Alguien Te Mira

Maddi, camino en circulo por su nuevo hogar, escucho Tranzas y así sentía ella, se sentía Mori, fue hasta su nevera saco una botella de vino, comenzó a tomar, por primera vez estaba sola completamente, luego de su ruptura con Anthony, se sentía destruida lloraba, no fueron dos días de su vida que le invirtió a esa relación que solo el lanzó a la borda como cualquiera cosa, sin ni siquiera intentar recuperarse. Ella se lo pidió muchas veces porque sentía que algo pasaba y solo le decía que todo era producto de su imaginación. Prendió las luces del patio y camino sola, limpio sus lágrimas bruscamente se sentó al borde de la piscina metiendo sus pies en el agua. Llamo a Diego, llorando y le pidió nuevamente perdón por haber dejado su amistad suspendida en el tiempo por un mierda que no la supo valorar. El se alarmó y quiso ir con ella, pero ella se lo prohibió rotundamente. Ella necesitaba estar sola, aprender a estar sola a valerse por si misma.

Miro al cielo estrellado y supo que ese mal momento pasaría y terminaría siendo una mujer mucho más fuerte, pero en ese momento no tenía muchas fuerzas, se acostó a la orilla de la piscina con sus pies metido en el agua, chapoteo el agua con sus pies.

Tenía algo de frío, limpio de nuevo sus lágrimas. Recordo ese día que se casaron a escondidos de todos, porque nadie estaba de acuerdo de su relación, les parecía que todo era muy apresurado porque eran demasiado jóvenes, para tal compromiso, pero hay estaba ella queriendo lo todo a la ligera sin pensar en las consecuencia. Fue tan feliz por años, todo fue como en las Novelas que ella solía escribir. Se levantó, se fue tambaleando a buscar su laptop era el momento de comenzar a escribir su nueva novela, pasaba por un bloqueo del escritor, y por primera vez se dejaba abrumar por todo, pero debía comenzar a redirigir su vida.

Inicio su historia con una ruptura de un matrimonio de mucho años por una tercera en discordia, era su historia ¿Que tenía aquella mujer que ella no? Si, ella dió todo para hacerlo feliz, en el camino se perdió tanto así misma y talvez ese fue problema. Volvió a tomar. Cerro molesta su laptop y salió de regresó a la piscina, se sentó a la orilla.

La botella se acabó y la lanzó al agua, se paró con su paso torpe casi cayó a la piscina y miro que la luz de la casa vecina se prendió se asustó un poco, pero estaba tan tomada que no le dió mayor importancia camino dentro de la casa por otra botella. Las pidió por delivery, luego de quedar sola. Necesitaba su propio cierre sola, salió nuevamente al patio y se acostó en una gran silla miro la luz prendida de la casa vecina la figura de un hombre mirando a través de ese gran ventanal ya se encontraba bastante tomada estaba alucinando porque aquella gran casa se encontraba sola. Se imaginó siendo observada y le dió bastante risa a quien le interesaría verla. Aunque era una idea escalofriante o talvez no, volvió su mirada a la gran venta y estaba apagada. Se encontraba alucinando de verdad.

Tanto sueño y planes roto pero en qué momento fue que comenzó todo aquello.

-A tu salud! Elevó su botella al cielo. muy tomada ya su razonamiento no era nada coherente

Bien dicen que borracho no es gente pues hay estaba ella demostrando que tan cierto era tal dicho.

Luego de molestarse por sentirse vigilada. Bailó como loca.

Después que el alcohol comenzó hacer efecto en su manera de razonar de una forma coherente, se puso a bailar, encendió todas las luces, colocándose ropa bastante reveladora.

Si, la querían mirar pues que la vieran en su máximo esplendor...

Amaneciendo fue que logro quedarse dormida, pero le escribió antes a Diego.

-¡Chavi, alguien me mira! Su voz se escuchaba tomada...

El domingo era su último día libre del fin de semana, para inicial de nuevo su rutina en su trabajo. Ya que retomaría su trabajo a tiempo completo porque necesitaba de la plata.

La luz de la mañana se coloca por su ventana haciendo que Maddisson, tapara sus ojos con su almohada furiosa de no poder dormir bien.

-¡Demonio! Grito muy frustrada por no poder seguir durmiendo.

Sentía mucho dolor de cabeza.

Frotó su cabeza y recogió su corto cabello. Ya libre de la influencia del alcohol podía pensar con claridad, se encontraba alarmada por sentirse observada desde esa imponente casa vecina que parecía sóla.

Su casa toda abierta con esas grandes ventanas que dejaba poco a la imaginación de lo que pasaba adentro.

Recordó que luego de escribir por mucho tiempo en su ordenador aún no tenía sueño, solo tenía el presentimiento de ser observada.

Miraba a la casa sin luz y sentía miedo.

La casa, daba mucha vista a su casa, los antiguos dueños talvez la hicieron con ese objetivo y aunque ahora estaba sola o eso decían, sentía miedo.

¡No, se sentía segura!

Maddi, refunfuño por no poder seguir durmiendo lo suficiente, se levantó y fue a bañarse pensando en las locuras que había hecho tomada.

(Borracho no es gente pensó para ella misma).

Había recogido su cabello, para darse un baño rápido, se vistió con un hermoso croto azul, un mono gris bastante ancho.

Dejo su cabello suelto, se puso algo de maquillaje, colocó un solitario en su oreja, se calzo sus zapatos deportivos y por último se perfumo, eso nunca podía hacer falta.

Bajo al comedor y se preparó de comer mientras que esperaba a Diego, quería indagar con la compañia de el, para conocer a sus vecinos de su alrededor, saber mas sobre el vecindario y su casa vecina.

Escucho a Diego, por el intercomunicador y salió corriendo abrirle ella misma.

-¡Chavo!

Se arrojo a sus brasieres como una niña, se sentía aliviada de verlo. La verdad es que sentía miedo de estar sola.

Invito a Diego, a desayunar mientras ella le contaba que se sentía observada. El, comenzó a bromear con ella.

-¡Debe ser un admirador secreto!

-¿No, me crees? Pregunto un poco ofendida.

-Princesa, te aseguro que este vecindario es muy seguro..

Fueron a caminar los alrededores de la casa, para luego salir y conocer a sus vecinos...