La monarquía es la misión sagrada de Dios para darle dignidad a la tierra. Nuestra protagonista tenía un destino trazado que vivir dentro de su familia, pero debemos recordar que nunca se debe dar algo por sentado, todo puede cambiar repentinamente de la noche a la mañana. Después de encontrarse en el set de grabación, Beatriz y Trevor vuelven a coincidir, pero esta vez en la universidad, es ahí en donde interactua con nuestro sexy y guapo protagonista, que había llegado un día a su clase de arte. De la convivencia nace entre ellos un amor fuerte, apasionado como el de ensueño, cálido como el verano. Hasta que un día y sin dar una explicación Beatriz deja la universidad sin una despedida, o una explicación dejando a Trevor con sus ilusiones y el corazón roto. Será que el tiempo algún día pueda volver hacer que se reencuentren, así algún puedan volver a vivir el gran amor que tenían
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Natasha
Capítulo 7
Beatriz y Trevor estaban juntos como cada día al salir de la universidad, se acercaba el invierno así que poco a poco la playa su lugar favorito se volvía más frío. Trevor la abrazaba y la llenaba de besos mientras contemplaban el cielo nublado y la poca espuma de mar que se formaba en la orilla.
—Sabes he pensado últimamente que sería una buena idea dedicarme a la fotografía y así poder ir contigo a Nueva York.—dijo Beatriz espontáneamente
—De verdad, júrame que no estoy escuchando mal. Eso sería lo más maravilloso que podría pasar, tú y yo juntos en la isla de Manhattan.—decía Trevor emocionado mientras la cargaba entre sus brazos, él la atacaba a besos. Beatriz sonreía.
—Trevor bájame me vas a tirar, debo decirte que eres el amor de mi vida. No quiero separarme nunca de ti, quiero despertar todos los días a tu lado. Estar contigo apoyándote en tus sueños y tus proyectos, que tengamos un departamento donde podamos ver toda la ciudad a través de un ventanal enorme, tener un gato negro y un perro. Un muro lleno de mis fotografías, ahí esperarte cada día a que llegues para consentirte y mimarte.—le decía Beatriz, mientra su mirada brillaba
—Me parece perfecto, en medio de ese muro, el cuadro que voy a dibujar de ti. Eres arte vida mía quiero plasmarte en mis hojas, no tengo duda de que eres la mujer y el amor de mi vida. Jamás voy a renunciar a ti, te buscaría por todo el mundo, en cada rincón, toda mi vida de ser necesario.—respondía Trevor
Beatriz se abrazaba de él y se apretaba fuertemente contra su pecho. No quería soltarse nunca de él, se besaban teniendo como único testigo el mar helado de la costa de Escocia. Días después llegó Natasha la madre de Trevor, quería visitar a su hijo y a su esposo, antes de volver a América. Ella era un actriz consolidada y tenía más proyectos en puerta.
—Mi amor, ¿que te hiciste?. Te ves realmente fresca y renovada, tendremos que ir a Budapest, ¿no crees Jerry?.—preguntaba Ben realmente emocionado de ver a su flamante esposa
—Basta, a ambos. ¿Dónde está Trevor?.—preguntó Natasha
—Si encuentras a tu hijo me avisas, ya estoy olvidando su rostro.—respondió Ben mientras seguía fumando su cigarrillo
—Querido no estoy para bromas, no me digas que de la noche a la mañana dejaste de ser un controlador.—decía Natasha pero ella sabía la verdad.—me alegra que mi hijo esté tomando su independencia, te dije Benjamín nuestro Trevor ya es un hombre, era momento de que lo dejaras volar.—recalcaba Natasha
—Si tú lo dices, ahora no tengo duda de que tú sabes algo que nosotros no, pero ya no insistiré. Él dijo que confiara en él, espero que realmente lo valore y no termine tirando su futuro a la basura.—decía Ben
—Exageras querido.—dijo Natasha, mientras se acercaba para darle un beso
De inmediato subió a buscar la habitación de su hijo, quería dejarle unos obsequios que había traído para el. Se alegraba de ver que su hijo, había retomado el dibujo y el arte. Ya que era su pasión más grande, eso quería decir que su novia influía positivamente en su vida. Se puso a contemplar los dibujos, pero una de ellas llamaron su atención.
—Esta debe ser inspirada por Beatriz simplemente hermosa y perfecta.—expresó Natasha, en seguida la tomó entre sus manos ya que le parecia artístico pero también revelador, reflejaban la pasión y unión de dos personas que se amaban intensamente.
No había duda su hijo estaba viviendo los mejores días de su vida, le alegraba bastante, pero también quería conocer a la jovencita que causaba tal reacción. Nunca lo había visto comprometido con alguien ajeno a su familia.
Después de una tarde al lado de Beatriz no solo practicando sus dibujos, también aprovechando cada momento para hacer el amor. Trevor volvía a su casa, al entrar olía a pan recién horneado. No tenía dudas su madre había llegado
—¡Mamá!.—la llamaba Trevor emocionado
—Aquí estoy mi vida.—respondió Natasha, él se acercó para abrazarla. Había pasado meses sin estar con ella.
—Te ves hermosa mamá.—expresó Trevor
—A ti no te digo, te ves radiante y lleno de amor. ¿Cuando voy a conocerla?.—preguntó Natasha en voz baja
—Mañana mismo, ella nos va a recibir en su casa con una comida especial, también quiere conocerte. Mamá que te puedo decir, ella es única y es el amor de mi vida.—respondió Trevor
—Me siento tan feliz por ti, aún no le dices nada a tu padre sobre ella. Me di cuenta porque si no ya estaría sobre ustedes, es mejor seguir manteniéndolo en secreto. El amor que te hace ser mejor persona, que te impulsa a avanzar es el que en realidad vale todo el esfuerzo del mundo. ¿Se están protegiendo?.—preguntó Natasha
—Si mamá, aún somos muy jóvenes y en verdad disfrutamos mucho de nuestro tiempo juntos. No es el momento de que tengamos un bebé.—respondió Trevor
—Me alegra escucharlo, los inocentes siempre pagan la irresponsabilidad de sus padres. Todo a su tiempo.—decía Natasha, en eso llegó Ben y Jerry justo a tiempo para cenar
—pensamos que llegaríamos más tarde, nos atrasamos porque hace unos días no pudimos grabar en el bosque las escenas de la guerra. Tengo curiosidad de ir a conocer el castillo de Balmoral, dicen que puedes visitarlo por fuera, y todo la propiedad cuando la familia real no está.—les decía Ben
—sería interesante ir allá.—respondió Natasha, de inmediato Trevor le ayudó a poner la mesa para que se sentaran a cenar, durante la cena se habló de la familia real del país
—En mi opinión, ya que venimos de un país democrático, no entiendo como los ciudadanos permiten seguir bajo el mando de una Reina, la monarquía es algo anticuado.—decía Ben
—Tengo entendido que es un designio de dios, ellos son dioses vivientes, su sangre no se mezcla nunca con un mortal. Por eso Rey o Reina son ungidos desde hace miles de años para ascender al trono. Pero no me escuchen el whisky está algo cargado, ya estoy hablando incoherencias.—explicaba Jerry mientras se reía
—Bueno si siguen existiendo es por una razón, tal vez las personas se sienten representados por ellos, es por eso que su mismo pueblo los protege y no se quejan.—decía Trevor
—Yo solo veo oportunistas, que viven en la opulencia a costillas de los habitantes que los veneran. Si fuera bueno, habría una familia real en cada parte del mundo.—agregaba Ben
—Realmente yo me cuestiono, ¿que pensará la Reina de unos simples plebeyos como nosotros?.—preguntó Natasha mientras se burlaba de la conversación que estaban teniendo
—Mamá tiene razón, el simple hecho de estar mas cerca de lo divino, los hace olvidarse de las personas que los veneran.—agregó Trevor
Cambiaron el tema, comenzaron a hablar sobre los nuevos proyectos de Natasha. También de su hija Chloe, ella estaba lejos haciendo su propia carrera artística evitando estar a las sombras de sus talentosos padres.
Al día siguiente por fin se daría el encuentro entre Beatriz y su suegra, cocinó algo especial para recibirla en su casa, eligió un platillo típico de su país. Preparó F’rell Am Rèisleck, es uno de los platos más populares, donde la trucha se fríe primero y luego se cocina en una rica salsa de vino y crema Riesling, originario de Bélgica. Todo estaba listo, minutos después llamaron al timbre. Se acomodó su vestido, que había sido uno de los que le quedaron del viaje a Balmoral. La ocasión ameritaba que se presentara realmente elegante, abrió la puerta para recibirlos.
Natasha se quedó perpleja al conocer a la joven, era muy bonita; pero no era por ello que quedó sin palabras, era distinta, elegante, refinada y sentía una cierta energía divina rodeándola.
—Cariño te presento a mi madre Natasha Richardson.—dijo Trevor para romper el hielo
—Es un gusto conocerla al fin, soy Beatriz de Teck. Pero adelante sea bienvenida.—respondió ella, en la mesa de la sala había canapés y una botella de vino. Era un día especial, Beatriz había comprado flores para decorar, y así poder recibir a la madre de su amado y hacerla sentir bienvenida.
—Todo te quedó precioso, tienes un gran gusto.—dijo Natasha para hacerle un cumplido
—Me alegra conocerla, Trevor me ha hablado mucho sobre usted. La quiere tanto.—decía Beatriz
Natasha veía que ella no pertenecía a esa casa, no encajaba con el lugar, era educada, refinada y la educación que tenía la llevaba a deducir que su familia no era, una simple familia adinerada.
—¿De dónde eres Beatriz?.—preguntó Natasha
—Mamá.—dijo Trevor
—Esta bien cariño, nací en Londres señora.—respondió Beatriz, era verdad ella había nacido ahí, sin querer Trevor estaba conociendo lo que Beatriz había decidido omitir
—¿Mamá esto es un interrogatorio?.—preguntó Trevor molesto
—Discúlpame hijo, también tú Beatriz. Es que eres muy diferente y muy bella, además tu educación es muy notable.—respondió Natasha
—Le agradezco el cumplido señora.—respondió Beatriz
—Llámame Nat hija, bien que les parece si degustamos de todo lo que preparó para nosotros mi querida nuera. Gracias por hacer tan feliz a mi hijo, espero que tengan muchos años juntos.—decía Natasha, convivieron y comieron tranquilamente.
Su hijo se veía feliz y muy enamorado, eso le hacía sentir bien. Pero ella no se equivocaba respecto a Beatriz, no era una simple señorita de alcurnia, ella era una princesa por nacimiento. Sus padres los Reyes de un país, pero era algo que Natasha y Trevor nunca sabrían
Por la noche se despidieron de ella, durante el camino a casa. Natasha le pedía una sincera disculpa a su hijo, no quería incomodarlos.
—No te preocupes mamá, pero gracias por aceptarla.—dijo Trevor
—Es diferente, refinada, nunca antes me había sentido cómoda pero a la vez fuera de lugar, te seré sincera ella no encaja en esa casa, ella opaca a la casa. Para que me entiendas ella es más, hijo ¿conoces a su familia?.—preguntó Natasha
—No, cuando nos hicimos novios me hizo prometerle que no preguntaría por su familia, hoy me enteré que nació en Londres. Creo que sus padres no querían dejarla estudiar, pienso que está aquí en contra de su voluntad. Hace tiempo la llamó su padre y su mirada se volvió marchita. Cuando viajo a reunirse con el, también se veía triste, la amo con toda mi alma y yo no seré la causa de su tristeza, si ella algún día me cuenta sobre su vida, yo la escucharé y la comprenderé, pero mientras tanto no preguntaré.—respondió Trevor
—Estoy de acuerdo, si ella no puede estar con su familia porqué no aceptan sus decisiones, entonces nosotros seremos su familia.—dijo Natasha
Trevor adoraba a su madre, tenían una relación muy cercana. Además ella siempre apoyaba y comprendía a sus hijos, era claro que apoyaría a Trevor y a Beatriz para que estuvieran juntos, y nadie impidiera su amor.
Te descubrí en "GOLONDRINA."
Me gustó tanto que decidí seguirte. Y de esa lista, elegí ésta por el título.
ESPERABA un relato de fantasía, pero nunca imaginé el resultado.
Es bellísima, perfecta de punta a punta y esta MUY BIEN ESCRITA!!!
DIOS bendiga tu talento. Felicitaciones. Y muchas graaaaaaacias por estos regalos.