PAPA A LA FUERZA ¿Destino O Accidente?

-Señor Baek buenos días, ya veo que llegó puntual.

James se acercó de más a Mateo, su instinto le hizo querer tocarlo, pero el alfa a su lado monto guardia y dejo salir sus feromonas cubriendo a su mejor amigo.

-Buen día señor, mi nombre es Jhustin Lobardie soy el abogado del señor Mateo Sánchez.

Jhustin extendió la mano hacia el alfa, James de mala gana le dio la mano de vuelta en forma de saludo, el Omega miro a James, no lo había visto bien el día anterior, pero lo que si noto es que sus cafés ojos justo ahora eran semidorados, había montado guardia e incluso dejo salir sus feromonas, ¿Sería así entre alfas? Oler la feromona de Jhustin creaba en Mateo una especie de calma, pero oler las feromonas de James, provocaba un calor en Mateo tan fuerte como el del ciclo de celo, incluso sus pupilas se dilataban y en su estómago sentía nervios, no le gustaba esa sensación.

-Mateo ¿será que podemos hablar? -Se dirigió James al Omega.

Se acercó un poco pero de nuevo su mejor amigo se puso enfrente y dejo salir un poco más sus feromonas, James tomo eso como un reto, si era eso, el alfa lo estaba retando, quizá la beta había dicho la verdad y ese tipo era su alfa, por alguna razón se irritó y miro al menor con recelo.

-No sabía que en un día se habían vuelto tan cercanos Mat, incluso te tutea… -hablo Jhustin.

-N…no es así, pero bueno, el es mayor que yo… es lo correcto.

-¿Hay algún problema con eso señor abogado? -contesto James a Jhustin.

-¿Con que? ¿Con tutear a Mat? ¿Qué te diré? Si el lo permite es por qué así lo quiere, ¿No es así Mat?

James miro con recelo y coraje al alfa que acaricio la mejilla del Omega, pero no lo entendía, ¿por qué le daba coraje? Mateo no le gustaba, era solo que era la madre de su bebé y sentía irritación al saberlo con otro alfa, era eso, estaba preocupado por su cachorro nadamás.

-Jhus… podrías darme unos minutos, te llamare está tarde ¿Está bien?.

-Comamos juntos… esperaré tu llamada Mat.

El alfa sonrió y dio un beso en la mejilla al Omega, salio no sin antes cubrirlo de feromonas, Mateo se quedó mudo al igual que la beta que miraba la acción de Jhustin, el jamás había dado un beso a su mejor amigo, nisiquiera en fechas especiales, jhoa no podía oler las feromonas pero sintió el tenso ambiente, Mateo aún no creía lo que pasaba, pero sintió su corazón acelerarse y el calor del beso en su mejilla, sonrió involuntariamente, miro de inmediato al alfa que ahora ya tenía los ojos dorados, ¿En qué momento cambiaron? Y ¿Por que cambiaron?

-Adelante señor Baek.

-Dime James …

El alfa entro al consultorio y Mateo tras el, James se quedó de pie mientras Mateo se sentaba, el omega le hizo una seña de confianza para que tomara asiento, James obedeció.

-¿Es tu alfa?

-¿Disculpa?

-Si, el tipo, el abogado, ¿Es tu alfa?

-Jhus… no, el no lo es, es mi mejor amigo, como mi hermano.

James sonrió, se estabilizó un poco, sus dominantes feromonas se estabilizaron y más cómodo sonrió.

-Bien, dígame, ¿en que puedo ayudarle?

-Mateo hablame de tu, o ¿hay algún impedimento para que no lo hagas?

-Respeto, eres más viejo que yo.

-¿Que diablos? ¡Solo 2 años!

-2 años son 2 años, cuando yo apenas nacía tu ya caminabas 🤷

-Pffff, ok, mira, traje un convenio, quería platicarlo contigo, espero que estés de acuerdo.

-¿Convenio? ¿De que hablas? Creí que te había quedado claro, ¡yo no pienso compartir a mi bebé contigo!

-¡Tambien es mío Mateo!

-Creo que te lo dije, ¡yo no lo quise así! Yo pagué por un tratamiento en una clínica, no me interesa si tu exnovia decidió que debía vengarse de ti a través de ello, ¡este bebé es mío! ¡Solo mío James Baek! No me importa nada, no te dejare tenerlo.

-Mateo piénsalo… el bebé es mío también, lleva mi sangre, mis genes, no te he pedido nada malo, ¡solo quiero verlo y darle mi apellido!

-¡Me niego! ¡No tienes por que hacerlo! A él no le faltará nada, soy lo suficientemente sustentable para tenerlo solo, tu puedes tener muchos más hijos, con tu Omega.

-¡No! No lo entiendes, yo no puedo,… no puedo tenerlos.

-¿De que hablas?

-Yo… lo intente, pero soy un alfa Dominante de casta pura, mis genes no podrán ser compatibles con nadie, solo con un Omega Dominante de casta pura, y tú… tu eres uno, el único que puede darme un bebé, ese eres tu Mateo.

-Lo siento, pero no., Si me disculpas creo que deberías irte.

-¡Mateo carajo! Estoy tratando de ser lo más condesendiente posible, biológicamente es mío, el me necesitará, ¿dónde piensas que tendrá una figura paterna? ¿No me digas que lo será el idiota que salió de acá hace unos minutos?

-Te pido respeto James Baek, y si, si me lo preguntas !Jhustin es más alfa que cualquier imbécil que se me presenté!

-¡Por amor a dios! ¿En qué cabeza cabe que le voy a ceder a mi bebé a un pendejo con olor a chicles?

-¿Que demonios? ¿Chicles?

-¿No lo notaste? ¡Sus malditas feromonas! Incluso tu apestas a el, ¡es una estupidez que no lo notarás!

-Mira James Baek… dijo Mateo poniéndose de pie, mirando a James directo a los ojos. -te pido que te calles la maldita boca antes que te la cierre de un chingadazo, y por si no lo sabes, sus feromonas ¡me encantan! ¡Ahora lárgate!

James se estremecio, desde que había entrado a el consultorio noto el aroma a dulce pero no había olido para nada las feromonas del Omega, al mirarlo de pie frente a el sintió de repente ese ímpetu fuerte que solo ofrece un Omega dominante.

-¡No! Mateo por dios… por favor escúchame…

¡Pum! El golpe de puño sobre ese escritorio y el pesado olor del algodón de azúcar en el ambiente, James miro por fin al Omega, los amarillos ojos y los leves colmillos mientras lo miraba con la mirada retadora, sintió su ser estremecerse y de repente sus pupilas se dilataron mientras sintió los caninos salir, el calor en su cuerpo y la ansiedad en su sistema. Olió de lleno y su lobo desperto.

-¿No escuchaste? ¡Lárgate de una maldita vez! ¡Lárgate antes de que te saque yo mismo! Detesto a los alfas, y tú, tu eres un maldito dolor de trasero, vete James Baek y no regreses si sabes lo que te conviene.

James se levantó de inmediato, tomo el brazo del Omega y lo jalo hacia el, el omega sorprendido solo se quedó quieto mientras sentía la nariz del alfa desesperado oler su cuello.