La Amante Del Presidente.

Ese día me doy cuenta de algo alarmante, Valeria cada vez que está conmigo íntimamente se comporta como un robot, gime a mi ritmo, se mueve de acuerdo a mis movimientos y siempre después de acabar se va a bañar cómo si le diera asco mantener mi esencia en ella.

No lo pienso mucho y la sigo de inmediato metiéndome a su lado. - Pasa algo malo.

- Porque pregunta eso.

- Te noto extraña últimamente.

- Bueno usted fue el que dijo que nada de cursilería, nada de cariño, que yo solo era con la que se desquita las ganas y nada más. Actuó según sus palabras.

Es verdad, yo fui el que le pedí de muy mala manera que no pasará los límites y aquí estoy preguntándome por qué la dulce niña que me llamo la atención ahora se ha vuelto una fría mujer. Pero tengo esperanza que tal vez este tiempo aquí la haga reconsiderar todo, una oportunidad, solo necesito una oportunidad para demostrar que ha despertado algo en mí y aunque soy muy cobarde para admitirlo en voz alta quiero que ella se quede a mi lado.

- Esta noche quiero que recorramos la hacienda.

- ¿De noche? Es peligroso.

- Nada es peligroso si yo estoy a tu lado, no dejaré que nada malo te pase Valeria.

- Como lo desee.

Luego de cambiarnos la llevo al centro apartado del lugar en donde hay una bonita mesa preparada con una cena para dos, nuevamente veo ese brillo en su rostro y mi corazón se acelera.

- Que hermoso.

- Lo mandé a preparar especialmente para ti.

- Me refiero a la noche estrellada. ¿También la mando a preparar para mí?

- Eres una mujer que se impresiona con poco.

- Bueno aunque la cena se ve deliciosa y todo está tan bellamente preparado nada se compara con este resplandeciente cielo iluminado únicamente por las estrellas. La belleza no siempre se encuentra en lo material.

- Valeria quiero que te quedes a mi lado.

- Estamos juntos.

- Pero te quiero más cerca, quiero que me muestres el maravilloso mundo que ves a través de tus hermosos ojos, quiero que me enseñes a poder mirarlo de igual manera. ¿Te quedarías a mi lado?

Aunque su pregunta me toma por sorpresa, no puedo hacerme ilusiones, ya que este hombre dice una cosa y hace otra. De seguro lo dice porque soy algo nuevo y curioso para él y nada más, porque Álvaro lo ha tenido todo en la vida y yo que crecí con lo junto y necesario puedo disfrutar de lo poco.

- Me quedaré el tiempo que me quieras tener a tu lado.

- Recuérdalo bien, no pienso soltarte por un largo tiempo.

- Muy bien.

Los siguientes días Álvaro no deja de sorprenderme, actúa de una manera tan extraña que incluso me siento rara. Su mirada dulce, sus caricias tiernas, esa manera en que me pide contar mi vida todo se siente tan incómodo que no sé cómo responder.

Al volver de regreso a los suburbios y dejar atrás la paz del campo Álvaro me informa que cada noche iremos a cenar a un lugar nuevo y especial y al día siguiente recibo infinidad de paquetes con ropa para cada ocasión.

Es increíble justo ahora mismo tengo todo lo que siempre soñé entre mis manos y no soy feliz, no entiendo por qué si al final lo hice todo para obtener esto y ahora que lo tengo no lo disfruto ni me da la felicidad que yo pensaba.

- Wow Valeria que bonito.

- Nancy no entiendo que me pasa. Me siento muy confundida y no sé qué hacer.

- Dime que te pasa así te ayudo mientras acomodando todo esto.

- El hombre con el que salgo ha cambiado...

- ¿Para bien o para mal?

- Para bien diría yo, ahora es muy amable y considerado, ya no es frío y distante además dijo cosas como que quiere que me quedé a su lado por mucho tiempo.

- Amiga eso suena como una declaración.

- ¿Tú crees?

- De seguro es tímido y no supo como expresarse. Todos los días te manda ramos de flores y cosas bonitas si eso no es un hombre enamorado no sé entonces que es.

Todavía tengo dudas, yo no puedo haber enamorado a Álvaro, eso sería como decir que el sol se ha enamorado de una simple roca.

- ¿Qué sientes tú?

- Me siento extraña, sus regalos no me hacen feliz.

- ¿Te gusta?

- Cuando lo conocí no podía creer que alguien como él se fijó en alguien como yo, lo veía tan deslumbrante e inalcanzable como las estrellas.

- Entonces dale una oportunidad y dátela a ti misma Valeria quien te dice que de esto puede salir algo hermoso y único.

Una oportunidad no suena mal, Después de todo si disfruto mucho más de su compañía que de sus regalos. Espero no estar cometiendo un error, el amor no era parte del trato.

- Lo voy a hacer, pero voy a tener mis defensas altas por cualquier cosa, no es fácil volver a confiar en alguien que te lastimó.

- Ánimo.

Cada día era una aventura nueva, me gustaba que ahora siempre era Álvaro quien venía a buscarme aunque extrañaba un poco a Moors de cierta forma me acostumbré a él también, pero no puedo negar que estaba adorando está nueva etapa que tenemos los dos y así se fueron 3 meses completos.

- Este fin de semana se llevará a cabo la fiesta, espero que el vestido guardado todavía te quedé o si no podemos ir por uno nuevo.

- Pensé que ya no se realizaría.

- Yo también, pero esta mañana me llegó la invitación.

- Álvaro te puedo preguntar algo.

- Soy todo oídos.

- ¿Me quieres?

- Si te quiero, tú me quieres Valeria.

- Si lo hago.

- Entonces estamos bien.

- ¿Ya no te enoja que las personas te miren de esa forma por estar al lado mío?

- Me molesta no lo voy a negar, me hacen sentir como una persona horrible, pero ya no me importa porque nada me hace más feliz que tú.

- Gracias.

Esa noche no hacemos nada más que acurrucamos mientras vemos una película como una pareja normal. Como dos personas que simplemente disfrutan la compañía del otro sin la necesidad de tener relaciones.