Mar, es la niña más hermosa de San Diego, inocente, dulce y soñadora, pero todo eso cambió, el día que un monstruo puso sus ojos en Ella, ultrajandola de la manera más cruel e inmoral, quitandole todo su valor y sus ganas de vivir.
Sin embargo, a pesar de estar entre las cenizas, con su vida destruida, Marysol encuentra en su interior la fuerza y valentía para escapar...
El camino no es fácil, salir del dolor tampoco lo es, pero con amor todo es posible...
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Soy su mas grande tesoro.
(Mar)
Salgo a toda prisa no quiero estar cerca, de tan repulsivo monstruo, me da náuseas; pero lo que más me da es miedo.
Sin embargo, por primera vez en mi vida me siento orgullosa de mi misma, pues estaba allí, allí estaba la droga, y aunque si pasó por mi mente, no le metí nada a mi cuerpo.
Si, esta sensación de satisfacción que siento es maravillosa y solo le pido al Dios de mi tía, que me ayude, para que yo pueda limpiar mi cuerpo de ese veneno, que mata lenta y dolorosamente.
Llegando a la casa de mi abuela, me voy directo a su cuarto, ella ya no está aquí, sé que siempre se va a la sevicheria desde muy temprano; yo aprovecharé, de revisar todo lo que he encontrado.
Lo primero que saco, es mi cadenita de oro con mi solesito y solo pienso, que quisiera saber, la razón por la que Papá se fué dejandome tan desprotegida, por qué se fue y me abandono a mi suerte, porque nunca me mandó a buscar, si decía amarme tanto, si yo era su bebé por qué se fue, eso es algo que quizá nunca nadie podrá responderme, así que ni modo, así lo decidió Él, solo debo aceptarlo.
Después de pensar por unos minutos en Papá y ver las fotos de mi álbum, tomo en mis manos la preciosa caja de madera en forma de cofre.
Se me escapan unos varios suspiros y una sensación de nostalgia se apodera de mí.
Empiezo a recordar al niño que aún siendo pequeño, me dijo que me amaría por la eternidad; pero que un día también se fue.
Recuerdo su mirada azul, como el majestuoso océano, tan llena de amor y admiración, si el decía que jamás dejaría de admirar mi belleza.
Si ese precioso niño, me viera ahora se decepcionaría de mi, no soy ni la sombra de aquella niña bonita y feliz.
Me quedo recordando cada palabra y cada cosa que Rodri y yo hacíamos.
Recuerdo los juegos, las horas que pasábamos haciendo tareas juntos y al terminar recuerdo la emoción de salir a caminar por la orilla del Mar.
Recordando a Rodrigo, empiezo a abrir el cofre para encontrarme con bastantes cosas, entre piedras de colores, algunas monedas, pedacitos de cadenas y cositas de metales brillantes.
Pienso que ahora ya tengo algo tan valioso que merece estar en el compartimento secreto.
Allí pondré la cadena con el sol que me regalo Papá y pondré la pulsera que impidió que yo dejara de existir.
Levanto la primera tapa del cofre, para encontrarme con un pequeño espacio vacío.
Pero mi sorpresa es tan grande que llevo mis manos a la boca, pues en el compartimento hay una carta pegada, la abro con mucha prisa, y aun sin leerla me sigo sorprendiendo aún más.
Dentro de la carta, hay anillo de oro con una preciosa piedra rosada en forma de corazón y rodeado con muchas chispas blancas que brillan en exceso.
En ese momento, mi emoción es tan grande, que me pregunto como es que nunca abrí el cofre.
Con tanta prisa tomo la carta y empiezo a leerla.
Sol, mi Mami dice que estoy muy pequeño para estar enamorado; pero que si el amor que yo siento por ti y que tu sientes por mi es genuino, aunque pasen los años seguirá vivo.
Yo estoy seguro de que, nuestro amor es genuino y que siempre nos amaremos, por eso puse en el cofre este anillo, y aunque creo que ahorita te quedará grande, quiero que este en este cofre, para que cuando seamos mayores, nos comprometamos y nos casemos.
Te quiero con todo mi corazón.
Tú eres mi tesoro más grande...
No puedo dejar de llorar al leer la carta la pequeña carta, las palabras escritas son pocas, pero el significado es infinito y al ver el precioso anillo, lo único que puedo hacer es llorar...
No entiendo como ha estado allí y yo nunca lo pude ver.
Pero si entiendo, que Rodrigo es es mi tesoro, así como yo lo era lo era para Él.
"Yo era su tesoro"
Y no sé dónde está ahora, no se si aún me recuerda, no sé si aún piensa en mí.
No creo que Él me recuerde; pero yo si lo recuerdo a Él.
Y aunque, no se nada de Él ahora.
Lo que si sé, es que yo fui su tesoro, y como Rodrigo decía los tesoros se deben cuidar, Yo esperando que alguien mas me cuidará, deje de cuidarme yo misma... Es tiempo que yo haga algo por mi.
Y quizá ahora, ya no tengo ningún valor, he perdido todo, mi dignidad, mi valor como mujer, como hija, como ser humano, he perdido mi autoestima.
Ya no soy el tesoro puro que Rodrigo amaba, quizá el tenga otra novia, quiza el nombre de otra persona esta en su cofre de tesoros; pero para mí, el sigue siendo mi único tesoro y el único que me vio a mi como uno, así que aunque nunca más lo vuelva a ver, por Él debo volver a ser Sol.
Y quizá aún estoy a oscuras, oculta entre las sombras; entre mis miedos; pero así como el sol se oculta en la noche y a la mañana siguiente vuelve a resplandecer.
Yo me levantaré y brillaré, lo haré porque, hay alguien a quien en el pasado le importé y aunque sea el pasado el que estoy recordando, esto me dará las fuerza para levantarme en el presente y brillar en el futuro...