Elena nunca había imaginado que su vida cambiaría de manera tan drástica al cumplir diecisiete años. Criada en una tranquila ciudad costera, sus días transcurrían entre las aulas del instituto y las tardes en la biblioteca local, donde su amor por la historia y el arte florecía. Sin embargo, todo dio un giro inesperado cuando su padre, un renombrado historiador, recibió una oferta de trabajo que no podía rechazar.La oferta provenía de Adrian, el misterioso dueño de una galería de arte en la lejana ciudad de Ravenwood.
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Capítulo 6 : Un Nuevo Comienzo
El primer día de clases en Ravenwood amaneció con una niebla densa cubriendo la ciudad, creando un ambiente misterioso que encajaba perfectamente con la atmósfera gótica de la ciudad. Elena se despertó temprano, nerviosa y emocionada al mismo tiempo. Hoy comenzaba una nueva etapa en su vida, una que esperaba llenara con experiencias inolvidables y nuevos amigos.
Desayunó rápidamente con su padre, Michael, quien la animó con palabras de aliento. "Recuerda, Elena, sé tú misma y todo saldrá bien. Esta escuela es una oportunidad para empezar de nuevo y encontrar tu lugar."
Elena asintió, agradecida por el apoyo de su padre. Se despidieron con un abrazo y Michael le deseó suerte antes de que ella saliera por la puerta principal. La Academia Ravenwood se encontraba a poca distancia de su nueva casa, un paseo de unos quince minutos que la llevó por calles empedradas y edificios antiguos con un encanto melancólico.
Al llegar a la escuela, Elena se sintió un poco abrumada por el tamaño del edificio y el bullicio de estudiantes moviéndose por todas partes. La Academia Ravenwood era imponente, con torres y vitrales que le daban un aspecto de castillo medieval. Elena tomó aire y se dirigió a la oficina principal para recoger su horario y las instrucciones sobre dónde se encontrarían sus clases.
La secretaria le entregó un mapa de la escuela junto con su horario y le deseó un buen primer día. Elena siguió las indicaciones y se dirigió a su primera clase: Literatura. El aula estaba en el segundo piso, y mientras subía las escaleras, no pudo evitar admirar los detalles arquitectónicos del edificio, como los arcos góticos y las decoraciones intrincadas en las paredes.
Entró al aula de Literatura y buscó un asiento al fondo, esperando pasar desapercibida. Los estudiantes ya estaban conversando entre ellos, y Elena se sentó sola, sacando su cuaderno y libros de su mochila. La profesora, una mujer de mediana edad con gafas y un aire intelectual, comenzó a hablar sobre la literatura clásica, presentando a los estudiantes el plan de estudios para el semestre.
Elena trató de concentrarse en la lección, pero su mente divagaba, preguntándose cómo haría para encajar en este nuevo entorno. Justo cuando empezaba a sentirse abrumada, una chica de cabello rubio y ojos verdes se sentó a su lado.
"Hola, soy Sarah," dijo con una sonrisa amigable. "¿Eres nueva aquí?"
"Sí, soy Elena," respondió ella, agradecida por la amabilidad de Sarah.
"Bienvenida a Ravenwood," dijo Sarah con entusiasmo. "Esta es una gran escuela, y aunque puede ser un poco intimidante al principio, te acostumbrarás rápido. Si necesitas algo, solo házmelo saber."
"Gracias," respondió Elena, sintiéndose aliviada de haber conocido a alguien tan pronto.
La clase de Literatura pasó rápidamente, y antes de que se diera cuenta, era hora del recreo. Sarah se ofreció a mostrarle la escuela y a presentarle a algunos amigos. Mientras caminaban por los pasillos, Sarah le contó sobre las actividades extracurriculares, los profesores y los lugares más interesantes dentro de la escuela.
"¿Te gusta leer?" preguntó Sarah mientras pasaban por la biblioteca, un lugar amplio con estanterías llenas de libros antiguos y modernos.
"Me encanta," respondió Elena. "La lectura siempre ha sido una de mis pasiones."
"Entonces te encantará la biblioteca," dijo Sarah. "Tiene una increíble colección de libros de todo tipo. Podemos venir aquí después de clases si quieres."
"Me encantaría," dijo Elena, sintiendo que poco a poco se estaba adaptando a su nuevo entorno.
Sarah también la llevó al comedor, donde se unieron a un grupo de estudiantes que ya estaban sentados. "Chicos, esta es Elena," dijo Sarah, presentándola al grupo. "Es nueva en la escuela."
"Hola, Elena," dijeron al unísono, sonriendo amigablemente.
"Hola," respondió Elena, sintiéndose un poco más segura con cada presentación.
"Este es Tom," dijo Sarah, señalando a un chico alto con gafas y un aire intelectual. "Y esta es Emily," agregó, presentando a una chica pelirroja con pecas y una sonrisa contagiosa.
"Encantada de conocerte," dijo Elena, sentándose con ellos.
"¿De dónde vienes?" preguntó Tom, curioso.
"De la ciudad," respondió Elena. "Nos mudamos aquí porque mi padre consiguió un trabajo en una galería de arte."
"Eso suena interesante," dijo Emily. "Ravenwood es famosa por su escena artística. Estoy segura de que te encantará."
La conversación fluyó fácilmente, y Elena se sintió cada vez más cómoda con su nuevo grupo de amigos. Hablaron sobre sus intereses, las clases y las actividades que disfrutaban fuera de la escuela. Sarah, Tom y Emily le contaron sobre sus planes para el fin de semana, y la invitaron a unirse a ellos en una excursión al bosque cercano.
"Es una tradición aquí," explicó Sarah. "Llevamos a los nuevos estudiantes a explorar el bosque y les mostramos algunos de los lugares más interesantes y misteriosos."
"Eso suena genial," dijo Elena, emocionada por la perspectiva de una aventura.
Después del almuerzo, Elena y Sarah se dirigieron a su siguiente clase: Ciencias. Mientras caminaban, Sarah le contó más sobre la escuela y sus tradiciones, haciéndola sentir cada vez más integrada en su nuevo entorno.
"Ravenwood tiene muchas historias y leyendas," dijo Sarah. "Algunas personas dicen que el bosque está encantado y que hay criaturas misteriosas que lo habitan."
"¿De verdad?" preguntó Elena, intrigada.
"Sí, pero no te preocupes," dijo Sarah con una sonrisa. "La mayoría son solo leyendas. Aunque hace que vivir aquí sea mucho más interesante."
La clase de Ciencias fue igual de interesante, y Elena se dio cuenta de que los profesores en Ravenwood eran apasionados y dedicados a su enseñanza. Al final del día, se reunió con su padre en la entrada principal de la escuela.
"¿Cómo te fue?" preguntó Michael, notando la sonrisa en el rostro de su hija.
"Fue increíble," respondió Elena. "Conocí a gente genial y me siento mucho mejor sobre todo esto. Creo que me va a gustar mucho aquí."
"Me alegra escuchar eso," dijo su padre, abrazándola. "Ravenwood parece ser un buen lugar para nosotros."
Mientras caminaban hacia el coche, Elena sintió que, aunque había dejado atrás mucho en la ciudad, este nuevo comienzo en Ravenwood estaba lleno de promesas y oportunidades. Con amigos como Sarah, Tom y Emily, y el misterio y belleza de la ciudad, sentía que este era el lugar donde realmente podría florecer.
Y así, con la calidez de su nuevo entorno y la esperanza de aventuras por venir, Elena abrazó su nueva vida en Ravenwood, lista para enfrentar todo lo que esta ciudad mágica tenía para ofrecer.