Caperucita Roja: El Eco De La Noche

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A pesar de esa sensación terrorífica, los hombres siguieron caminando y llamando a sus amigos.

FERCHO: Esto ya no es para nada bueno._(preocupado)

LINO: Es extraño que no aparezcan ni contesten._(alumbrando con su linterna los alrededores)

PEDRO: Sigamos buscando, tal vez estén más adelante y no nos escuchan.

Preocupados siguieron avanzando, aunque esa noche parecía una enorme boca abierta esperando a quien devorar, la inquietante oscuridad parecía absorber sus esperanzas de encontrar a sus amigos y las enormes ramas parecían titiriteros manejando a su antojo las espeluznantes sombras que se asomaban en la luz de las linternas, dichas sombras se movían de un lado a otro bailando con gracia y burla ante los ojos de los leñadores, esas sombras parecían  querer arrancar sus vidas y dejarlos sepultados en medio de ese enorme laberinto sin salida.

FERCHO: Regresemos al campamento._( sintiendo la presión de la noche y la amenaza de esa bestia dormida, llamada bosque)

LINO: Esperemos que estén allá._(preocupado)

PEDRO: Deben estar allá, no pudieron desaparecer así porque sí.

El camino de regreso fue igual, un camino lleno de susurros lamentables, susurros queriendo sacar a la luz secretos olvidados  llenos de mitos y leyendas oscuras. Cada paso hacía crujir el suelo evocando murmullos oscuros y risas escalofriantes. Al llegar al campamento, todo estaba envuelto en la oscuridad y la inquietud se hizo más palpable.

PEDRO: No habrán sido atacados por un animal  ¿No?

FERCHO: Por aquí cerca no hay animales peligrosos._(alumbrando a los alrededores)

LINO: ¿Entonces dónde están? ¿Por qué no han regresado? ¿ Por qué no los encontramos?_(nervioso)

PEDRO: esperemos un poco más. T-Tal vez al ser tan tarde estén refugiados en algún lugar.

FERCHO:  Tienes razón, tal vez les cogió la noche y prefirieron quedarse en algún lugar._(preocupado)

Aunque querían ser positivos,  el pánico poco a poco se estaba apoderando de ellos. no solo por la ausencia de sus amigos sino también por el misterio del bosque, los lamentos y susurros que comenzaban a llamar sus nombres y sobre todo por la sensación de ser observados. Atemorizados, encendieron una fogata y se sentaron alrededor a esperar la llegada de sus amigos.

LINO: Si no llegan, en la mañana los buscaremos._(alumbrando con su linterna a la lejanía del oscuro bosque)

PEDRO: Claro, la luz del día nos hará más fácil la búsqueda si aún no aparecen._( con positividad)

FERCHO: Confiemos en que aparecerán.

LINO: Fercho, ¿Por qué tienes sangre en tus zapatos?_(viendo que los zapatos del hombre estaban sucios de sangre por todos lados)

FERCHO: No sé, debí pisar algún animal muerto._(viendo sus zapatos con tranquilidad)

PEDRO: No ví ningún animal muerto en el camino._( levantándose desconfiado)

FERCHO: ¿ Que quieres decir con eso?_(molesto)

LINO:   No había ningún animal muerto en el camino, ¿ De quién es esa sangre?_(tomando un machete)

FERCHO: ¿Están insinuando que les hice algo a los demás?_(preguntó furioso por la acusación)

PEDRO: ¿Dinos qué les hiciste? _(con un hacha en la mano)

FERCHO: No les he hecho nada… ¿Creen que si les hubiera hecho algo estaría  preocupado buscandolos?

LINO: Lo podrías estar haciendo para que no sospecharamos de ti._(alerta a los movimientos de Fercho)

FERCHO: No sean pendejos, no tengo motivos para hacerles algo,  ellos son mis amigos._(poniéndose de pie)

PEDRO: Más te vale que estén bien y no les  hayas hecho algo._(apuntandole con el hacha)

FERCHO: No les he hecho nada y esta sangre puede ser de algún animal que no vimos en el camino.

LINO: Espero sea verdad, de lo contrario yo mismo te mataré y llevaré tu cabeza con la familia de ellos._(amenazándolo con el machete)

FERCHO: No tengo nada que ocultar, a esos pendejos no los volví a ver desde que salimos de aquí en la mañana._(volviéndose a sentar)

Desconfiados Lino y Pedro se sentaron cerca a la fogata a la espera de que sus amigos aparecieran o que amaneciera rápido para ir a buscarlos. Con el paso de las horas, la noche se sentía como un manto pesado que arrancaba el aire del ambiente para convertirlo en sombras de desespero llenando el lugar de un silencio ominoso, la fogata que los leñadores habían encendido para tener algo de calor,  parpadeaba lanzando sombras inquietantes que danzaban entre los árboles.

PEDRO: Si están bien, ya debieron de haber regresado._(comentó mientras miraba hacia la oscuridad)

LINO: Roco no amaneció en el campamento y por más bromista que sea, no es de desaparecer todo el día, Luis no estaría solo en el bosque de noche y Alfonso quedó en que nos reuniéramos aquí. Entonces, no entiendo qué pudo haberles pasado._(realmente preocupado)

Fercho en silencio pensaba que les pudo haber pasado para que aún no aparecieran, no era normal de ellos desaparecer así.

FERCHO: Apenas amanezca, volvemos a buscarlos, no pudieron desaparecer así como así sin dejar rastro._( Su voz temblaba ligeramente, debido a la inquietud y preocupación que lo invadía.)

Al escuchar las palabras de Fercho, Pedro  se encogió en su lugar,  algo dentro de sí le decía que estaban en peligro, que ese bosque no era tan seguro como creían. Además, recordó que Luis le dijo que no se sentía seguro en ese bosque, que sentía que lo observaban y lo seguían, Pero el había ignorado esas palabras creyendo que el hombre solo se estaba dejando llevar por las palabras de Roco y las historias de terror que este contaba acerca  de los bosques y lo que acechaba en ellos.

PEDRO: ¿Y si...?_(Trató de decir, Pero la idea era algo descabellada) 

LINO: ¿Y sí qué?._(preguntó  inquieto)

PEDRO: ¿Y si Roco les hizo algo? Es decir ¿si fue él quien les ha hecho alguna de sus bromas para asustarlos?  Desde que llegamos a este lugar, no deja de hablar de cosas paranormales, todo el tiempo fue haciendo bromas sobre muertes, se llenó de sangre y no dejaba de mencionar la llorona, la Patasola y demás entidades demoníacas. Ese comportamiento, ustedes saben que era muy molesto y Roco no mide sus bromas._( dijo con voz baja para que solo Sus compañeros escucharán, aún así, sus palabras flotaron en el aire como un eco)

Fercho lo miró con algo de  incredulidad, Pero sabía que era verdad, Roco no media sus bromas y era algo extremista cuando las llevaba a cabo.

FERCHO:  Tienes razón, Pero si es así ya debieron de haber llegado, desde la mañana no han comido y el bosque de noche es más peligroso. 

LINO: No saquemos más conclusiones, apenas salga el sol los buscaremos y si en verdad Roco es el causante de esto, juro que lo mataré a golpes._( replicó, sintiendo que el miedo se estaba apoderando de él)

Cuando él terminó sus palabras, el viento aulló entre los árboles, como si quisiera  responderle a sus temores. La claridad poco a poco se acercaba al campamento  y las sombras nocturnas dejaban de danzar para entrar en un sueño profundo. Los tres hombres intercambiaron miradas dando a entender que ya faltaba poco para que el sol alumbrara el bosque para que ellos fueran en busca de sus amigos.

FERCHO: Esperemos un poco más hasta que el día sea más claro._( dijo intentando sonar más seguro de lo que se sentía)

PEDRO: Está bien, con la luz del día podremos buscarlos mejor.