" El Mundo Necesita Un Villano"

Ravenna varios días desde que su cita con Charles siguió leyendo la novela a medida que nuevas páginas aparecían con contenido.

Hasta el momento solo se trataba de las interacciones entre Calix y Celestine de como su relación aparentemente sentimental se estaba desarrollando.

Pero ese día apareció más de una página escrita, en las que, introducían a quien presentaron como el villano de la historia y ese alguien era nada más y nada menos que el único Duque del Imperio de Romandia, Parvin Normandía, en las páginas se hacía una breve introducción sobre Parvin antes de llegar al momento cumbre del capítulo que era su encuentro con Celestine en el festejo por el cumpleaños del Emperador.

Ravenna leyó con atención la descripción sobre Parvin y la breve historia sobre su familia.

- Ravenna: [Parvin Normandía un hombre de contextura formidable, su cabello negro como la noche y sus ojos rojos como las mismas llamas del infierno le daban una apariencia feroz, pero Parvin no solo era alguien feroz también era astuto, y usaría esa astucia para obtener lo que dese. Bien sabido es la existencia de una enemistad muy marcada de los Normandía con la familia Imperial, ya que, la familia Normandía era acusada de codiciar el trono, pero la familia Normandía argumentaba que originalmente el trono era suyo y que fue usurpado por la familia Etheria la actual familia Imperial, eso era algo difícil de comprobar debido a que los orígenes del imperio de Romandia no estaban claros, pero eso también daba pie a la duda si lo que decía la familia Normandía era verdad, y el actual Duque de Normandía, Parvin Normandía tenía un objetivo claro recuperar el trono que su familia decía se le usurpó lo que para la sociedad era un secreto a voces]

A Ravenna se le abrieron grandes los ojos por la impresión, apenas había oído el apellido Normandía como todo ciudadano común, las grandes disputas de los nobles incluso si se trataba del trono era algo de lo cual no tenían tiempo de preocuparse o prestarle atención cuando debían preocuparse por sí tendrían algo para comer al siguiente día.

Aunque la vida en Woodville era relativamente buena, lo suficiente como para que nadie ahí pasará hambre, no significaba que estuvieran interesados en las disputas de los grandes Lores.

Aunque eso estaba cambiando poco a poco, habiendo dos príncipes que disputaban una corona, los nobles estaban orillando incluso a los plebeyos a escoger un bando u otro, y Woodville no era la excepción.

Ravenna siguió con la lectura.

- Ravenna: [La noche del cumpleaños del Emperador, el palacio brillaba con la luz de innumerables velas. En la espléndida celebración, Parvin Normandía, vestido con ropajes oscuros que destacaban su posición, observaba desde la penumbra. La atención de todos estaba puesta en la Santa Celestine, cuya ingenuidad capturaba la atención de la multitud.

- Parvin:[una mujer ingenua rozando la estupidez], pensó al ver su comportamiento, sin embargo, por algún motivo no podía quitar sus ojos de encima de esa mujer tonta y termino acercándose a ella para hablar.

-Parvin: (con una sonrisa calculada) Celestine, ¿no es así? He oído hablar mucho de usted.

-Celestine: (con ingenuidad) Oh, sí, soy Celestine. ¿Cómo lo sabe?]

Ravenna suspiró, parecía molesta y murmuró.

- Ravenna: solo se intenta aprovechar de ella.

Ravenna se compadeció de la Santa que sin saberlo y sin quererlo era objeto de interés de personas que se acercaban a ella por puro interés de como se beneficiarían por ello, como ser en este caso Parvin, pero Ravenna no era consciente de que la historia no era fiel a la realidad, y lo que leía no transmitía ciertamente la realidad, y que no era Parvin quién se aprovecharía de nadie.

La luz tenue de la vela parpadeaba en la habitación de Ravenna mientras ella, absorta en la trama de la novela, se dejaba llevar por las palabras impresas. La travesía de Celestine, los giros de la trama, y la introducción de Parvin Normandía, su desarrollo sentimental con Calix, la tenían completamente envuelta.

El cansancio finalmente ganó terreno sobre Ravenna, y sus ojos se cerraron lentamente. El libro descansaba sobre su regazo, las páginas en blanco esperando pacientemente nuevas historias que aún no se habían escrito.

Ingrid, la madre de Ravenna, entró suavemente en la habitación. Al ver a su hija dormida con el libro en las manos, no pudo evitar sonreír ante la imagen encantadora. Se acercó con pasos ligeros y observó cómo Ravenna, incluso en sus sueños, mantenía entreabiertas las páginas del misterioso libro.

-Ingrid: Mi curiosa hija.

La madre, intrigada por el comportamiento de Ravenna en los últimos días, decidió tomar el libro para descubrir qué había capturado tan intensamente la atención de su hija. Al hojear las páginas, se detuvo al notar algo desconcertante, no había nada escrito.

-Ingrid: ¿Un libro en blanco?

La sorpresa se reflejó en el rostro de Ingrid mientras observaba las páginas vacías. Se preguntó por qué Ravenna estaba tan absorta en un libro sin contenido. No queriendo despertar a su hija, cerró cuidadosamente el libro y lo dejó a un lado de Ravenna.

-Ingrid: ¿Qué significa esto, por qué Ravenna ha estado tan interesada en algo que no dice nada...?

Ingrid, con una mirada llena de curiosidad y amor maternal, se retiró de la habitación, dejando a Ravenna descansando tranquila.

A la mañana siguiente, Ravenna despertó con la sensación de que algo no estaba en su lugar habitual. Al abrir los ojos, notó que el libro que la había envuelto en sueños la noche anterior estaba ahora en la mesita de noche, cuidadosamente colocado.

-Ingrid: ¡Ravenna, el desayuno está listo!

Ravenna, aún aturdida por la sorpresa de encontrar el libro en un lugar que ella no lo dejó, bajó rápidamente las escaleras y se sentó a la mesa. Mientras devoraba el desayuno, no pudo resistirse a la pregunta que rondaba en su mente.

- Ravenna: Mamá, ¿fuiste tú quien puso el libro en la mesa de noche?

-Ingrid: Sí, lo vi allí y pensé que estarías incómoda.

Ravenna, aún se veía preocupada, en su cabeza se preguntaba si su madre había visto el contenido de la novela pero, la pregunta que la hizo la desconcertó completamente.

-Ingrid: ¿Hija porque tiene un libro en blanco, y de hecho parece como sí lo hubieras estado leyendo? ¿ O estoy confundida?

Ravenna se estremeció y dificultosamente dijo.

- Ravenna: ¿qué?

Ingrid volvió a decir.

- Ingrid: Ese libro que has estado leyendo últimamente, no tiene una sola palabra escrita, entonces ¿por qué pareciera como sí lo estuvieras leyendo?

 Revenna se detuvo con una mirada desconcertada en su madre, ¿Cómo era posible que su madre no viera lo que ella veía? La confusión se apoderó de ella.

Ingrid notó la distracción y confusión de Ravenna y decidió no indagar más, dejando que Ravenna cuando se sintiera cómoda le diera una explicación.

-Ingrid: Hija, ¿todo está bien?

- Ravenna: Sí, solo estaba pensando en algunas cosas...

-Ingrid: Bueno, si necesitas hablar, aquí estoy.

Después de que André y su madre se fueran al mercado, Ravenna no pudo resistirse a la tentación. Corrió hacia su habitación y agarró el libro. Al abrirlo, una mezcla de alivio y asombro se apoderó de ella al ver las páginas llenas de palabras. La última página escrita coincidía con la lectura de la noche anterior.

-Ravenna: ¿Cómo...?

Ravenna recordó las palabras de su madre, que el libro estaba en blanco. Se sintió aliviada de no haber compartido sus descubrimientos con nadie. Una sensación de secreto y misterio rodeaba este libro que, de alguna manera, parecía estar conectado solo con ella.

Ravenna entonces se dio cuenta de que tal vez el contenido de la novela solo se le estaba mostrando a ella y se sintió aliviada de no haberle dicho a nadie sobre el paralelismo de la novela con la vida real, ya que si intentaba probar lo que decía hubiera quedado como una loca.

Ravenna decidió guardar el secreto hasta probar que no sólo ella podía ver el contenido de la novela.