MATRIMONIO ARREGLADO.

'Diana'

Tal ves parezca loco pero.. luego de que Sam me besara sentí una debilidad dentro de mi que aflojo mis sentimientos y me permitió llora, no quería parecer una débil delante de él pero por más que trate no lo pude retener.

Han pasado ya dos meses desde ese acontecimiento y todo entre nosotros volvió a la normalidad. Él me ignoraba como lo habíamos acordado y por mi parte también lo evitaba.

La hora de cenar llego y me senté a comer sola, como jamás antes lo había hecho.

Pensaba en preparar mi cena he ir a el hospital para si quieta comer en compañía de mi padrino pero.. ya era muy tarde y no creo que me permitan hacerlo.

Fundida en mis pensamientos termine de cenar, lave lo utilizado y volví a trabajar hasta que me bajara sueño.

Las horas siguieron corriendo, eran aproximadamente la 1 de la madrugada y no podía conciliar el sueño.

Suspire pesadamente para luego ir por una taza de leche fría y volver a trabajar.

Luego de unos 20 minutos la puerta se abre y cierra, algo a lo que no le tome importancia.

- ¿Que haces aún despierta? - escuché decir a Sam y voltee a verlo encontrandolo en compañía de una mujer. - ¿*No te he dicho que no me esperaras?

- No estoy esperándote, estoy adelantando el trabajo y esperando a que el sueño me baje*.- respondí volviendo mi mirada a mi laptop y seguir trabajando.

- Cielo, ¿esta es la mujer con la que tus padres te han obligado a casarte? - preguntó la mujer que lo acompañaba.

- Si, ella es Diana.- respondió él pero ni siquiera me gire a verlos.- Diana.- me llamó y lo vi.- Ella es Mía, mi novia.- comentó y me puse de pie.

- Un gusto conocerla señorita, sea usted bienvenida. - respondí viendo como ella sonreía y Sam fruncia su seño. Volví a sentarme en mi lugar y seguí trabajando.

- *Iremos a mi habitación, espero que no nos interrumpas.

- No hay problema, estaré aquí trabajando*.- respondí sin verlos para luego ya no oírlos más.

El teléfono de la casa sonó y me dirigí a atenderlo.

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^^^*Familia Evans, lamento la hora a la cual estoy llamando pero quería notificar que el señor Mario a despertado.^^^

- ¿¡Lo dice en verdad*!? - respondí emocionada.

^^^??:^^^

^^^*Si señorita, si gusta puede venir a verlo.^^^

- Enseguida voy para allá*.

Finalice la llamada y corrí rápidamente las escaleras para luego entrar a mi habitación por mi abrigo y mi bolsa, volví a salir corriendo y antes de que pudiera bajar por las escaleras veo a Sam salir de su habitación y la mujer detrás de él llorando.

- ¡Esto es tu culpa! - Gritó ella viéndome.

- Yo.. estaba de salida, no fueron mis intenciones molestarlos.- respondí para luego bajar las escaleras y ser alcanzada por Sam cuando estaba a punto de salir.

- ¿A donde se supone que vas a esta hora? - pregunto con preocupación mientras me tomaba del brazo.

- *Yo..

- ¡Sam por favor! piensa bien las cosas, fuimos novios por muchos años y que lo dejes ir por esta..

- ¡CIERRA LA MALDITA BOCA Y VETE DE MI CASA*! - Gritó molesto he intenté salir pero él no me lo permitió, me alejó de la puerta y la abrió para luego señalarle la puerta a la mujer.- *Vete y no vuelvas a buscarme, soy un hombre casado que no necesita de otra mujer más que la que lleva el anillo.

- Te arrepentirás de esto y para cuando eso suceda.. ni sueñes con que estaré allí*.- añadió para luego marcharse de aquí.

Voltee mi mirada a Sam quien me soltó el brazo y se dirigió a la sala.

No dije nada, solo abrí nuevamente la puerta y salí de la casa para luego esperar enfrente a que pasara un taxi.

- ¿*Que haces? - escuché decir a Sam y voltee encontrandolo parado detrás de mi con sus manos metidas en su bolsillo.

- Espero un taxi*.- respondí y lo vi fruncir su seño.

- ¿Y para que esperas un taxi? - Pregunto.

- Tengo que ir a el hospital, mi padrino acaba de despertar y quiero verlo.- respondí emocionada viéndolo sorprenderse.

- Vamos, yo te llevare.- Dijo caminando a mi, tomando mi mano y guiándome a su carro. Una ves ambos nos montamos en él, dio marcha y comenzamos el camino. -¿ *Porque no me lo dijiste antes?

- Tu dijiste que no te molestara y..

- Ya no importa*.- respondió para luego tomar mi mano, algo que me extraño.- Él despertó y es lo que importa. - Añadió mientras sonreía.

Trate de soltarme de su agarre, quizás y lo hizo intencionalmente pero.. Él me sujeto con más fuerza mientras veía el camino.

Nos detuvimos en un semáforo ya que se puso en rojo y él volteo a mi para luego tomarme de ambas mejillas y estampar sus labios con los míos.

No reaccione, pues luego de 2 meses en los cuales nos ignoramos mutuamente que el viniera y me besara.. era algo extraño.

*Quizás y estaba feliz porque mi padrino desperto*

Sentí sus dientes aferrarse no muy fuerte a mi labio inferior y abrí mi boca permitiendo que él pudiera besarme con más facilidad y provocar que lo siguiera.

Un bocinaso detrás de nosotros nos despertó y ambos nos vimos para luego reincorporarnos en nuestros respectivos lugares. No podía evitar sentir como mis mejillas ardían y su encantadora risa provocó que volteara a verlo.

- Quizás es algo nuevo para ti pero.. debes acostumbrarte, lo haré más seguido y no quiero que cada ves que lo haga te sorprendas. - Dijo viendo el camino y solo asentí.

¿Que más podría hacer? Él era quien tomaba las decisiones y yo debo de ser quien las acate.

- Por cierto y para que conste.. ella llego a el restaurante en el cual me encontraba con un amigo, no fui a buscarla ni tampoco la llame.- estaba por decirle que eso no me importaba pero.. su mirada me dio a entender que era importante para él tener una respuesta como su esposa.

- Me alegra saberlo.- respondí y lo vi asentir con una sonrisa para luego sentir su mano acariciar mi mejilla.

El resto del camino nos la pasamos hablando de él porque aún no estaba durmiendo y aunque le dijera una y mil veces que solo estaba desvelada, él quería que admitiera que lo estaba esperando.

Al llegar a el hospital nos encontramos con la señora Elena, quien nos sonríe.

- Al parecer también fueron informados de las buenas nuevas.- comento y ambos asentimos.

- Estoy realmente feliz de saber que mi padrino despertó y no veo la hora de verlo. - Respondí y sentí el brazo de Sam envolverme desde mis hombros.

- Tranquila cariño, ahora mismo lo veremos.- *respondió sonriéndome y dejándome nuevamente sorprendida. *¿Que le pasa? ¿A caso trata de fingir frente a su madre*?*

- Veo que ya se empiezan a llevar mejor. - comentó señora Elena.

- Si madre, ambos comenzamos a llevarnos bien.- respondió él para luego besar mi cabeza.- Entremos, también quiero ver a mi padre.

Ambas asentimos y entramos juntos. Al llegar a la habitación de mi padrino no pude evitar reír al oír como coqueteaba con una de las enfermeras.

- Veo que aún no pierdes la maña, Ex esposo. - Dijo la señora Elena por lo que mi padrino levanta sus hombros para luego vernos a Sam y a mi.

- Padrino.- Dije con lagrimas en mis ojos para luego correr a él y abrazarlo.- *Tenía miedo de que jamás despertarás.

- Cielo, Jamás podrás deshacerte de mi*.- respondió acariciando mi cabello.- *No puedo dejarte sola sola este mundo tan injusto.

- No está sola Padre, ahora me tiene a mi*.- dijo Sam y al igual que mi padrino voltee a verlo.

- *Así que.. ¿eso quiere decir que me puedo morir en paz?

- ¡Ni se te ocurra*! - dijimos Sam y yo al unísono para luego vernos y sonrojarnos.

- Jajaja sus caras. - *Río mi padrino junto a señora Elena. *¡Que vergüenza! ¡tragame tierra*!