Lorena era una mujer que vivía en el mundo moderno. toda su vida anelo tener un hombre quien la quisiera y luego tener la familia que anhelaba.
pero lastimosamente Nunca se pudo. ya que ella siempre estubo al servicio de su madre cuando enfermo y después al de sus hermanos dejándose ella en último lugar. .... un suceso la hizo ver que era lo que había hecho con su vida llegando a la conclusión de que no hizo nada. y mientras estaba en el hospital a sus 51 años y que ninguna persona la fuera visitar, ni siquiera aquellos niños que cuido como si fueran suyos.
penso. en la próxima vida será......
NovelToon tiene autorización de Maria González para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Señora Greco.
Mientras sentía cómo mi vida y mi oxígeno se extinguían, no pude evitar pensar en todos y cada uno de los momentos que dejé pasar.
Llegaron a mi memoria todas y cada una de las sonrisas que tuve al lado de Francisco, los momentos felices que tuvimos juntos, las bromas y los encuentros en salidas a restaurantes.
Todo lo bueno que pasó en mi vida, aunque sin olvidarme de aquellos momentos cuando mis sobrinos eran pequeños y yo los esperaba a las afueras de sus clases, y ellos corrían hacia mí. Esos momentos, en estas altas horas, alegraron mi corazón.
Con la última respiración que llegó a mí, no pude evitar recordar el libro de la historia del duque y pensé que si solo, tal vez, la más mínima y pequeña posibilidad existiera de que ya hubieran tenido una segunda oportunidad, sería la manera de lo posible de siempre ponerse en primer lugar. Con su última respiración, de su boca solo se pudo escuchar: "En la próxima vida será".
No saben el sentimiento tan perro en mi corazón, sentir impotencia y desolación, sentir que no valía lo suficiente para aquellas personas que llamé mi familia, aquellas personas que llamé mis hijos.
Y pensar No fui lo suficiente para que ellos estuvieran aquí para mí, como yo siempre lo estuve para ellos. ¿De qué me sirvieron casi 40 años de entrega para aquellas personas? Cuando es muy fácil ver y saber que me encuentro en una habitación sola, aferrada a la portada de un libro, del que tal vez, a medida que mi fuerza me falta, terminará por caer. Fuera de esta camilla, me sostiene hasta mi último respiro.
Quiero gritar: "No me lo merezco, no merezco esto". Siempre fui la mejor hija, la mejor hermana, la mejor tía. Y no es porque ellos me lo hayan pedido, es porque así yo quise ser. ¿Por qué ellos me tratan así? Nunca les pedí nada más importante, nunca les negué nada. Quiero romper lo que sea y quiero preguntar por qué, pero al mismo tiempo, yo me respondo que todo fue por tonta, no supe dar prioridades.
No puedo controlar mis lágrimas y salen de mis ojos al saber que todas y cada una de las palabras que me dio Francisco terminaron siendo aciertos. Si pudiera y tuviera la más mínima fuerza en mis manos... yo misma me diera cachetadas .
Me sentí tan mal, tan impotente al estar decepcionada de la familia que me había tocado. Nunca perdí la esperanza de que tal vez, hasta el último día, ellos pudieran dar alguna mínima muestra de cariño hacia mí.
Pero no saben el sentimiento de decepción al saber que tuvieron no una, sino muchísimas oportunidades de tan siquiera regalarme una llamada o contestar una de las muchas que yo les hice.
Los años que yo les di, pero ellos nunca pudieron regalarme un minuto a mí, era lo que me repetía una y otra vez, porque sabía que estaba muriendo.
Sin saber que alguien desde la ventana me estaba viendo, sin saber cómo esa persona apretaba sus puños de la rabia y de sus ojos salían lágrimas sin poder contenerlas, con ganas de correr hacia mí para decirme "yo estoy aquí", pero ¿de qué vale eso? Él siempre estaba allá, mirando desde la distancia. Yo siempre estuve aquí... muriendo... completamente... sola.
**
**
**
**
-Archiduquesa, es hora de despertar -dijo una mujer.
-Hora de levantarse, su madre y sus hermanos preguntaron por usted-
Escuché que una mujer hablaba mientras que estaba con mis ojos cerrados. Podía sentir que, aparentemente, estaba en una cama mucho más grande en comparación a la camilla en la que antes me encontraba.
Podía sentir cómo estaba rodeada de muchas almohadas e incluso muchos cobertores, pero solo me preguntaba dónde estoy. ¿Acaso estoy viva, estoy soñando o ya de plano estoy en el cielo por haber muerto? Y más importante, ¿quién es la archiduquesa de la que habla ella?
Sentí cómo la claridad iluminaba todo a mi alrededor, causando así que apriete mis ojos involuntariamente por el cambio de luz.
Mientras me acomodo en una mejor postura en la cama donde estoy para así poder mirar bien quién es la chica que está en mi habitación, me siento un poco confundida tratando de descifrar dónde mierda estoy y, más importante, si estoy o no estoy viva.
La chica que está en la habitación parece estar vestida de algún cosplay de una sirvienta en los tiempos de antes como en la edad victoriana porque está vestida así.
-Buenos días.-
Mientras saludo a la chica, ella de alguna forma se detiene en su quehacer para voltear a mirarme de una forma graciosa.
Se podría decir que incluso su rostro pierde color, tal vez porque mi aliento matutino llega hasta ella.
Mientras disimuladamente llevo mi mano a mi boca para soplar un poco y luego oler, pienso que es un poco oloroso, pero es algo fisiológico que no puedo evitar.
Encogiéndome de hombros, presto toda mi atención a la chica y le pregunto con una sonrisa en mis labios:
-Hola chica, disculpa, ¿me podrías recordar tu nombre? Es que no me acuerdo.-
Si antes la chica me miraba extraño, ahora lo hace aún más. Se puede notar lo impactada que está e incluso cae al piso, como si la hubieran golpeado.
Me bajo de la cama y corro hacia ella para prestarle ayuda. La chica se encuentra en el piso cerca de la ventana, desplazando las cortinas para que entre la luz a la habitación.
A pesar de que ella me señala de forma negativa para que no la ayude, me acerco y la ayudo a levantarse del piso de la habitación.
-¿Se encuentra bien, archiduquesa Greco?-
-DISCULPA.-
-Sí, señora Maleja, ¿está usted bien? Está actuando de forma extraña.-
La chica dice esto y ahora soy yo quien pierde las fuerzas en las piernas y cae al piso. Viene a mi memoria la única Maleja y que es archiduquesa es la del libro que había leído hasta hace una semana.
-¡ESPERA UN MOMENTO! ME LLAMO MALEJA Y ESTOY CASADA CON EL ARCHIDUQUE CONNAN GRECO.-
Asimilo todas y cada una de las palabras dichas por mi boca y solo puedo mirar a la chica frente a mí.
Me doy cuenta de varias cosas,
una de ellas es que ella mueve su cabeza de forma afirmativa.
Dos. Ella no está haciendo ningún cosplay.
Tres. Al mismo tiempo que me afirma con su cabeza, de sus labios salen lo siguiente:
- Usted está casada con el Archiduque Conan -
Y ahí estoy yo, paralizada de la impresión, mientras en mi cabeza solo puedo pensar:
Ahí te voy, San Pedro.......
Siento cómo volteo mis ojos hasta quedar completamente en blanco y mientras termino de caer al piso, alcanzo a escuchar cómo la sirvienta grita:
- ¡SEÑORA...!
Y luego, PLOP...