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Cicatriz De Lobo

Cicatriz De Lobo

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Amor-odio / Incesto / Poli amor
Popularitas:4.6k
Nilai: 5
nombre de autor: Sagigetzu

En el reino de Altravia, Selene, una princesa atrapada entre el deber y su corazón, se ve obligada a buscar esposo para salvar su linaje. Sin embargo, lo que comienza como un juego de alianzas políticas se complica cuando se enamora de Ascensio, un joven cazador con un secreto oscuro e inconfesable: cada noche de luna llena, una maldición lo transforma en un hombre lobo.

Mientras Selene lucha por descubrir la verdad detrás de los rostros sonrientes de sus pretendientes, Ascensio se enfrenta a su propia naturaleza monstruosa, intentando proteger a la mujer que ama. Pero en las sombras del bosque, fuerzas más oscuras conspiran para desatar una tragedia que podría cambiarlo todo.

Un romance prohibido, intrigas cortesanas y un misterio sobrenatural se entrelazan en esta historia de amor, ambición y redención, donde la luna ilumina tanto los secretos como las verdades más ocultas.

¿Lograrán Selene y Ascensio superar las barreras que los separan, o sucumbirán al peso de sus destinos cruzados?

NovelToon tiene autorización de Sagigetzu para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 7: La Sangre de la Luna

La noche se había tornado gélida, incluso para un lugar acostumbrado al frío como el castillo de Altravia. Selene observaba la luna llena desde su balcón, su resplandor como un faro que iluminaba la tormenta en su interior, sus pensamientos no podían permanecer en Ascensio por mucho tiempo.

Un grito atravesó el aire, seguido de una serie de golpes en la puerta de su aposento.

—¡Princesa! —La voz era de uno de sus guardias personales—. ¡Debe venir al salón principal, ahora!

Selene se apresuró a abrir la puerta.

—¿Qué sucede?

—Un asesinato, Su Alteza. Lord Kaelen nos ha pedido que la escoltemos.

La palabra "asesinato" hizo que su sangre se helara. Sin más preguntas, Selene siguió al guardia a través de los pasillos oscuros. Cuando llegó al salón, una escena macabra la esperaba: el cuerpo de uno de los consejeros yacía en el suelo, su garganta abierta en un corte tan limpio que parecía casi quirúrgico.

Kaelen estaba de pie junto al cadáver, su rostro una máscara de calma mientras examinaba la escena. Cuando vio a Selene, inclinó la cabeza ligeramente, como si la estuviera saludando en un baile formal y no en medio de un baño de sangre.

—Princesa, lamento que tenga que presenciar esto —dijo, su tono casi frío.

Selene apartó la mirada del cuerpo y se enfrentó a Kaelen.

—¿Quién hizo esto?

Kaelen tomó un respiro profundo, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras.

—No lo sabemos con certeza. Pero esto no fue obra de un humano común.

La implicación era clara, y Selene sintió un nudo en el estómago.

—¿Insinúas que una bestia está en el castillo?

Kaelen no respondió de inmediato, pero su silencio fue suficiente para confirmar sus sospechas.

—Si, debemos actuar con rapidez. No podemos permitir que el caos se apodere de la corte —continuó él, su voz firme.

Mientras, Ascensio sentía que algo estaba terriblemente mal. Los aullidos de los hombres lobo eran demasiado numerosos, demasiado cercanos. Su instinto le decía que el ataque al castillo era inminente, y debía advertir a Selene.

Darius había llegado.

Ascensio observó desde las sombras, sobre un balcon, cómo un grupo de hombres lobo atacaba la puerta principal, mientras los guardias trataban de defenderse desesperadamente. La sangre pronto comenzó a correr, manchando la nieve que cubría el suelo.

—Selene... —murmuró para sí mismo.

Saltando con agilidad sobre las murallas, Ascensio se adentró en el castillo, ignorando el caos que lo rodeaba. Su único objetivo era Selene.

En el salón principal, el ambiente era tenso. Kaelen había comenzado a organizar a los guardias, demostrando una habilidad táctica que sorprendió incluso a los más veteranos. Selene permanecía cerca, sintiendo que el peligro estaba cada vez más cerca.

Entonces, un rugido resonó en los pasillos.

—¡Protejan a la princesa! —ordenó Kaelen, desenvainando su espada.

De las sombras emergió un hombre lobo, sus ojos brillando con una furia salvaje. Selene retrocedió instintivamente, pero antes de que el monstruo pudiera alcanzarla, Kaelen lo interceptó con un golpe preciso.

La lucha fue brutal. Kaelen, aunque humano, parecía moverse con una destreza sobrenatural, anticipando cada ataque del hombre lobo. Selene observaba con el corazón en la garganta, pero algo en la forma en que Kaelen peleaba la inquietaba. No era solo habilidad; era como si supiera exactamente cómo moverse contra una criatura como esa.

El enfrentamiento terminó con la muerte del hombre lobo, pero no sin que Kaelen sufriera una herida en el costado.

—¿Estás bien? —preguntó Selene, corriendo hacia él.

Kaelen apretó los dientes mientras sujetaba su herida.

—He enfrentado cosas peores.

Antes de que pudiera decir más, Ascensio irrumpió en la sala.

—¡Selene!

Ella se giró hacia él, su rostro una mezcla de alivio y confusión.

—¿Qué estás haciendo aquí?

—Darius está atacando el castillo. Debes salir de aquí ahora mismo.

Kaelen se interpuso entre ellos, su espada aún en mano.

—No voy a permitir que te la lleves.

—No tienes derecho a decidir eso —gruñó Ascensio, dando un paso hacia él.

Selene levantó las manos, intentando calmar la situación.

—¡Basta! Este no es el momento para enfrentamientos.

Pero antes de que pudiera decir algo más, otro rugido llenó el aire, y la puerta del salón fue arrancada de sus bisagras. Darius entró, su presencia imponente llenando la sala mientras sus ojos rojos se clavaban en Selene.

—Finalmente, la princesa y su guardián. Qué conmovedor.

Ascensio se lanzó hacia él sin dudarlo, pero Darius lo detuvo con un solo golpe que lo envió contra la pared.

—Tu desafío ha terminado, cachorro.

Kaelen se interpuso entre Darius y Selene, levantando su espada con determinación.

—No te acerques a ella.

Darius lo miró con desprecio, pero antes de que pudiera atacar, Selene agarró un candelabro encendido y lo lanzó hacia Darius, obligándolo a retroceder.

—¡Corran! —gritó ella, tomando la mano de Ascensio y tirando de él hacia una salida lateral.

Kaelen los siguió, sintiendo celos de la bestia.

1
Ido Rojas
que novela !!
Ido Rojas
/Shy//Shy//Shy//Shy/
Jessica Muñoz
candente como esperaba
Jessica Muñoz
interesante con ganas de seguir leyendo
Angelica Mina
Excelente
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