soy ESCARLE ROUSS vivía solo para complacer a quienes estaban a mi alrededor, Fuy abusada a mis 5 años nunca dije nada por miedo y vergüenza, a los 17 escape de casa tube 2 hijos pero el miedo que les pasará lo mismo que a mi me llevo a una depresión.
Ahora no se si estoy muerta o es un sueño pero soy ALEXA FERRER y está vez viviré por mi y para mí.
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asiendo de cupido 2
A medida que el duque y Alexa caminaban por los jardines del castillo, la joven no podía sacar de su mente la conversación que había tenido con su padre. Estaba decidida a hacer que Valentina fuera feliz y que pudiera vivir su vida sin las limitaciones impuestas por la sociedad.
"Padre, no puedo creer que las reglas de la sociedad dicten la felicidad de las personas. Valentina merece ser feliz, merece poder elegir a quien amar. No entiendo por qué las doncellas tienen que pedir permiso para tener un pretendiente. Es absurdo", expresó Alexa con frustración en su voz.
El duque la miró con sorpresa, notando la determinación en los ojos de su hija. Después de un momento de reflexión, asintió con resignación. "Tienes razón, hija. Todos merecen ser felices, incluso las doncellas. Si Valentina y el capitán Rojas se sienten atraídos el uno por el otro, les daré mi permiso. Pero deben ser discretos, no quiero escándalos en el palacio".
Alexa abrazó a su padre con gratitud, agradecida por su comprensión. Con renovada determinación, se dirigió hacia su habitación con Valentina, quien la esperaba con ansias para ayudarla a desvestirse y prepararla para dormir.
Mientras Valentina le quitaba el vestido a Alexa, la joven no pudo contener su emoción y compartió la noticia sobre el permiso que su padre le había otorgado. Valentina se quedó sin palabras, con los ojos llenos de lágrimas de alegría.
"Señorita, no sé qué decir. Estoy tan agradecida, tan feliz... No sé cómo agradecerte esto", balbuceó Valentina con emoción.
Alexa sonrió y abrazó a su doncella. "No tienes que agradecerme, Valentina. Quiero que seas feliz, que puedas elegir a quien amar. El amor no debería estar limitado por absurdas reglas sociales. Ahora ve y dile al capitán Rojas lo que sientes, ve en busca de tu felicidad".
Con valentía, Valentina buscó al capitán Rojas y le confesó sus sentimientos. Para su sorpresa y felicidad, el capitán correspondió a sus sentimientos y juntos decidieron empezar una relación discreta. La noticia pronto se esparció por el palacio y todos estaban felices por la joven doncella y el apuesto capitán.
Mientras tanto, Alexa seguía con su vida en el palacio. Su encuentro con sus primos, los príncipes Lucas y Diego, la llevó a conocer más sobre la política y los problemas del reino, despertando en ella un interés por ayudar a su pueblo y mejorar las condiciones de vida de todos, ya que tiene pensado para su futuro implementar algunas leyes del siglo XXI, en este lugar.
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valentina 22 años y el capitán rojas 25 años
Y a pesar de estar atrapada en un lugar desconocido, Alexa sabía que tenía que hacer lo mejor que podía para cumplir con su destino.
Las semanas pasaron y se convirtieron en meses, y Alexa se había acostumbrado a su nueva vida como Alexa Ferrer. Aunque se había acostumbrado a las comodidades del palacio, no podía evitar sentirse nostálgica por su vida anterior. En las noches, cuando todos dormían, se quedaba despierta, pensando en sus hijos y preguntándose qué habría sido de su cuerpo real.
En su búsqueda de respuestas, Alexa pasaba largas horas en la biblioteca del palacio, investigando sobre posibles viajes a otros mundos paralelos. Sin embargo, no encontraba ninguna pista que pudiera ayudarla a entender su situación. Después de todo, ¿cómo podía explicar que había viajado a través del tiempo y el espacio sin ninguna explicación lógica?
Frustrada, Alexa estaba decidida a aprender a usar espadas y combatir cuerpo a cuerpo, a pesar de la prohibición inicial de su padre. Ella sabía que tenía que convencer a alguien con más autoridad para que le ayudara, y decidió ir a pedir ayuda directamente al Rey Felipe.
Al principio, el Rey Felipe estaba de acuerdo con su hermano, el duque Estéfano Ferrer, en no permitir que Alexa siguiera adelante con su deseo de aprender a pelear. Sin embargo, Alexa no se rindió y continuó insistiendo ante su majestad, argumentando que era importante para ella aprender a defenderse y que había estado practicando en secreto.
El Rey Felipe finalmente cedió ante la persistencia de Alexa, y decidió permitirle que siguiera adelante con su entrenamiento. Esto causó sorpresa y preocupación en el duque Estéfano Ferrer, quien se apresuró a comunicarse con su hermano para expresarle su desacuerdo con la decisión.
El duque Estéfano Ferrer le dijo al Rey que no quería que Alexa aprendiera a usar espadas y pelear, argumentando que no era adecuado para una joven de su posición. Sin embargo, el Rey le recordó a su hermano la insistencia y la determinación de su sobrina, así como el hecho de que había descubierto que Alexa era la responsable de preparar comidas especiales que habían disfrutado en el palacio.
Descubrir que Alexa tenía una habilidad culinaria oculta hizo que el Rey reconsiderara su decisión y decidiera apoyarla en su deseo de aprender a pelear. Además, el Rey notó cómo Alexa actuaba con madurez y determinación después del accidente con el caballo de hace un año al cual todavía no encontraban al culpable donde había sido herida, lo que le hizo sentirse orgulloso de su sobrina.