Abdelary es una niña albina africana, que junto a su hermano gemelo, son rechazados por su condición al nacer, son criados por su tío un general del rey Amin, y desde muy pequeños su abuelo Bonga les enseña a luchar para que se conviertan en los mejores guerreros.
NovelToon tiene autorización de ELIZABETH MOSQUERA MOSQUERA para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 6
Esa noche Abdelary durmió tranquilamente, y mientras dormía soñó con el mismo hombre de siempre, su piel es tan negra como el de una pantera y tiene como mascota un león al igual que ella, aunque el de él es hembra y el de Abdelary es macho.
A sus padres no les gusta, la regañan cuando lo llevan a casa, por eso lo deja con su abuelo.
Algo que le llama la atención es que nunca puede ver el rostro de aquel hombre, solo puede ver como acaricia a su mascota y como toca la Kora, de una u otra manera ella se siente atraída por esa imagen que ve siempre en sus sueños.
En la mañana siguiente se levantó y le dijo a su abuelo que llevaría a su león con ella, esta vez era como si alguien le dijera que lo tenía que llevar, salió con sus hermanas y sus criadas, mandaron a sus criadas adelante, porque ellas cabalgan muy rápido y no querían dejarlas atrás, en el camino ellas se encontraron con una caravana.
el león se detuvo, lo que hizo que Abdelary se retrasara un poco mas y sus hermanas la dejaran atrás sin darse cuenta.
Para alcanzar a sus hermanas, cabalgó a toda velocidad, su capa se veía como si estuviera volando, cuando alcanzó la caravana, en ningún momento se detuvo, su león rugió y todos se hicieron a un lado, escuchó el rugido extraño de otro león como de leona en celo y huracán se paró en dos patas, si Abdelary no fuera una excelente jinete seguramente se hubiera caído, pero ni siquiera pensó hacerlo.
Cuando el caballo se estabilizó miro hacia donde rugió el otro león y un hombre muy parecido al de sus sueños la miraba, inició a ventear muy fuerte y su velo transparente voló por los aires, todavía en su caballo miró el velo y lo agarró en el aire, se lo organizó casi de inmediato y siguió cabalgando y a su lado su león que rugió de nuevo.
Cuando Abdelary desaparece en la distancia Mandla sonríe, sabía que era ella la mujer que buscaba, habla con su hermana Halima… ella es extraordinaria, es mejor de lo que dijo Behati… ¿Y quién es ella?... mi mujer, bueno mi futura esposa… es muy bella, ¿puedes pedirle que me enseñe a montar así por favor?... le diré no te preocupes.
Mientras ellos hablaban Abdelary, se preguntaba que era todo eso, y porque ese momento fue tan extraño, no se detuvo hasta alcanzar a sus hermanas que la esperaban más adelante, su madre apenas vio a aquel animal se asustó muchísimo, lo dejó en el patio para evitar problemas con ella.
Se sentó en el suelo y el animal se echo a su lado, estaba acariciando su melena cuando vio pasar la caravana, hizo de cuenta que no los había visto, pero podía sentir la mirada de ese hombre sobre ella y se sintió muy nerviosa. En las horas de la tarde el rey la mando llamar y no quiso ir, a la mañana siguiente el rey la mando llevar con unos soldados.
Había hablado con Bongani, y él se había negado a entregar a su hija en matrimonio. Mientras Abdelary entraba al palacio, Mandla salió a casa del general Bongani, pasó un buen rato hablando con ellos y al parecer una anciana había hablado con ellos desde hacía ya muchos años.
No sabía que el rey quería casar a mi hija contigo… quiero casarme con tu hija general, la vengo buscando hace ya un buen tiempo… el problema aquí es que ella se quiera casar contigo, mi hija siempre ha dicho que no se va a casar, ni va a tener hijos, no quiere que su hijo viva lo que le pasó a ella… sé que es difícil ser albina en estas tierras, pero en mi reino no rechazamos a los albinos, los tratamos igual que a los demás… lo sé, pero en este reino si está mal visto, si no fuera mi hija ya estaría muerta.
Mientras hablaban, en el palacio el rey se encontraba frente a Abdelary… el gran general quiere tu mano en matrimonio y le dije que si… ¿Cómo se atrevió a hacer eso?... recuerda que eres mi hija… yo soy hija del general Bongani, y usted no tiene ningún derecho sobre mí, lo perdió cuando echó a mi madre con dolores de parto, sé que nací en un rincón de este palacio, porque usted no pudo esperar a qué mi madre diera a luz.
Todos en la vida debemos hacer sacrificios, si tú no te casas con él, nuestro reino siempre estará expuesto a ser conquistado… a mí me tiene sin cuidado, si tanto le preocupa cáselo con una de las princesas… él te quiere a ti… ¿Por qué?... según él son almas gemelas, te ha buscado desde hace varios años… pues que se busque otra, conmigo no cuenten.
El general y tú no entienden razón… ósea que mi padre también se negó que bien… te vas a lamentar cuando pierdas todo, hasta tu casa, por no hacerme caso... no me preocupa, puedo irme al reino de mi hermano… ¿De qué hablas?... si, ese niño que usted rechazó por ser albino ahora es rey y pronto su reino será más grande que el suyo, si ya no lo es.
Cometí un gran error con ustedes dos y lo reconozco, pero eso no quiere decir que no sean mis hijos, llevan mi sangre… eso nunca lo hemos negado, pero nunca veló por nosotros, ¿y porque ahora lo haríamos por usted?... bueno, traté de persuadirte por las buenas y no me hiciste caso; así que te casas con él quieras o no… Abdelary, salió furiosa del palacio gritándole al rey que no se casaría.
Llegó a su casa y vio a una leona junto a su león, se acercó a ella sin miedo y la saluda… hola princesa, que hermosa eres. Al parecer hiciste una amiga, es muy linda y todo, pero no me vayas a cambiar por ella mi gatito hermoso, acaricia su melena, y su león pone sus patas delanteras en sus hombros, todo esto es visto por Mandla que sonríe desde la ventana.