Continuación de la historia "Una vida llena de misterios y fantasías".
Feng Bao-Liang una pequeña princesa fue bendecida por un misterioso ser sobrenatural que los hombres apodaron el "Gran Dios Fénix". Y así un pequeño pueblo se convirtió en un gran imperio, abasteciendo a los ciudadanos de toda la fertilidad de la tierra.
pero...¿Por qué? nadie lo sabía...
Cuando la princesa nació, el gran fénix se presentó y la nombró como tesoro imperial.
El tiempo pasó y la princesa creció junto a su hermano mayor.
Todo parecía ir de maravilla hasta que la guerra se desató; entonces las cosas cambiaron...la vida de la pequeña princesa cambió completamente.
Ahora ella debe proteger a su imperio, buscar el porqué ese fénix la cuida y le enseña a controlar su maná espiritual sin pedir nada a cambio...¿Logrará Bao-Liang encontrar respuestas antes de lo inevitable? Porque después de todo un destino cruel le espera..
NovelToon tiene autorización de Feng Liang para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 6:
— Cuenta la leyenda que tiempos atrás, cuando el Gran Dios Fénix aún visitaba a la familia Feng, cuando el imperio todavía estaba en crecimiento. En esos tiempos también aparecieron demonios tomando forma de animales silvestres incluso de los más inofensivos. Nadie lo sabía, hasta que los viajeros los vieron, en los bosques. Algunos demonios con una hermosa apariencia. Seduciendo a cualquiera. Sin embargo, el demonio zorro fue uno de los más relevantes, con su astucia y habilidad en seducción, se dice que hizo que el emperador de un imperio extranjero cayera a sus pies. El hombre fue hechizado y utilizado para los beneficios de ser. El imperio fue llevado a su perdición y desde entonces las personas odian a los demonios en especial a los zorros. —
— Señor, ¿Es verdad que ese demonio zorro era una hermosa joven de inigualable belleza? —
Pregunta uno de los soldados, el general levanta la cabeza y observa a varios soldados reunidos alrededor de la fogata escuchando su historia, su pequeña nieta mirándolo con interés a su lado. El viento soplando ligeramente dándole un toque de misterio al momento.
— Así lo cuentan. —
— General, yo escuché de mi abuela que esa mujer fue quemada para deshechizar a ese emperador. —
— Es probable que lo hayan hecho. —
— Me gustaría ver a un demonio tan hermoso. —
Expresa sonriendo un soldado, los demás niegan la cabeza, uno de ellos le da un golpe en la cabeza.
— ¡Oye! —
— ¿Estás loco? —
— ¿Quieres perder la cabeza por un demonio? ¡Hmph! Eso es absurdo. —
Exclama el general cruzándose de brazos, el soldado solo se soba donde le golpearon y baja la cabeza avergonzado mientras los demás ríen de su compañero.
— Señor ¿Cómo podemos no caer ante el encanto de un demonio? —
Pregunta otro soldado, el hombre mayor piensa unos segundos antes de responder.
— Mientras su fe en el Dios Fénix sea inquebrantable, no caerán bajo esos sucios hechizos. —
— Abuelo, entonces desde ahora ¿los demonios siguen existiendo? —
— Así es. —
— ¿Por qué nadie cuenta sobre eso? —
— Porque casi nadie ha visto uno realmente, por lo que solo son leyendas y cuentos de los viajeros. Por eso debemos tener cuidado en estos bosques. —
La pequeña Bao-Liang asiente dando un último vistazo al denso bosque tras ellos, después de unos minutos el general y el emperador se despiden y se van a su carpa a descansar.
— Buenas noches, abuelo. Buenas noches, padre. —
Se despide la niña entrando a su carpa, los dos mayores asienten con una sonrisa.
— Descansa. —
Mientras tanto entre los árboles, a una considerable distancia estaban dos desconocidos observando todo lo que había sucedido.
— Vaya, pero que bien piensan de tí. —
Se burla una bella joven mirando al desconocido, sentado entre uno de los brazos de un árbol.
— Cállate, esos humanos... si no fuera por ella ya los hubiera calcinado. —
Expresa el desconocido con indignación observando a los soldados patrullando toda la zona.
— ¿Una humana? —
Cuestiona la joven mirando hacia esa carpa.
— No es cualquier humana, es la que estábamos esperando. —
— Es realmente sospechoso. —
Réplica la mujer con desconfianza.
— Deja de dudar, es ella la elegida. —
El desconocido baja del árbol y observa la carpa de la pequeña princesa.
— La bendecida por el Fios Fénix. —
Ambos empiezan a reír a carcajadas pues saben que ese dichoso dios Fénix es un demonio.
— El jefe jamás protegería a una familia de humanos solo porque sí. —
Exclama con seriedad el desconocido, la mujer lo mira y parece dudar de ello.
— ¿Qué tal si el jefe ya es bastante viejo y quiere regalarle su poder a esa niña? ¡Eso es imposible! ¡No lo permitiré! —
Y antes de que ella pudiera salir del bosque e ir hacia esa carpa y eliminar a la pequeña humana, el desconocido le lanza un hechizo congelándola en su lugar.
— No tengas prisa, todo a su debido tiempo. Si no es ella, simplemente la dejamos en paz. Pero estoy seguro de que es ella. —
— ¡Suéltame! ¡Déjame matarla antes de que... Espera, ¿Ella que es? —
La mujer deja de forzar mientras mira al desconocido y este sonríe.
— La dueña de esa espada antigua. —
— ¿Te refieres a la sagrada espada que el antiguo Dios dejó en nuestro reino? —
— Exactamente. —
La boca de la joven se abre con sorpresa, no lo puede creer, pero tampoco puede ser imposible viniendo de su compañero.
— Eres un zorro, naturalmente eres bueno mintiendo, ese anciano tenía razón. —
Comenta ella sin mirarlo, el desconocido suspira.
— Bueno, quizás tengas razón. Pero estoy seguro de que es ella la dueña de esa arma. —
— ¿Una humana? —
Cuestiona una vez la mujer con desconcierto, el otro asiente.
— No es cualquier humana. Feng Bao-Liang es toda una genio, aprendió a hablar a los dos años. —
Ella niega con la cabeza con total decepción.
— Eso no es nada de genios, los niños promedios empiezan a pronunciar palabras a su primer año de vida. Ella debe ser una retrasada. —
— No puedes decir eso de ella. Eso fue un pequeño detalle. Xiao-bao empezó a practicar el esgrima a los 5 años. —
Exclama con orgullo el desconocido y ella solo suelta un pequeño suspiro nuevamente.
— Los niños acogidos por los monjes taoístas y budistas aprenden eso desde su nacimiento. —
— Eso no es todo, ella aprendió a leer a esa misma edad. Su escritura es perfecta además de que como cualquier otra dama de la alta sociedad sabe pintar, bordar y tocar instrumentos musicales. —
Intenta convencerla.
— Todo mundo sabe hacer eso, no es nada interesante. —
— Y por último, ella es la elegida por el jefe. —
La mujer asiente sin darse cuenta mientras sigue mirando hacia la carpa en donde duerme la pequeña princesa.
— Eso ya lo veremos mañana. —
— Te aseguro que logrará domar esa espada. —
Agrega el desconocido mientras ambos se quedan vigilando para que nada suceda.
Por otro lado, dentro de la carpa yacía la pequeña Bao-Liang estornudando sin parar mientras intentaba dormir.
— Madre, no tiene que preocuparse por Bao-Liang. —
Murmura en silencio mirando su colgante que le había regalado ella, brillando apenas entre la oscuridad.
— Bao-Liang ayudará a padre a derrotar a los malos y volverá a casa. —
Apretó el colgante a su pecho y el sueño empezó a dominarla, después de todo había sido un largo día y ella solo era una pequeña con ganas de demostrar su valentía y poder.