Tentación Prohibida

**Isabella**

Egoísta, eso me acababa de decir mi madre recalcando la palabra, si fui un poco egoísta está vez, enfurecí cuando por fin la tuve enfrente le dije que me había fallado de nuevo me dejó sola, no vi que ella solo estaba haciendo lo que cualquier mujer aria estar con el amor de su vida en la enfermedad, pero no es lo que me molestaba que se hubiera preocupado por Mauricio antes que estar a mi lado lo que realmente me tenía así fue que no me llamó no se tomó un par de minutos para explicar.

Era demasiado tarde para ella disculparse y también era tarde para yo disculparme con ella, así que después de tener una pelea interna conmigo misma no pude hacer más que buscar un buen lugar para huir, en mi intento lo único que logré fue tener contacto visual con Alessandro, que raro es se supone que la rara aquí soy yo pero el me miro de una forma que no pude descifrar, me puso nerviosa esa mirada profunda y ese rostro sin expresión no puede sostenerle la mirada más que un par de segundos para luego salir huyendo de ahí.

Apenas me había alejado y mi teléfono estaba sonando Denis, bueno tarde pero está llamando.

El era el más lindo chico que había conocido además se había disculpado y dado explicar sin que yo se lo pidiera tampoco pensaba hacerlo por qué no quería una relación tóxica y menos a mi edad, el dijo que está mañana no me había llamado por qué se quedó dormido y además llegó tarde a su primer día de clases, apenas empezó la llamada saco mi primera sonrrisa del día y eso que estaba por terminarse, era muy gracioso y lindo me trataba como nunca nadie me había tratado.

Esa media sonrrisa que se formo cuando el llamo estuvo en mi rostro lo que restaba del día, mamá me había traído a casa luego de que pude entrar a ver a Mauricio, el estaba sedado y eso fue bueno para mí por qué yo no era buena hablando entonces no hubiera encontrado palabras para decirle en su estado.

Los días fueron pasando junto con ellos el mal estado de Mauricio, el empezaría a recuperarse en casa tal vez está tarde cuando esté de regreso en casa el ya esté ahí bueno eso dijo mamá que lo llevarían a casa por la mañana, seguro ahí estarían sus hijos y la verdad me incómoda la visita, me incómoda la forma en que me miran, como Irína quiere empatíasar conmigo no es mala pero el que sea demasiado buena conmigo no me gusta, también la arrogancia de su esposo el como su sola presencia puede cambiar el ánimo de una persona en cuestión de segundos me da escalofríos su personalidad, encuanto a Alessandro sus desplantes me incómodan es el más raro de los 3 aveces es bueno y luego es un gruñón, que diablos le pudo haber pasado para que sea así acaso es un loco bipolar, o solo juega conmigo, si no le agradó tan simple que sería ser como Demián un patàn arrogante.

Como si Denis tuviera poderes telepáticos me envió un mensaje, pregunto por mi día y que si podíamos vernos al salir de la escuela, no dude en responder que si nos viéramos, es que yo no quería estar realmente en casa esos días, seguro tendríamos metidos a todos en casa.

Eran cerca de las nueve cuando llegue a casa, no había ruido las luces estaban apagadas, muy despacio y sin hacer nada de ruido me iba escurriendo por las escaleras asta que las luces se encendieron y ahí justo en el centro de la sala estaba parada mamá se veía molesta estaba en pijama y tenía una copa en su mano, se llevó la copa ala boca dio un sorbo y la dejo sobre la mesa para después caminar y mirarme.

– Isabella Vans crees que estás son horas de llegar de la escuela para una muchachita de 15 años. – acaso Yelda estaba enojada por qué llegué tarde, la mujer que nunca llegaba para darme las buenas noches y que otro día temprano tampoco estaba en casa.

– Yo estuve con una amiga– no quería pelear entonces solo mantuve mi cabeza gacha y me cubría la capucha de mi sudadera.

– Isa es tarde no vuelvas a llegar a esta hora es peligrosa la ciudad para una niña como tú.

– Está bien mamá, me voy a mi cuarto tengo tarea y quiero ducharme.

– Isabella?– Volvió a repetir mi nombre justo cuando ya me estaba encaminando a la habitación.

–Si! – apenas respondi sin voltear.

– No ocultes tu rostro, no uses sudaderas con capucha y recoje un poco tu cabello eres hermosa dejale ver al mundo tu hermosura.

– Lo voy a pensar, necesitas algo más mamá.

– No eso era todo.

Subí más rápido las escaleras y me perdí en el pasillo.

Pasaron un par de días más, mamá había vuelto a trabajar yo había compartido el comedor en el desayuno hoy con Mauricio, no había sido incómodo como las otras veces, creo que por fin me estaba acostumbrado alas personas al ambiente entre ellas.

También por muy poco tiempo que llevara en la escuela las cosas habían mejorado, era la misma chica rara y sin amigas pero ya nadie me miraba ahora pasaba desapercibida para todos asta para los maestros, desde el principio me había puesto asta el final de las filas en los salones, eso me mantenia alejada de la opinión en clase..

Habían echo malos comentarios sobre mi en la escuela, aparte de decir que era la chica rara decían que estaba loca, y que además era muy fea llegaron asta a decir que yo tenía un rostro desfigurado por un horrible accidente que por eso lo escondía, pero nada de eso era cierto, esconderme detrás de mi pelo y de las gorras de mi sudadera era una forma de sentirme segura de no exponerme al mundo por completo.

Podría asegurar que ni mi madre conocía bien mi rostro, las únicas personas que me habían visto por completo eran mis amigos en el internado, y desde que había llegado a está ciudad solo Denis me había convencido de mostrarme natural con el.

Y no era que lo estuviera ocultando solo que no había llegado un momento indicado para levantar mi rostro y exponer quien soy.

Un cumpleaños!!! No mamá, te eh dicho que no me gusta ser el centro de atención, no quiero me niego rotundamente, y es mi última palabra.

– Isabella por favor es tu primer cumpleaños en familia, me hace mucha ilusión planear una fiesta contigo y para ti.

– Mamá no, no quiero, sabes que no me gustan mís cumpleaños, mi abuelo murió un día como esos, ese día que cumpliría 10 años mi abuelo no pudo llegar a verme.

– A tu abuelo no le gustaría que no festejaras tu cumpleaños solo por el.

– Igual no quiero no me gustan las fiestas.

– Aún qué sea una reunión familiar, puedes invitar a tu amiga.

– Familiar, con tus hijastros no mamá, ellos no son mi familia no quiero una falsa felicidad, no quiero nada.

Desaparecí como rayo de ahí, no quería que siguiera con esa tonta idea.

Paso el tiempo y mamá no volvío a decir nada más, le dije a Denis lo que ella quería hacer dijo que era buena idea lo de la cena así podríamos hablar con ella sobre nuestra relación, ya era tiempo de que ella supiera que esa amiga realmente era un novio.

Cuando hable con mamá y le dije que hiciéramos la fiesta se volvió loca, ese mismo día empezó a planear, me puse feliz por un momento ojalá siempre fuera así, ojalá todo lo que tuviera que ver conmigo le entuciasmara y no solo recordara en momentos que yo existía.