Me Enamoré De Tu Amor

Por la noche Tyler me había traído la cena al ver que no dejaba de temblar por desesperación y llorar sin calma en el piso apretando la carta de Aiden, sabía que en la cama no me iba a desahogar como en el frío piso que subía por mis piernas mientras estás se entumecian. Todo eso no estaría ocurriendo si Rhett hubiera mantenido su boca cerrada o simplemente se quedará en mi nación pero lo que hizo no tenía vuelta atrás y debíamos afrontar lo que viniera.

Los rayos de sol iluminaron mi rostro lo que significaba que me habían dejado dormir un poco más y lo agradecia, me sentía mareada y me dolía la cabeza de tanto llorar pero el embriagante aroma a lilis de alguna manera lo calmo de golpe. La habitación estaba cubierta con lilis rosas, los barrotes de la cama con hermosas enredaderas azules y las puertas que daban al balcón de un blanco nieve, Aiden me había regresado su regalo pero con mayor afluencia.

Se veía muy hermoso pero me daba miedo bajar los pies y pisarlas así que las admire un poco más antes de sentir una punzada en la espalda que quemaba como la vez que Rhett me lastimó, estuve una semana en cama debido a la quemadura, nadie había visto nada parecido al menos no en un cuerpo humano, esa magia tan fuerte y brusca solo se dirigía a las criaturas cuando atacaban o a blancos cuando se intentaba dominar.

-Princesa Celeste, me gustaría hablar con usted del incidente de su cuarto porque - gritos,gritos de desesperación hicieron a Tyler entrara de golpe y apretar mis hombros con brusquedad intentado descifrar que me ocurría mientras encajaba mis uñas en mi espalda.

-Lamento lo que haré princesa pero esto necesita de una medida drástica - rompió mi camison de la espalda y pudo notar la herida, vio ese dolor que guardaba ocultando lo incluso a mis padres. Aquella vez les dije que me habia tirado el caballo y quería guardar reposo, no les permiti siquiera que me arroparan, todo lo hicieron mis doncellas junto al doctor quienes juraron no decir nada.

-Princesa Celeste, no tenemos ningún hechizo para quitar este tipo de magia, solo puedo pedirle al príncipe Aiden que le proporcione esencia para que el dolor sea tolerable. Me apena demasiado no serle de ayuda en esta ocasión- mientras Tyler iba en búsqueda de la esencia y volvía para ayudarme a ingerir la podía distinguir sus lágrimas brotando de sus bonitos ojos dorados, era la primera vez que lo veía llorar, compartía mi dolor aunque el no lo sentía y esperaba jamás llegará a saber la sensación que producia.

-Gracias Tyler. Porfavor no le digas de esto al príncipe, ya tiene demasiadas preocupaciones con la amenaza que nos hizo ayer Rhett, esto no debe ser una alteración a sus planes para contra-atacar en caso de ser necesario o que pierda el interés de cortejarme.- No dijo nada, solo me reverencio y salió cerrando las puertas despacio como queriendo no irse pero sabía que el también ocupaciones y yo debía prepararme para hacer las mías pero note que su pantalón gris tenía polvo así como la manga roja estaba sutilmente mojada, quizás había ayudado en la elaboración.

Después de desayunar sola en el comedor y practicar un poco de magia la sastre del príncipe Aiden me llevo a su estudio para confeccionarme nuevos vestidos ya que habían destruido mis pertenecías.

-Su cabello celeste le da brillo inigualable a todo lo que usted se ponga princesa. Sin duda posee uno de los cabellos más preciosos que haya visto después del príncipe Aiden pero lo que impacta son sus ojos magenta, le ayudaran mucho cuando quiera ser escuchada o intimidar al enemigo. -Era cierto, me gustaba mucho el cabello del príncipe y por primera vez imagine de que color tendría el cabello nuestro hijo si llegáramos a casarnos y pude visualizar un verde jade que resaltaría sin importar que era niño o niña.

Durante el día no había visto al príncipe para nada y sentí la necesidad de aprender más hechizos en caso de tener que enfrentar a Rhett además de que eso me calmaba y no sabíamos que tan poderoso se había vuelto o se volvería si seguía obteniendo Cuartz. La biblioteca era más grande que la de mi casa por lo que me daba la oportunidad de aprender nuevas cosas y en último recurso usar magia brusca la cual ni yo o mis padres habíamos ocupado antes.

-Veo que no soy el único inquieto por la nueva situación y querer seguir con una nación prospera y duradera- al fin había encontrado al príncipe leyendo un libro de magia brusca, al igual que yo comprendía la gravedad pero a diferencia de mi el estaba adelantado a lo que la amenaza de Rhett pudiera afectar.

-Si, precisamente venía buscando ese tipo de libro para poder ser más fuerte ante lo que Rhett nos tiene preparado. Le agradezco que me defienda pero soy una mujer capaz y se pelear mis batallas aunque eso conlleve corromper mi ser con tal de salvar a mi nación. -Parecia un discurso bien practicado pero era la verdad, siempre vería a mi nación por encima de mi porque si ellos no estaban bien yo no lo estaría ya que eran quienes nos otrorgaban el permiso de ser sus monarcas.

-Su amor hacia la nación es admirable y comparto su opinión aunque preferiría que sus sedosas manos jamás tuvieran que lanzar algún hechizo brusco créame princesa que mi biblioteca está a su total disposición y no la voy a privar jamás de expandir sus conocimientos. Usted cómo futura soberana debe saber todo lo que la magia puede otorgar y yo no le pediría que límite sus conocimientos por ser mi esposa ya que si el rey tiene duda la reina ayudará a obtenerlo y forman un gran equipo. Eso es lo que yo busco en una reina y esposa, que sea mi compañera y en su debido caso mi guía cuando yo no pueda serlo para nuestra nación. - El príncipe Aiden realmente pensaba distinto incluso que mi padre, quién a pesar de darme la libertad de estudiar y expandir mis conocimientos siempre me había querido proteger y no le gustaba que me lastimara en lo más mínimo así que el escuchar al príncipe que no le molestaba que yo lanzará mis hechizos para proteger me hizo querer su protección más que nunca y sin pensarlo me lance a sus brazos dejando que mi cara se acomodara en su pecho mientras sus dedos pasaban por mi cabello y su brazo me sostenía en caso de desmayarme por sentir tanta calidez, el satín de su traje verde era suave aunque sabía que después de separarme mi cabello iba a estar electrificado .

La tarde se hizo corta al lado del príncipe Aiden, me asesoro sobre los libros adecuados para seguir fortaleciendo mi magia y me explico cómo se usaba la magia brusca ya que está no fluía cómo la otra, la natural se le llamaba. La magia brusca proviene de los sentimientos más oscuros y dolorosos, rabia,irá, resentimiento, celos y el más peligroso "el poder", de ahí su nombre porque la magia natural la puedes usar sin importar tu estado de ánimo pero a la brusca se le debe buscar y hasta cierto punto domar ya que se produce de sentimientos fugaces, incontrolables pero muy dañinos en su punto más fuerte.

-Principe Aiden, quizás nos estamos apresurando y sacando conclusiones sobre lo que Rhett quiere hacer pero si la información de los Cuartz sigue como ahora o se le comunica que ha obtenido más es mejor estar preparados ante su ataque, el cual no sabemos de qué manera procederá. - era verdad, solo había dicho que sería el mejor regalo e inolvidable pero con que magnitud desplegaria su enojo? Lo haría solo contra nosotros dos o con nuestras naciones? Las preguntas empezaban a invadir mi mente, no se alejaban y me producían bilis así que llegado el momento quizá yo también produciría magia brusca aunque aunque no sabía cómo dominarla en caso de que llegara a brotar de mis manos.