Romance Prohibido

Camila no podría creer lo que estaba pasando, ese chico la estaba besando, eso no estaba bien, ¡Mierda era su alumno! Colocó las manos en el pecho del chico e intento empujarlo, pero no lo logro, en cambio él, la sostuvo más fuerte y profundizó el beso, Camila sintió un cosquilleo en su bajo vientre y antes de que se diera cuenta, estaba correspondiendo a aquel  beso.

Justin al  darse cuenta de que Camila estaba respondiendo al beso, la pego más a él, aunque pareciera casi imposible, ella no se resistió, el comenzó a besarla con pasión, mordió su labio inferior y está abrió un poco los labios, cosa que el aprovecho para meter su lengua en la boca de ella.

! Mierda se sentía demaciado bien!

Jamás besar a una mujer se sintió tan bien, Justin sentía su cuerpo arder, una erección se estaba formando en su pantalones y eso nunca le había pasado con solo un beso, por su parte Camila estaba igual que él, sentía su piel arder y el cosquilleo en su bajo vientre había aumentado, podía sentir sus bragas humedesiendose. El beso tuvo que terminar por falta de oxígeno y ambos se miraron a los ojos, Verde y miel, analizando al otro.

- Cof, Cof. - se escuchó una tos muy cerca de ellos.

Ambos miraron a su derecha, Mariah los miraba a ambos con  una de sus rubias ceja alzada, luego miro solo a Camila, quién abrió la boca para decir algo, pero la volvió cerrar, miro al chico y su cerebro reacciono, ¿Qué estaba haciendo? Rápidamente empujó al chico, esta vez el no puso resistencia, así que logró alejarse  y sin decir nada camino hacia el baño del lugar.

Mariah miro a Justin analizandolo, luego sonrió y se marchó detrás de su amiga.

Camila entro al baño como un remolino , se miro al espejo y frunció el ceño. ¿Qué carajo le había pasado? ¿Cómo pudo corresponder a ese beso? y lo que más la intrigaba ¿Por qué su cuerpo reacciono de esa manera? ¡Se éxito con solo un beso! Eso no podía ser posible,  para ella siempre había sido difícil  excitarse, su ex siempre le reclamaba aquello, pero era algo que se salía de su manos. Pero ahora, con solo un beso de ese chico, su cuerpo reacciono.

!Mierda! ¿Que estaba pasando? Se pregunto.

Seguramente era el alcohol, sí, eso debía  de ser, no había otra razón para que con solo un beso se sintiera así.

- Haber, suéltalo todo, ¿Quién es ese hombre? - cuestionó su amiga entrando al baño.

- No es nadie. - respondió ella.

- Para ser nadie, te estabas divirtiendo con él. - comento Mariah sonriendo. - ¿Besa bien? - pregunto. Camila rodó los ojos.

- Eso no importa.- respondió, pero una vocecita en su interior respondió,  sí a aquella pregunta.

- ¿Lo conoces? ¿De dónde?

Miriah no iba a dejar el tema, la conocía perfectamente, y por Dios que no podía decirle que el chico era su alumno, decirle que acaba de conocerlo tampoco era una opción, Mariah sabía que ella no era capaz de besarse con un desconocido. Tenía que inventar algo muy convincente.

- Es un compañero del trabajo. - mintió diciendo lo primero que se le ocurrió.

- ¿Es un profesor? - cuestionó la rubia.

- Sí.

- Se ve algo joven. - musito esto. - Pero está guapísimo. Puedo entender porque te dejaste llevar.

- Eso no va a volver a pasar. - comento Camila.

- ¿Por qué? El te gusta, tú le gustas, no le veo el problema. - Dice Mariah despreocupada. - ¿O acaso hay algo más que no me quieres contar? - cuestiona.

- No. Es solo que yo no estoy para estas cosas ahora Mariah, lo sabes, después de lo que pasó con Andrés, yo prefiero estar sola un buen tiempo. - explica Camila, su amiga frunce el ceño.

- No tines porque hacer eso, Andrés es un imbécil. No supo cómo hacerte sentir bien y te culpo a ti. - comenta Mariah. - Para serte sincera  te vías cómoda con ese hombre y eso nunca lo ví cuando te besabas con Andrés.

Camila la miro incrédula, abrió la boca para decir algo y refutar lo dicho por su amiga, pero no se le ocurrió nada, decidió dejar el tema ahí.

- ¿Sabes? Ya creo que es hora de irnos. - comento. - Ya he tomado bastante y estoy comenzando a sentirme mareada.

Mariah rodó los ojos. - No aguantas nada, pero está bien, voy a llamar a un taxi. - dijo y Camila asíntio.

Justin se encontraba afuera del bar, en el estacionamiento junto a su moto, estaba casi seguro que Camila pronto saldría del bar y quería verla por última vez en la noche. Justo así fue, minutos después  ella salió junto con su amiga. Camila miro hacia dónde él estaba, los separaban  escasos metros así que a pesar de la poca  iluminación del lugar podían verse claramente, sus  ojos se volvieron a encontrar y Camila sintió un escalofrío recorrer su espina dorsal, aquello la molesto y aparto la mirada.

¡Estúpido niño!  pensó enojada con el chico y con ella misma por sentirse  así.

- Ahí está el taxi. - hablo Mariah a su lado.

Camila miro a donde su amiga señaló y asíntio, ambas caminaron hacia este, Camila no pudo evitar voltear y ver cómo Justin aún la miraba, rápidamente volvió su mirada al frente.   Justin sonrió y subió a su moto, vio como el taxi dónde iban las chicas arranco, quiso seguirlas para saber dónde vivía su  sexy profesora, pero echo esa  ida fuera de él, tampoco era un acosador, sonrió y se colocó su  casco. La noche había   ido  bien, logro probar los labios de Camila y eso lo iba a tener muy feliz por  el resto del fin  de semana.

El fin de semana término, ya era lunes por la mañana y Camila se terminaba de alistar para ir a dar clases, de miro en el espejo comprobó que todo estuviera bien, llevaba puesto una blusa estilo esqueleto de color beige, una falda de cuero s negra que le llegaba hasta las rodillas, un saco del mismo color de la falda, unos zapatos de tacón beige. Tomo si reloj y se lo colocó miro su maquillaje y sonrío satisfecha, to.o su bolso negro, guardo su celular y salió de su habitación.

Se encontró con su hermana en la sala, la cual estaba estudiando.

- No entiendo que haces despierta tan temprano. - comento.

- Tengo un parcial hoy, quiero ir preparada. - dijo Celeste. Camila sonrió y movió la cabeza de un lado a otro, su hermano no tenía remedio.

- Bueno, me voy. - dijo y se acercó a su hermana. - Que tengas suerte. - le dió un beso en la mejilla y camino hacia la puerta. - Hasta luego.

- Hasta luego, que te valla bien. - se despidió Celeste.

Camila salió de la casa, camino hacia dónde estaba su auto y saludo a su vecina quien se encontraba regando su jardín. Entro a su auto y arrancó.

Cuarenta minutos después llegó a la escuela,. estaciono su auto y se quedó un rato dentro viendo a los estudiantes quienes conversaban animosos mientras esperaban que la campana sonara y se abrieran las puertas de la institución. Repaso con la mirada todo el lugar, estaba nerviosa, no quería encontrase con Justin, lo cual era estúpido porque hoy le tocaba dar clases al curso de él, pero quería retrasar el verlo lo más que pudiera. Decidió dejar de pensar tanto en eso y salió del auto. Varios alumnos la saludaron y ella respondía con una sonrisa amable como siempre. Suspiro aliviado cuando llego a la sala de profesores.

Las horas pasaron y había llegado el momento que la había tenido nerviosa todo el día, Camila estaba justo enfrente del salón de último año. Dejó salir un suspiro y tomo la manija de la puerta.

- Buenas tardes. - dijo entrando al salón sin mirar a los alumnos, no quería encontrase con la mirada de él. - Espero que hayan tenido un buen fin de semana. - dijo acomodando sus cosas, aún sin mirar el frente, podía sentir la mirada de él sobre ella. Y no se equivocaba, Justin la miraba, mientras recordaba aquel beso, no la había visto en todo el día y sospechaba que era porque ella se encargó de que fuera así. - Bueno primero que nada, tráiganme su trabajos. - dijo Camila y por fin se atrevió a levantar la vista, lo primero que vio fue por supuesto a el mirándola, desvío la mirada hacia un lado y sonrió su alumnos los cuales comen,aron a levantarse para entregar su trabajo, Justin se levantó de su asiento y camino hacia ella, Camila lo vio con el rabillo del ojo, sintió su corazón acelerarse.

- Buenas tardes profesora. - dijo llegando a su lado.

- Hola joven Miller. - saludo fingiendo acomodar los trabajos para no mirarlo. Justin sonrió al verla nerviosa, no dijo nada y le entrego el trabajo. Camila respiró aliviada cuando el se elejo, les dió la espalda a su alumnos minetras volocoba los trabajo en el escritorio y aprovecho para tomar aire, tenía que dejar su nervios atrás y dar la clase.

La clase había terminado, los alumnos se levantaron de su sillas para marcharse al último descanso de la jornada. Camila acaomdaba las cosas dando la espalda, Justin no se había marchado, espero que todos salieran y cuando estuvieron solo se colocó detrás de ella. Camila sintió la presencia de alguien u dió la vuelta.

- ¿Que hace aquí aún joven Miller? - cuestionó ella tratando de disimular su nerviosismo.

- ¿Quería preguntarle algo? - cuestionó el.

- ¿Así? Supongo que es acuerda del examen de la próxima clase. - cuestionó y se echó un poco para atrás, el chico estaba demaciado cerca.

Justin sonrió. - ¿Quería saber si pensó en mi este fin de semana? Por qué le confieso que yo no pude dejar de hacerlo, ese beso venía a mi mente a cada minuto. - dijo. Camila sintió sus mejillas arder.

- Lo.. - trato de hablar pero su voz desfalleció, carraspeó y volvió a intentarlo. - Lo que pasó el vienes no significó nada para mí joven Miller, yo confieso que estaba algo ebria, créame que en mis cinco sentidos jamás hubiera permitido que algo como eso pasara. - hablo tratando de sonar lo más tranquila posible. Justin sonrió.

- ¿Si es así, por qué está tan nerviosa profesora? - le pregunto acercándose más a ella, Camila retrocedió. pero se tropezó con la mesa, Justin la acorraló acercándose más a ella.

- ¿Qué hace? alejense ahora mismo. - dijo, pero este hizo caso omiso a su orden.

- Profesora yo la deseo. - dijo y Camila abrió los ojos al escuchar aquello. - Y sé que usted también me desa, lo pude sentir durante aquel beso, su cuerpo se estremeció y respondió con pasión y lo puedo sentir ahora, su respiración está acelerada y su cuerpo despide calor. - dijo. Camila sintió su corazón dar un vuelco.

.- Quién crees que eres para hablarme de esa manera  niño?  - cuestionó  entre indignada y nerviosa por sus palabras y cercanía tenía que alejarse de ahí, ese chico la ponía demaciado mal , !Mierda! ¿por qué le pasaba esto con él?

Él esboza una sonrisa de suficiencia y la toma por la cintura cortando la pequeña distancia y pegándola a su cuerpo, Camila ahoga un pequeño grito y lo mira a los ojos. Le encanta ponerla nerviosa, él sabía que no le era indiferente, solo tenía que insistir y demostrarle de muy buenas maneras que el podía hacerla temblar de placer.  

-  Soy el “niño" que te hará gemir de placer justo aquí. - musita y  junta sus labios en un ardiente beso que enciende todo el fuego que ella creyó no era capaz de sentir.

Camila sintió sus piernas temblar, y su piel encenderse, !Carajo eso no estaba bien? Pero que bien se sentía. Ella correspondió al beso, se sujeto del cuello del chico y este la levanto colocándola en el escritorio, sus manos comenzaron a acariciar sus piernas y sus besos descendieron a su cuello, de su labios salieron unos gemidos de placer.