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ENTRE AULAS Y AMORES: Primer Año

ENTRE AULAS Y AMORES: Primer Año

Status: Terminada
Genre:Romance / Colegial dulce amor / Triángulo amoroso / Completas
Popularitas:7.8k
Nilai: 5
nombre de autor: R Torres

Valeria pensaba que la universidad sería simple, estudiar, hacer nuevos amigos y empezar de cero. Pero el primer día en la residencia estudiantil lo cambia todo.

Entre exámenes, fiestas y noches sin dormir, aparece Gael, misterioso, intenso, con esa forma de mirarla que desarma hasta a la chica más segura. Y también está Iker, encantador, divertido, capaz de hacerla reír incluso en sus peores días.

Dos chicos, dos caminos opuestos y un corazón que late demasiado fuerte.

Valeria tendrá que aprender que crecer también significa arriesgarse, equivocarse y elegir, incluso cuando la elección duela.

La universidad prometía ser el comienzo de todo.
No imaginaba que también sería el inicio del amor, los secretos y las decisiones que pueden cambiarlo todo.

NovelToon tiene autorización de R Torres para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

7. Leyenda urbana

El campus parecía más animado que nunca. El sol caía sobre las mesas del patio central y el murmullo de los estudiantes se sentía en todos los ambientes. Valeria avanzaba entre grupos que comentaban el simulacro del día anterior. No lo decían abiertamente, pero más de uno la miraba con una mezcla de respeto y curiosidad.

-“¿Ya viste cómo todos te miran?”, preguntó Lucía, que caminaba a su lado con una sonrisa traviesa. “Te juro que pareces una leyenda urbana”.

- "¿Leyenda urbana?”, rió Valeria. “Por favor, fue solo una práctica”.

- “Una práctica donde le ganaste el ritmo al chico más competitivo de toda la facultad”, remató Lucía. “Créeme, eso no pasa desapercibido”.

- “Le gané por error. Si hubiera dormido bien, seguro me destruía”, dijo Valeria.

- “Claro, y si yo estudiara, sacaría buenas notas”, bromeó Lucía, rodando los ojos. “Acéptalo, eres el nuevo mito del simulacro. “La chica que hizo callar a Gael Sotelo”.

Valeria soltó una carcajada.

- “Eso suena a película de terror”, bromeó Valeria.

- “O a comedia romántica universitaria”, dijo Lucía con dramatismo. “Con tensión no resuelta y miradas prohibidas en los pasillos”.

- “Eres insoportable”, comentó Valeria.

Lucía iba a responder, pero se detuvo bruscamente.

- “Hablando del protagonista masculino”, susurró Lucía, señalando con el mentón.

Valeria giró apenas la cabeza y lo vio, era Gael, apoyado en una de las columnas, escuchando algo que decía un grupo de compañeros. Cuando sus miradas se cruzaron, él hizo un leve gesto con la cabeza, sin perder su expresión seria.

Lucía le dio un codazo disimulado.

- “Y ahí está el fiscal del siglo, mirándote como si quisiera apelar tu existencia”, expresó Lucía.

- “No empieces”, murmuró Valeria, conteniendo la risa.

- “Demasiado tarde”, dijo Lucía sonriendo y se alejó. “Voy a comprar café o tal vez quedarme cerca, por si necesito testificar después de lo que pase”.

Valeria le lanzó una mirada asesina, pero ya era tarde. Gael se acercaba con paso tranquilo, manos en los bolsillos y esa seguridad que parecía venirle de fábrica.

- “Buen trabajo ayer”, dijo Gael simplemente, cuando estuvo frente a ella.

- “Gracias. Creo que sobreviví”, comentó Valeria.

- “Más que eso”, respondió él, bajando un poco la voz. “Fuiste precisa. Y me diste pelea. No muchos lo hacen”.

Valeria alzó una ceja.

-:“¿Eso es un cumplido o una advertencia?”, preguntó Valeria.

- “Depende. Si sigues así, voy a tener que esforzarme el doble”, respondió Gael.

- “Qué tragedia”, bromeó ella. “¿Y si te gano otra vez?”

Gael esbozó una sonrisa mínima.

- “Entonces tendré que empezar a sospechar que eres un mito con patas”, replicó Gael.

Valeria iba a decir algo, pero un grupo de compañeros se acercó apresurado.

- “¡Valeria!”, dijo uno de ellos. “Vamos a armar una práctica jurídica de primer año. Va a ser divertido, ¿te apuntas?*

Ella dudó.

Gael no dijo nada, solo la miró, con esa mezcla de seriedad y curiosidad que la descolocaba.

- “Sí, me apunto”, respondió Valeria finalmente.

- “Perfecto, mañana te contamos los detalles”, dijo el chico antes de marcharse.

Cuando se quedaron solos, Gael habló en voz más baja.

- “Solo asegúrate de que no te usen. A veces buscan caras nuevas para hacer el trabajo difícil”, dijo Gael.

- “Lo tendré en cuenta”, respondió Valeria, sonriendo con un toque desafiante. “Pero gracias por el… ¿consejo protector?”.

- “Llámalo como quieras”, dijo Gael.

- “Entonces lo llamaré intento disimulado de preocupación”, expresó Valeria.

Gael soltó una risa breve, casi inaudible.

- “No soy tan obvio”, dijo Gael.

- “Oh, lo eres. Pero tranquilo, te guardo el secreto”, expresó Valeria; poniendo una mano en el hombro de Gael por un par de segundos, suficientes para sentir esa chispa extraña y se apartó rápidamente.

Ella se giró para irse, pero él la detuvo con una frase casual que no sonó tan casual.

- “Nos vemos en clase, leyenda urbana”, comentó Gael.

Valeria sonrió sin mirarlo.

- “Nos vemos, fiscal del siglo”, dijo Valeria.

A lo lejos, Lucía levantó su café a modo de brindis.

- “¡Confirmado!”, gritó Lucía desde una mesa. “¡Hay química procesal!”

Valeria se tapó la cara riendo, mientras Gael negaba con la cabeza, pero con una sonrisa que no logró disimular del todo.

Más tarde, en la cafetería, Valeria buscaba un lugar libre cuando escuchó una voz familiar.

- “¿Guardas sitio para aliados o solo para leyendas urbanas?”, preguntó Iker, apareciendo con dos gaseosas en la mano y una sonrisa que parecía ensayada frente al espejo.

Valeria no pudo evitar reír.

- “Si traes gaseosa, el espacio es tuyo. Pero si además traes chismes, tienes derecho a permanencia extendida”, dijo Valeria.

- “Solo tengo gaseosa y mis traumas académicos. ¿Sirve?”, respondió él, dejando una frente a ella.

- “Sirve. Los traumas siempre son buen tema de conversación”, bromeó Valeria mientras se acomodaba.

Se sentaron frente a la ventana, y durante unos minutos, el mundo se redujo a conversaciones ligeras y risas. Iker le contaba sobre el desastre que había sido su presentación de Economía Política.

- “Te juro que me trabé en la palabra “jurisprudencia” y terminé diciendo “juristurpencia”, contó Iker y Valeria casi escupió el café de la risa.

- “¡No!”, dijo ella entre carcajadas. “No puede ser”.

- “Sí. Y para empeorarlo, el proyector decidió morir justo después. Quedé hablando con una diapositiva negra y cara de funeral”, confesó Iker.

Valeria se sujetó la frente, riendo a carcajadas.

- “¿Y qué hizo el profesor?”, preguntó ella.

- “Me miró como si hubiera ofendido a la Constitución entera. Creo que nunca más volverá a pronunciar mi nombre sin convulsionar”, respondió Iker.

- “Eso te pasa por confiar en tu carisma más que en tus apuntes”, dijo Valeria.

- “Oye, mi carisma ha salvado presentaciones antes”, protestó él, ofendido en broma. “Bueno, no muchas. Bueno una. Y fue en el colegio”.

- “Impresionante currículum”, rió Valeria. “Deberías ponerlo en tu CV: Sobreviví a la jurisprudencia con dignidad dudosa”.

Iker levantó la gaseosa, como brindando.

- “A la dignidad dudosa. Y a las leyendas urbanas que humillan a los chicos más competitivos”, expresó Iker.

Valeria arqueó una ceja.

- “¿También tú con eso? ¿Quién empezó el rumor?”, cuestionó Valeria.

- “Lucía, probablemente”, contestó Iker y se encogió de hombros. “Tiene un talento para convertir cualquier cosa en una telenovela”.

- “Lo peor es que la gente se lo cree”, dijo Valeria, intentando sonar seria, aunque se le escapó una sonrisa.

- “Bueno, yo también me lo creería”, añadió él, con tono casual. “Si no te conociera, pensaría que eres la típica estudiante que planea dominar la facultad antes del segundo semestre”.

- “¿Y si te digo que sí lo estoy planeando?”, preguntó Valeria con mirada curiosa.

- “Entonces me uno a tu régimen”, respondió Iker con una sonrisa.

Valeria soltó una risa suave.

- “Trato hecho”, dijo Valeria.

Hubo un breve silencio, cómodo y cálido, y una mirada que ambos no lograban descifrar.

- “Hablando en serio”, dijo él, bajando un poco la voz. “Lo hiciste increíble ayer. Te ves más confiada”.

Ella lo miró, con esa sensación tranquila que solo él lograba provocarle.

- “Gracias, Iker. Creo que por fin empiezo a disfrutar esto”, expresó Valeria.

- “Pues disfrútalo mucho”, respondió él, sonriendo. “Te lo ganaste”.

- “Eso suena a frase motivacional de taza”, bromeó ella.

- “La diferencia es que yo sí te la digo en persona, y puedo ponerlo en la lata de gaseosa”, bromeó Iker.

El silencio que siguió fue agradable. El tipo de pausa donde las palabras sobran y la complicidad se construye sola.

Cuando Iker se levantó para ir a su clase, se giró un instante hacia ella.

- “Por cierto, si te conviertes oficialmente en leyenda, no te olvides de los mortales”, dijo Iker.

- “Depende. Si traes mi gaseosa favorita, tal vez haga excepciones”, expresó Valeria.

- “Anotado”, dijo él y le guiñó un ojo antes de irse.

Valeria intentó disimular la sonrisa que se le escapaba. Y, aunque no lo admitiría en voz alta, le gustaba cómo sonaba eso de tener aliados con buen humor.

Esa tarde, mientras cruzaba el campus rumbo a su parada, Lucía la alcanzó corriendo, con la mochila a medio cerrar y los apuntes asomando por todos lados.

- “¡Val! ¡Espérame!”, gritó Lucía, esquivando a un grupo de estudiantes con la agilidad de alguien acostumbrada al caos. “¿Me explicas por qué ahora medio mundo quiere invitarte a proyectos, cafés y seminarios como si fueras un cupón de beca?”.

Valeria giró, riendo.

- “Exageras”, dijo Valeria.

- “¿Exagero?”, cuestionó Lucía cuando la alcanzó y se apoyó en sus rodillas, jadeando. “En el aula de Constitucional, dos chicos discutían sobre quién te iba a pedir para su grupo. En el pasillo, alguien dijo que el cuasi profesor Sotelo, alias Gael “no-sonrío-ni-por-error” te felicitó en público. Y en la cafetería, Iker estaba preguntando a qué hora almorzabas”.

Valeria trató de mantener la compostura, pero la sonrisa se le escapó.

- “No tengo idea, pero creo que empiezo a entender por qué dicen que Derecho no es solo estudiar leyes”, comentó Valeria.

Lucía arqueó una ceja con picardía.

- “Claro, también es sobrevivir a Gael y a Iker. Y a los rumores que dejan en el camino”, expresó Lucía.

- “Y a ti”, añadió Valeria.

- “Por favor, yo soy tu defensa técnica”, replicó Lucía. “Sin mí, ya te habrían hecho tres interrogatorios y un contrato de exclusividad”.

Valeria soltó una carcajada.

- “No sabía que tenía agente legal”, replicó Valeria.

- “No solo legal, también de imagen”, dijo Lucía, alzando el mentón. “Estoy pensando en lanzarte como “la promesa brillante del primer año”. Con sesiones de fotos y todo”.

- “¿Y tú serías mi representante?”, preguntó Valeria.

- “Obvio. Me quedo con el 10% de los cafés que te inviten”, respondió Lucía.

- “Te repito una vez más, eres incorregible”, dijo Valeria.

- “Y tú muy cotizada”, insistió Lucía y le dio un codazo cómplice. “Te juro que si esto sigue así, Gael e Iker van a terminar haciendo un duelo oratorio por ti”.

Valeria rodó los ojos, divertida.

- “Qué dramática”, comentó Valeria.

- “No, realista”, contestó Lucía, sonriendo. “Tú no ves cómo te miran en clase. Gael, con cara de quiero refutarte pero también invitarte a estudiar y no precisamente leyes, e Iker, con cara de olvida el estudio, tomemos café y tal vez pueda rozar tus manos”.

Valeria rió, negando con la cabeza.

- “A veces pienso que exageras a propósito”, dijo Valeria.

- “No exagero, observo. Es mi talento natural. Y también mi hobby”, replicó Lucía.

Las dos continuaron caminando entre el bullicio del campus. Un grupo tocaba guitarra bajo los árboles, otros debatían sobre casos en voz demasiado alta, y un perro con una bufanda roja los seguía un par de metros.

- “Sabes”, dijo Valeria después de un silencio tranquilo, “creo que  estoy justo donde tengo que estar”.

Lucía la miró con una sonrisa sincera.

- “Lo estás. Aunque si no entregamos el trabajo de Civil mañana, también podrías estar en la lista de reprobados”, comentó Lucía.

Valeria soltó una carcajada.

- “Gracias por romper el momento”, dijo Valeria.

“De nada. Es mi forma de mantenerte en la realidad”, respondió Lucía con un tono solemne y falso. “Vamos, leyenda, que el bus no espera y la gloria académica tampoco”.

- “Ni tú”, afirmó Valeria.

: “Exacto”, dijo Lucía y alzó la mano en gesto triunfal mientras se alejaban juntas. “Ven, que te cuento lo del chico que confundió dictamen jurídico con dictamen jurídico-sentimental”.

Valeria se echó a reír mientras cruzaban el patio, perdiéndose entre risas, voces y el resplandor anaranjado del atardecer.

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Katyani Carolina Paredes Umbria
muy buena
Lorylain B
R Torres un epílogo xfa… qué pasó con Íker y Lucía???
Lorylain B: Buenísimo!!!!🤩🔥🫂😍😘
total 1 replies
Lorylain B
Por Dios que talento en la lengua tienes R Torres!! La cantidad de “Me gusta” no refleja lo que transmites. Ten paciencia y sigue escribiendo por ti y por quienes valoramos lo bueno 🫂😍😘
Rosana ❤️: Y yo agradezco infinitamente 🫂que valores mi trabajo, tus comentarios siempre son motivacionales. Dios te bendiga mucho💐.
total 1 replies
Patricia Guzman Ceja
Felicidades autora,mucho éxito en todos tus proyectos,hermosa historia
Rosana ❤️: Muchas gracias, aprecio mucho tu apoyo y la calificación ☺️
total 1 replies
Patricia Guzman Ceja
Que bonita historia,ese amor de estudiantes hermoso y duradero,que vive en el recuerdo por siempre, felicidades autora
Patricia Guzman Ceja
creo que al final ya están todos con quiénes deben estar,Gael y Valeria,Iker y Lucia ❤️
Anonymous
bello libro, espero que exista uno para cada año de la carrera
Rosana ❤️: Muchas gracias por acompañarme, es una serie de varios libros, solo pido paciencia, poco a poquito irán llegando. 😊 Gracias por la calificación.
total 1 replies
Betty Saavedra Alvarado
Vale e Iker conversan para aclarar sus sentimientos y emociones
Betty Saavedra Alvarado
Gael y vale están enamorados aunque falta poco para admitirlo
Betty Saavedra Alvarado
Val todo no es estudio hay que disfrutar de la vida y el amor
Betty Saavedra Alvarado
Una historia bella un amor que nacio entre debates y códigos me recuerda mucho.la historia de María de Jorge Issac un abrazo desde mi Piura Perú
Rosana ❤️: Muchas gracias por acompañarme, y un abrazo para tí también 🫂 Habrá segunda parte, solo que hay que tener paciencia, poquito a poquito iré avanzando.
total 2 replies
Betty Saavedra Alvarado
Me gustó la historia hay que leerla
Rosana ❤️: Muchas gracias 🥰 por el apoyo y la calificación
total 1 replies
Betty Saavedra Alvarado
Cada uno está analizando sus. sentimientos y emociones
Betty Saavedra Alvarado
Vale estás enamorada de quién Pronto lo sabremos
Betty Saavedra Alvarado
Iker tienes que luchar por lo que quieres te gusta Lucia ella es natural y espontánea
Rositha🌹📝📚
Jajajaja, esa estuvo buenísima 😂🤭
Lorena Espinoza
🥰
Betty Saavedra Alvarado
Lucia encontró a su amor
Betty Saavedra Alvarado
Iker tu mamá te quiere controlar quieres que Vale sea más que tu compañera de estudios
Betty Saavedra Alvarado
Lucia tu no callas nada quieres descubrir quien le mueve el piso a vale
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