Matrimonio asegurado. COM es una aplicación para todas esas personas que necesitan un matrimonió bajo contrato.
Anelis es una chica humilde que trabaja en una cafetería y se encuentra en una encrucijada cuando su madre sufre un accidente y debe depender de cuidados intensivos, quedando postrada prácticamente en una cama. Anelis recurre a esta aplicación como última medida para poder ayudar a su madre.
Adonis es un empresario muy conocido por su comunidad, pero su amigo y socio le juega una broma casándolo con una desconocida por medio de una app.
La escusa era el donativo mensual que realizaba para caridad que termino ayudando a una chica con sus problemas económicos.
el trato es simple, matrimonio por dinero, pero será capaz Adonis de fingir un matrimonio feliz cuando descubra que su esposa no es un espantapájaros, como el la llama en la intimidad de su mente o querrá que sea un matrimonio verdadero comenzando con un beso casto.
NovelToon tiene autorización de Paola Alejandra Paolini para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capitulo 3
Narra Anelis:
Oficialmente estoy casada. El sueldo acordado es tres veces más de lo que he ganado en toda mi vida. Esta mañana antes de ir a la clínica y luego a mi trabajo, recibí el acta de matrimonio. No sé qué hacer con ella. De momento lo guarde en el fondo de mi mesa de noche.
Con la suma que adquiriré todos los meces podré sacar a mi madre adelante y no solo eso, sino que podríamos salir de donde estamos viviendo.
Solo hay un pequeño detalle. No sé cómo explicarle a mi madre que me case por dinero.
Lo que, si no entiendo la razón de la otra parte para casarse así de la forma en la que lo hiso, claro que estoy agradecida. Me callo como anillo al dedo, literal. Aun así, mi parte racional me lleva a pensar que todo esto no está bien y que tarde o temprano despertare a mi realidad diaria.
Saliendo para tomar el autobús me llega una notificación y al ver de qué se trata me percato que el primer depósito de mi nueva transacción ya está disponible y cuando veo la suma, me tengo que pellizcar ya que creo que estoy alucinando.
¿Todo ese dinero solo por haber dicho que sí? ¿Con quién carajo me he casado?
En el apuro por la necesidad no tengo ni idea de cómo siquiera se llama la otra persona. Solo espero que no sea un vejete verdete.
Llego a la parada del autobús justo a tiempo para subir. Dentro del vehículo voy mirando por la ventanilla las calles pasar mientras mi mente piensa en que teniendo todo ese dinero en mi cuenta me encuentro viajado en autobús. Como sea. Llego a la parada que me deja a unas cuadras de la clínica y bajando de él me dirijo hasta mi destino.
Al llegar, antes de ver a mi madre el medico me para y me llama para que hablemos en su consultorio.
—Señorita la he llamado porque quería advertirle que su madre necesitara toda la ayuda médica necesaria y eso tiene un costo elevado —menciona el Doctor.
—No hay problema con el dinero, tengo mis ahorros —lo interrumpo para mentirle descaradamente. El medico me mira con una expresión de sorpresa, y se remueve en la silla.
—Si es así, le puedo pasar el presupuesto del tratamiento para su madre —dice mientras me extiende un papel con cara de circunstancias.
Tomo el papel para leer el contenido y al leer el monto me parece una suma realmente ridícula y elevada pero ahora que tengo el dinero no dudare en que se le de dicho tratamiento. Lo interesante es que dura aproximadamente un año dependiendo de la evolución del paciente.
Tomo una lapicera que hay en un recipiente lleno de ellas para firmar el documento a la vez que coloco todos los datos necesarios. El medico me mira fijamente, sorprendido.
Con lo que cobrare por mes de mi matrimonio arreglado podré pagar ese tratamiento, de hecho, puedo pagarlo muchas veces, pero no quiero ser presumida.
Le entrego el papel al médico que lo recibe dudando.
—Si estas seguras que puedes pagarlo, le diré a mi secretaria que te facture el primer mes de tratamiento —murmura.
—Si, ya le dije que puedo pagarlo —ahora me siento acosada.
—Lo siento es que es difícil de creer que una camarera como tu pueda pagar dicho tratamiento —si lo sé, pero lo que no sabe el medico que me he casado y que ahora tengo dinero a mi disposición.
—He conseguido el apoyo de familiares —me justifico, ya que al estar casada supuestamente mi marido es un familiar ¿No?
—Buen, pero si en algún momento necesitas de otra ayuda —mientras habla extiende su mano atreves del escritorio y la posa sobre la mía—, yo encantado estaría de ayudarte —dice con un tono morboso—. Claro que de ti tendría que recibir cierto... beneficios —finaliza.
—No necesitare ningún tipo de ayuda de su parte, Doctor —espeto, irritada retirando mi mano de su agarre y levantándome me despido—. Ahora si no tiene más nada que decir. Iré a ver a mi madre. Permiso.