Hecha A Mi Medida

La fecha esperada llegó, voy temprano a ver a mi madre, la verdad no quiero, pero tengo que hacerlo. Llego ya cansada, el autobús qué me lleva a los suburbios hace demasiado tiempo, no es que esté tan lejos, pero va haciendo muchas paradas y toma la ruta más larga. Camino por las calles saludando a algunos vecinos y finalmente llegó, trato de abrir el portón con mis llaves pero no puedo. Termino tocando el timbre y después de mucho rato me abre mi mamá. Le pregunto que pasa con el portón y solo me dice que cambiaron la cerradura, y como ya no vivo ahi, no necesito llaves, esto no comienza bien, pero trato de aparentar qué no me importa, le entrego varias cosa que le llevo, fruta, vino, quesos, y un pastel. Su casa siempre con olor a café recién hecho, nos sentamos a la mesa para almorzar, pero no me sirve ni agua hasta que no bajan mi hermano y su mujer, grande es mi sorpresa al notar que esta embarazada, y al parecer de varios meses ya. No cabe duda de que ta no me toman en cuenta para nada, total, comimos platicando del embarazo y al terminar les comenté de la ruptura con Martín. Mi madre me vio mal y dijo algo entre dientes qué no pude escuchar bien, pero era como si ya lo estuviera esperando, además todos Me escucharon sin expresar ningún sentimiento ni preguntar mayores detalles o por como lo estaba pasando. Realmente no les importa lo que me pase.

Me disculpe por tener que irme y me despedí, como aliviados me despidieron y ya en la puerta mi mamá me dijo que si no le había llevado algo de dinero, ese era el verdadero motivo por el que siempre me llamaba. Así que le di lo que le llevaba y con un beso fingido me despidió.

Regresé pensando en que la próxima vez le traería una tarjeta de débito en donde transferirle para no tener que venir a verla.

Llegue a mi departamento para descansar un rato y arreglarme para la noche. Ya no quería seguir pensando en como mi familia solo me ignoraba. Desde que mi padre murió así ha sido.

Tania y su novio llegaron por mi, me da pena causales tantas molestias, si tan solo tuviera un auto esto no sucedería, pero con lo que le doy a mi mamá no he podido ahorrar para comprarme uno, no es que me vaya mal, pero siempre salen gastos inesperados y mis ahorros no dan para tanto.

Llegamos animados al club, el ambiente estaba de lo mejor, nos sentamos en la mesa qué teníamos reservada y en ka que ya nos esperaban los demás. Brindamos por el compromiso con la feliz pareja, aunque de hecho Daniel no se veía tan emocionado como su novia. Después se animaron a bailar y yo me quedé sentada sola, pero no por mucho tiempo, mientras revisaba mi celular para matar el rato, oí una voz conocida, nos volvemos a encontrar, me dijo, y al voltear me encontré con Gael qué me dedicaba su mejor sonrisa y me extendía la mano para que lo acompañará a la pista. Le sonreí y tomé su mano aceptando la invitación, en cuanto me puse de pie me abrazo muy fuerte y me dijo - Hola Perlita hermosa, te extrañé. Yo lo saludé con un hola guapo y me besó brevemente en los labios, antes de que pudiera decir más me llevó a bailar sin perder la sonrisa encantadora, la señal que le pedí al universo estaba ahí, pero aún tenía miedo, solo me dejé llevar sin querer pensar mucho. Era mejor disfrutar la velada qué quedarme sola.

Mis amigas saludaron de lejos a Gael mientras estábamos todos bailando y Mateo le guiño un ojo, cosa que se me hizo rara, pero lo dejé pasar. Como era de esperarse cuando terminó la tanda de la música, nos volvimos a la mesa y Gael fue presentado a él hermano de Ximena y su cuñada, esta al verlo no disimulo que le había gustado, cabe decir que estaba más guapo que la primera vez, vestido todo de negro con un jean, botas, camisa y chamarra de cuero tipo motociclista, bien afeitado y peinado. A mi me provocó muchos celos y me abracé a él como marcando territorio, y el acepto mi abrazo con gusto, lo invitaron a sentarse con nosotros y pasamos la velada bailando y charlando con mis amigos. Era como si él perteneciera desde se siempre al grupo, y al finalizar la, noche me ofreció llevarme a casa, yo ya imaginaba sus intenciones pero accedí, una buena noche de sexo estaría muy bien, así que cuando subimos al auto pensé que nos dirigiriamos al hotel donde estuvimos anteriormente, pero no fue así, tomo otro rumbo y cuando le pregunté para donde me llevaba, me contestó que a su departamento. Solo lo miré aceptando y seguimos en camino.