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CONTIGO SÍ...

CONTIGO SÍ...

Status: En proceso
Genre:Juego del gato y el ratón / Amor-odio / Romance de oficina / La mimada del jefe / Polos opuestos enfrentados / Mujeriego enamorado
Popularitas:376.1k
Nilai: 5
nombre de autor: JHOHANNA PEREZ

La historia de los Moretti es una de pasión, drama y romance. Alessandro Moretti, el patriarca de la familia, siempre ha sido conocido por su carisma y su capacidad para atraer a las mujeres. Sin embargo, su verdadero karma no fue encontrar a una fiera indomable, sino tener dos hijos que heredaron sus genes promiscuos y su belleza innata.

Emilio Moretti, el hijo mayor de Alessandro, es el actual CEO de la compañía automotriz Moretti. A pesar de su éxito y su atractivo, Emilio ha estado huyendo de las relaciones estables y los compromisos serios con mujeres. Al igual que su padre, disfruta de aprovechar cada oportunidad que se le presenta de disfrutar de una guapa mujer.

Pero todo cambia cuando conoce a una colombiana llamada Susana. Susana es una mujer indiferente, rebelde e ingobernable que atrapa a Emilio con su personalidad única. A pesar de sus intentos de resistir, Emilio se encuentra cada vez más atraído por Susana y su forma de ser.

¿Podrá Emilio atrapar a la bella caleña?.

NovelToon tiene autorización de JHOHANNA PEREZ para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Discusión...

El restaurante del hotel, sobrio y elegante, rebosaba clase. Los manteles blancos perfectamente planchados, la tenue iluminación dorada y las copas de cristal reluciendo bajo las lámparas colgantes creaban una atmósfera exclusiva y refinada. Sobre una de las mesas junto al amplio ventanal que ofrecía una vista panorámica de la ciudad, esperaba un hombre alto, de porte galante y sonrisa impecable: Asdrúbal Balestra.

Emilio se detuvo en seco al verlo, como si una ráfaga de aire helado le hubiera recorrido la espalda.

—¿Asdrúbal? —murmuró entre dientes, frunciendo el ceño—. Pero la cita era con Domenico...

No lo esperaba. Ver al nieto del patriarca de los Balestra sentado allí no podía ser una simple coincidencia. Asdrúbal no solo era un viejo rival de negocios, sino también un hombre con reputación de encantador empedernido, especialmente con las mujeres hermosas… y justo ahora tenía a Susana, radiante y elegante, frente a él.

Emilio respiró hondo y ocultó su incomodidad detrás de su mejor máscara diplomática. Dio un paso al frente.

—Buenos días, señor Balestra —saludó, tendiéndole la mano con formalidad.

—Moretti —respondió Asdrúbal con una sonrisa divertida, estrechándole la mano con firmeza—. Y usted debe ser la señorita Montero. Encantado.

—Un placer, señor Balestra —dijo Susana con una sonrisa segura, estrechándole la mano con confianza.

Asdrúbal, siempre en su papel de seductor refinado, se inclinó con naturalidad y depositó un beso en el dorso de su mano. Emilio apretó los dientes con fuerza al ver el gesto, que le pareció innecesario.

—Vaya, vaya… —comentó Asdrúbal, manteniendo su mirada fija en Susana—. Me sorprende que esta vez no hayas traído a uno de tus asesores acartonados, Emilio. Ella tiene un porte muy diferente. Fresco. Sorprendente.

El comentario, aunque disfrazado de elogio, tenía una carga evidente. Emilio se tensó, contuvo la réplica que pugnaba por salir y respondió con tono neutral.

—Montero es una parte importante del proyecto, por eso está aquí —dijo, mirando de reojo a Susana, quien mantenía la compostura sin perder la elegancia.

—Entonces estoy ansioso por escuchar la famosa propuesta —dijo Asdrúbal, reclinándose en la silla con gesto relajado, aunque sin apartar la vista de la colombiana, como si ya hubiera decidido que ese desayuno iba a ser mucho más interesante de lo previsto.

—Pero antes, desayunaremos —anunció Asdrúbal con una sonrisa encantadora—. Creo que la licenciada Montero tiene hambre, y un caballero como yo jamás deja pasar un detalle como ese.

El empresario pidió la carta y, cuando el mesero regresó, depositó una directamente en las manos de la guapa caleña.

Cuando llegó el momento de ordenar, dejó que ella pidiera primero. Estaba claro: era un cazador con mucha experiencia. Y entre cazadores, se conocían bien.

Emilio apretó la mandíbula. Estaba más que molesto con la actitud abiertamente galante de Asdrúbal.

—Su acento italiano tiene un toque inconfundible... es latina, ¿de Colombia, tal vez? —preguntó Asdrúbal con interés, sin apartar la mirada de Susana, que sorbía su jugo de naranja con elegancia.

A pesar de no haber nacido en cuna de oro, Susana tenía un dominio impecable de las reglas de etiqueta. Su porte natural no pasaba desapercibido.

—Así es, señor Balestra. Soy colombiana. De una bella ciudad llamada Cali —respondió ella con una sonrisa cordial.

—Vaya... entonces ese acento tan sexy es por su natalidad —comentó él, con mirada cómplice.

Susana rió con soltura, y su risa fue como un puñal en el interior de Emilio. Le revolvió las entrañas.

—Sexy, no lo creo... mi atropellado italiano es todo menos sexy, de eso estoy segura —respondió ella divertida.

—Mmm... qué mujer —murmuró Asdrúbal para sí mismo, fascinado, mientras daba un sorbo a su café.

Emilio no soportó más.

—Balestra, vinimos a negociar, no a socializar. ¿Por qué no vamos directo al punto?

—¡Bah, qué aburrido! Dígame, licenciada, ¿cómo hace para tolerar a un jefe así? —se burló Asdrúbal con un guiño provocador.

Susana simplemente arqueó una ceja y no respondió. Pero ese gesto fue suficiente provocación para Emilio.

—Explíquese, Moretti —dijo Asdrúbal, cambiando súbitamente su tono—. ¿Por qué le interesa una alianza con nuestra exportadora y la compañía de modelaje?

Emilio tomó la palabra e inició la explicación de las razones estratégicas. Mientras tanto, Susana pasaba las diapositivas de la presentación, mostrando los diseños de los automóviles deportivos que planeaban lanzar y exhibir en la próxima feria internacional del sector.

Asdrúbal fingió prestar atención durante unos minutos. Pero claramente se aburría. En realidad, lo que buscaba era otra cosa. Quería sacar de casillas a Emilio. Había asuntos pendientes entre ellos, del pasado. Y creía que esta era la oportunidad perfecta para vengarse… de una forma divertida y retorcida.

—No me interesa la propuesta —declaró finalmente, poniéndose de pie—. No por el contenido, sino por la forma en la que fue presentada. Me parece, Moretti, poco caballeroso traer a una diseñadora tan bella como inteligente, y no dejarla hablar. Entiendo que pensaba negociar con mi abuelo, pero conmigo las reglas cambian. Yo sí creo que una dama debe tener las mismas oportunidades que un hombre.

Susana esbozó una sonrisa discreta, y miró a Emilio de reojo, como queriéndole decir "¿ves?, él sí entiende."

—No me interesa la propuesta por ahora —repitió Asdrúbal, y luego hizo una pausa, dirigiéndose exclusivamente a Susana—. Pero si la señorita Montero acepta acompañarme esta noche a un evento aquí en la Toscana, estaré encantado de escuchar su presentación directamente de sus labios. Así que, si quieren esta alianza… ahora depende de usted, señorita Montero.

Emilio apretó los puños debajo de la mesa. Quiso partirle la cara ahí mismo. Entre mujeriegos se reconocían, y sabía perfectamente qué pretendía Asdrúbal.

—Siendo en esos términos... —empezó Emilio, haciendo un esfuerzo sobrehumano para controlarse.

—Siendo así, acepto —interrumpió Susana, segura—. Estoy convencida de que lograré que quiera aliarse con nosotros.

Emilio la miró boquiabierto, con el ceño fruncido y la rabia en el rostro. Quería gritarle, sacarla de ahí, pero no podía hacerlo frente a Balestra. Mientras tanto, Asdrúbal sonrió, satisfecho. La jugada había salido perfecta: Emilio estaba furioso, y la mujer que claramente lo desestabilizaba ahora iba a estar sola con él.

—A las siete en punto envío por usted, señorita Montero —dijo el empresario, guiñándole un ojo—. Recuerde, el futuro de esta alianza está en sus manos.

—Lo sé —respondió ella, sin titubear, mientras lo observaba salir con su porte de galán implacable. Susana apagó la laptop de Emilio guardo la USB y Apenas se pusieron de pie y se alejaron lo suficiente del restaurante, Emilio estalló.

—¿¡Qué demonios te pasa, Montero!? ¿Por qué rayos eres tan confiada? ¿A todos los imbéciles que te coquetean les sonríes y les aceptas invitaciones? ¿No te das cuenta del riesgo? Podrías encontrarte con un psicópata, un abusador... ¡cualquier cosa! No todos los hombres son confiables, y me sorprende que una mujer tan inteligente como tú no lo sepa.

Susana se detuvo en seco. Se giró y lo miró con los ojos encendidos.

—Mire, señor Moretti —comenzó con voz firme—, usted podrá ser mi jefe, y el maldito amo de Italia si así le da la gana. Pero que sea la primera y última vez que me grita de ese modo y me trata como si fuera una idiota.

—Susana, yo...

—¡No! —lo interrumpió—. Sé perfectamente que ese hombre me estaba coqueteando. No soy ilusa. Pero también sé que esta es la única oportunidad que tenemos de avanzar con el proyecto. Quizás usted no lo sabe, o no le interesa, pero este proyecto es mi más grande sueño. Y si para alcanzarlo tengo que aceptar una invitación de un tipo que se ve que quiere a todas las mujeres... no me voy a negar.

Emilio la miraba, con las venas del cuello tensas.

—Además —continuó ella con frialdad—, no entiendo por qué carajos se enoja. Usted mismo me dijo durante el viaje que no estaba dispuesto a perder esta alianza por mi culpa. Pues bien, entonces no me estorbe. Déjeme hacer lo que usted con su ego y su autosuficiencia no pudo.

Dicho esto, Susana giró sobre sus talones y se marchó con paso firme, perdiéndose entre los turistas del hotel.

Emilio la observó alejarse, con el corazón acelerado y un millar de pensamientos golpeándole la cabeza. Quería ir tras ella. Quería gritarle que no era el proyecto lo que lo enfurecía, sino la idea de verla en brazos de un depredador como Asdrúbal. Pero sabía que no tenía argumentos válidos.

Ella ya había tomado una decisión… y él, por ahora, no podía detenerla.

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Melina Ferreyra
bueno Susy menos mal que te diste cuenta que alterando te ponías en riesgo a tu bebe
Carola 🦋
Yo si estoy molesta con alguien no lo quiero ver no puedo jajajaja lo veo y me vuelvo a molestar jajajaja
Carola 🦋
Así es Susana está en su derecho y demasiado le está dando a Emilio con q sepa y vea a la nena
Susi si le tenía confianza el q no la demostró fue Emilio al dudar de ella
Yo apoyo a susi y q sepa quede con el doc
Me da coraje el Emilio q solo con pedir perdón ya nooooooo sr y ella está callendo en todo lo q él dice se hubiese ido a la otra clínica x q entendi q se fue a la q dijo Emilio 🤭 jajajajajajajaj muy buena historia gracias chica x apoyar a la autora ahora q está delicada de salud y como t llamas ?
Carola 🦋
Yo no lo dejo q se quede afuera haaay no lo soporto jajajajaja
YERLIS BERRIO BARRIOS
Bueno Susana ya se tranquilizó y propuso una tregua para el bienestar de ambas
🦋🌻Yencir Báez P.🌻🦋
Que bueno que Susi y Emilio han decidido no hablar del pasado y darse una tregua por el bien de todos en especial del Princesa Moretti. Emilio tendrá que llenar su paciencia hasta más de lo normal pues aunque el no lo quiera Maksin seguiraen la vida de Susi, pues el es su salvador y este piensa que ama a Susi pero a mi parecer es solo un confusión de su parte porque su amor es la Dra. Sokolova. La autora intelectual de la reconciliación de Emilio con Susi y los Montero, y de Susi y los otros integrantes de los Moretti será sin lugar a duda la Pequeña Princesa.
Maae
la verdad es que el doctor debería tener dignidad y dejarla en paz con eso de deja que te conquiste, si ya le dijo que ella sigue amando a emilio , y por estar de tras de algo que no se le ha perdido va a dejar ir la oportunidad de rehacer su vida con la doctora pero bueno hay hombres tan brutos el lo que está es encaprichado oh piensa que con Susana va a tener lo que tenía con su esposa
Yeny Vasquez Caraballo
que hermoso capitulo felicitaciones escritora muy especial 🥰🥰
Carmen Palencia
escritora de verdad que te felicito por esta excelente novela
Olga Ortiz
que bueno que al menos se dieron una tregua y por algo se va a meter Emilio, porque aunque hay muchas cosas entre ellos que los separan, g también hay muchas otras que los unen y sobre todo que todavía hay amor
yolmari
me encantó este capítulo bueno emilio a ganársela poco a poco y susi ya cálmate si perdoñale no se pongas tan difícil el a sufrido mucho
Ana Elena Jiménez
gracias por este capítulo jhohanna Pérez y asistente 🫶🫶
Rosa Samuel
Bravoooo! al fin una luz al final del túnel para el pendejito de Emilio. me parece q viene una reconciliación.
Rosa Samuel
Bravoooo! al fin una luz al final del túnel para el pendejito de Emilio. me parece q viene una reconciliación.
Nairobis Cardozo Portillo
Susy déjate cuidar y consentir piensa en la princesa guerrera me alegro que hayan llegado a una tregua por el bien de ustedes
Ana Elena Jiménez
pero bueno esa tregua me tiene más feliz que rana en estanque
Ana Elena Jiménez
que emoción 🥺🥺🥺🥺
Carola 😈🇦🇷
Mi retoño es terco, bello, arrogante , pero buena persona y susana todavía lo quiere y su hija es una carta a favor de Emilio jajajaja
Carola 😈🇦🇷: 😊😊😊😊😊😊😊😊
total 2 replies
Ana Elena Jiménez
bueno Emilio eso jugo a tu favor que listo eres
Carola 😈🇦🇷
ese doctorcito es una piedra en el zapato🤦🏽
Carola 😈🇦🇷: siiii jajajaja
total 2 replies
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