Jarrón Maldito

Dieron las 8 de la mañana y Christopher se despertó, levantándose inmediatamente y apreciando con disgusto la enorme mancha de sangre y el rastro hacia el baño, sólo pensaba en cómo iba a limpiar eso pero decidió dejarlo para después, así que volteó para mirar a Bai Ze, que para su sorpresa, lo observaba con fascinación.

-Mierda, me asustaste, ¿cuánto llevas despierto?-

-No he dormido.-

-Ni yo...- Suspiró agotado. -¿Tienes en mente qué comer?-

-Mmm... no necesito comida tangible, así que no tienes que gastar en mí, aun así, disfruto mucho la comida humana.- Dijo Bai Ze con una inocente sonrisa, levantándose.

-Bueno, algo para ahorrar... supongo que te he adoptado, ¿debería comprarte ropa? Tendré que pedirle ayuda a Josep, no sé cómo le voy a explicar esto.-

-¿Quién es Josep?- Pregunto Bai Ze.

-Un amigo, le voy a escribir para que venga.- Y tal y como dijo, le escribió a Josep un mensaje diciendo que necesitaba su ayuda y que viniera lo antes posible.

Para suerte de Christopher, su amigo vivía relativamente cerca, así que pronto estuvo en el apartamento de este, entrando como si fuera su propia casa.

-Oye Chris, ¿por qué me llamaste tan...- Josep le habló fuerte desde la entrada a Chris, pero se interrumpió a sí mismo al ver en el pasillo a Bai Ze, por un momento pensó era una chica por su cabello largo, sus rasgos finos y andróginos, pero pronto se dio cuenta de que era un chico, aunque no estaba seguro, y tampoco estaba seguro de por qué traía la ropa de su amigo.

-Bai Ze, no andes así como así.- Chris trato de detener a Bai Ze para que no se presentara de la nada frente a Josep, pero ya era tarde.

-¿Me trajiste para presentarme a tu novia o qué?- Josep rio.

-¿Qué? No, él es Bai Ze, un... amigo.-

-Claro.- Josep no se lo creía, pensaba que mínimo Chris se había acostado con él.

-Soy Bai Ze.- Se presentó con una amable sonrisa.

-¿Estás saliendo con Chris?- Josep preguntó directamente, sin pudor en sus palabras.

-¿Salir? Bueno no hemos salido, pero Chris me ha tratado muy bien.- Respondió Bai Ze con inocencia, tomándose literalmente la palabra salir, ya que literalmente no había salido del apartamento desde que fue liberado.

-No lo molestes, Jos, de verdad... Te voy a explicar.- Chris tomó aire y precedió a explicar todo lo que había ocurrido la noche anterior, no tantos detalles como que había bañado y vestido a Bai, o que habían dormido juntos, pero si cosas como que apareció de un jarrón.

-Mierda Chris, ¿te estás drogando?- Dijo Josep, sin creerle a su amigo.

-Christopher dice la verdad.- Trató Bai Ze de defender a Chris.

-¿Cómo se supone que te voy a creer algo así? Es una locura.- Los cuestionó Joasí, todavía incrédulo por todo lo que le habían dicho, claro, pensando racionalmente era imposible que Bai Ze entrara en un jarrón o que siquiera apareciera mágicamente de este.

Bai Ze sin pensarlo intentó tomar su forma original, pero lo único que su debilidad le permitía en ese momento eran sus particulares seis cuernos que parecían una corona.

-¡Mierda!- Josep exclamó asustado, y Chris observaba sorprendido, ya que no había visto a Bai hacer algo así. -Okay, okay, te creo, pero no vuelvas a hacer esa mierda.- Agregó Josep, aún exaltado.

-Lo siento, no quería asustarte.- Dijo Bai Ze apenado, escondiendo sus cuernos.

-Está bien Bai, vamos a preparar desayuno.- Chris tomó la mano de Bai Ze y se lo llevó a la cocina para enseñarle a preparar el desayuno.

Josep miró esa escena con algo de recelo, nunca había visto a su amigo actuar de esa manera antes, así tan... protector.

Bai estaba intentando untar mantequilla en un pan de molde, pero este constantemente se le rompía, así que Chris se puso detrás de él, intentando ayudarlo e instruirlo.

-No tienes que hacerlo tan fuerte, la mantequilla aún está fría.- Dijo Chris tomando las delicadas manos de Bai para guiarlas en prepararse un simple pan.

-Lo siento... soy algo torpe a pesar de todo.- Bai rio nervioso y con sus mejillas ligeramente sonrojadas.

-Está bien, yo te voy a enseñar.- Respondió Chris amablemente.

Josep observaba la escena de ambos, le causaba algo de gracia y repulsión lo meloso que podía ser su amigo.

-¿Para qué se supone que me llamaste entonces, Chris?- Los interrumpió Josep.

-Ah, porque quería explicarte lo que pasó. Pensé que debías verlo en persona para creerme y también para pedirte ropa que ya no uses porque no tengo dinero para comprarle ropa a Bai Ze.-

-Está bien, buscaré qué tengo.- Suspiró Josep.

Al final tomaron desayuno los tres juntos, hasta que después de este Josep se fue a su casa y Bai Ze y Chris quedaron solos. Todavía habian muchas cosas que Jos no entendía o era incapaz de creer, todavía estaba intentando procesar todo y la verdad desconfiaba un poco de Bai.

Christopher se pasó el resto del día instruyendo a Bai Ze en cosas básica de la casa, en cómo usar la televisión, el refrigerador, la cocina y el baño. No salieron de casa pero desde la ventana y su celular le mostró distintas cosas de la actualidad a Bai.

Llegó la noche y nuevamente ambos se fueron a acostar juntos. Bai Ze se acomodó frente a Chris y ambos se quedaron mirando fijamente durante unos segundos como si se estuvieran admirando mutuamente.

-No te lo había dicho, pero tu cabello es como el cobre... es realmente hermoso, nunca había visto algo así, con esas ondas...- Dijo Bai Ze con fascinación.

-No lo es, sólo lo dices porque es algo nuevo para ti.- Chris estaba un poco avergonzado.

-Claro que no, de verdad me parece hermoso.- Bai Ze sonrió y acarició el cabello de Chris.

-Bah, solo duérmete.- Dijo Chris, aunque en realidad quería decir algo como que Bai Ze era lo más hermoso que había visto pero no se atrevió.

Bai Ze se quedó mirando unos segundos más a Chris, su corazón comenzaba a latir con rapidez, era un sentimiento familiar. Se preguntaba si podía olvidar su pasado y volver a amar.