero.
Me voy al baño me ducho, me preparo unos fideos chinos, me los como y me acuesto.
A las cinco de la mañana me levanto y empiezo a ponerme mi maquillaje. Y a pegar mi máscara en mi piel. El resultado es fantástico, quien me vea jamás pensaría que soy caucásica. Tengo un bonito bronceado, cogido en el campo de entrenamiento de los Minamoto.
Me visto casual y salgo hacia el despacho de abogados de Carlo. Pero antes rocío mis manos con una silicon a ligera. Nadie notaría que llevo algo en las manos.
Llego al despacho de Carlo y toco, cuando me Dan el pasen entro y lo veo ahí sentado como si tal cosa, mi sangre entra en ebullición de la indignación que siento.
Me está hablando, pero en mis oídos sólo escucho el zumbido de mi sangre recorriendo mi cuerpo. Veo que me mira como preguntando algo y es cuando me conciencio de que debo escucharlo y atenderlo si no quiero que sospeche algo.
* Cujummm, perdone, es que estoy un poco agobiada con mis problemas.
* Para eso estoy aquí.
* Sí, necesito un vaso de agua, por favor.
Mientras va a por el agua, procedo a impregnar el bolígrafo con el que escribe en un veneno sutil, mortal e indetectable.
Me vuelvo a sentar en el sitio, bebo un trago de agua y veo como mete el bolígrafo en su boca.
Mientras me mira a los ojos echo el resto del veneno en el vaso de agua, se que le dará sed.
Al minuto me mira y me dice que ira a beber agua, le ofrezco mi vaso que también contiene veneno y se lo traga entero y con ansias. Ahí es donde ha firmado su sentencia de muerte.
Me levanto y se queda mirando lo que hago. No puede hacer nada porque está paralizado.
Me acerco a donde está la caja fuerte y la abro, el se sorprende y ya sabe quien soy.
Saco todo el dinero de la caja fuerte y lo guardo en mi bolso.
Me acerco a el y busco su tarjeta bancaria, uso su ordenador, entro en sus cuentas y paso todo el dinero a una cuenta fantasma.
Ahora me giro y lo miro a la cara.
* Sabes quien soy?
* Sí, claro que lo sabes, solo yo conozco tus claves. Creías que me iba a quedar tranquila. En diez minutos, estarás muerto y lo mejor es que habrás muerto de un infarto. Dentro de un minuto empezará a doler te el pecho, después sudaras frío, después sentirás un dolor tan agudo que querrás que te dispare y acabe con tu agonía. Pero sabes qué, no lo haré, esperaré hasta que des el último suspiro. Te veré sufrir y lo disfrutaré, tu mataste a mi hermana, y ahora me toca a mí.
Mientras que le está haciendo efecto, cojo su móvil y empiezo a leer sus mensajes y bingo!!! Encuentro un contacto XXX, entro y veo que están haciendo lo mismo con otra chica. Dios mío, no paran, cualquiera sabe cuantas chicas han sido. Cuantas están siendo extorsionadas y robadas por estos cerdos.
Lo miro y veo que ya está entrando en shok. Le hablo, me rio. Me doy la vuelta, pongo los videos que tenía en el ordenador y donde el participaba a cara descubierta.
Me vuelvo, salgo y me voy, se que al estar solo lo pasará peor. Salgo del edificio, paro un taxi y me voy a mi casa, esta noche hay un evento donde estará el senador y el juez implicados con la muerte de mi hermana. Tengo que conseguir atraerlos. Así que me voy a casa a ver como lo hago para que se fije en mi.
Por la tarde me voy a una boutique y me compro un vestido sensual a la par que elegante. Compro también las sandalias y el bolso a juego.
Salgo de la boutique y me voy a casa, me arreglo, me repaso el pegamento de la máscara y me visto. Ya estoy lista para volver a atacar.
Salgo de la casa, he alquilado un coche con chófer. Me lleva al evento que tendrá lugar en un famoso hotel de la ciudad.
Llegamos y el chófer me abre la puerta y me ayuda a bajar. Entro, doy mi nuevo nombre, y envío un mensaje desde el móvil de mi hermana.
📲 La venganza es un plato que se sirve frío.
Apago el móvil y lo guardo en mi bolso.
Entró al salón y me quedo mirando un momento, y ubico al juez y al senador.
El senador tiene la cara blanca, habla con el juez y le muestra el móvil. Los dos se miran y barren el salón con la mirada.
Tengo programado un mensaje para dentro de dos minutos, esta vez al juez.
En estos momento tomo una de las copas que me ofrecen y veo como el juez recibe el mismo mensaje que el senador. Poco a poco me voy acercando y me pongo a su vista para que se fijen en mí. Una vez conseguido el objetivo, los miro y sonrio, les guiño un ojo y salgo por la puerta de atrás, espero dos minutos y aparecen los dos babeando.
Son hombres y cerdos, que se va a esperar de ellos.