Soy Elizabeth García tengo Veintiséis años, hacé cinco años me casé con Eduardo Jackson, mi esposo.
A quién debería amar pero.... En el fondo de mi corazón, lo odio por todo el daño y el maltrato qué me ha hecho a mí y a mi hijo Thomas.
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Eres mi angel.
El muy desgraciado de Eduardo siempre ha tenido una amante, Fabiola me dejó claro que desde que éramos novios está con ella, eso quiere decir que nunca me amó y que tampoco me ama ahora.
No me duele su traición, solo que cada día me da más asco y ahora enterarme de que mantiene relaciones con esa tal Fabiola más asco me da Eduardo.
Seguimos a la fiesta aparentando ser un matrimonio perfecto ante todos los colegas de Eduardo.
El dueño del bufete se nos acerca y felicita a Eduardo por tener una hermosa mujer cómo su esposa.
A Eduardo se le hinchaba el pecho de orgullo y a la zorra de su amante se le caía la cara al escuchar a su jefe.
Para desquitarse les dice a sus amigos de la oficina...
""Debe estar muy orgulloso nuestro querido Edu porque está casado con la misma mujer que vieron en la fotografía el día de su matrimonio""
Todos comienzan a reír. Yo quería darle una buena paliza y obligarla a confesar toda la verdad de la fotografía, pero... Me quedé callada.
Eduardo rojo por la furia de que todos se burlaran de él, me toma muy fuerte del brazo izquierdo y salimos de la fiesta.
""Nunca debí venir conmigo a mi lugar de trabajo, eres una vergüenza""
_ Tú me obligaste a venir Eduardo.
""Maldita sea la hora que me casé contigo maldita mujerzuela""
Estando en el estacionamiento del edificio sin gente a nuestro alrededor tome valor y le dije:
_ Yo soy la que maldigo la hora en que te conocí, yo maldigo día a día haberme casado conmigo.
(Cómo de costumbre Eduardo me da un fuerte golpe en mi boca)
""Cállate maldita mujerzuela qué nos pueden escuchar""
Tragando la sangre que salía de mi boca le digo...
_ Te maldigo Eduardo Jackson y no te imaginas cuánto odió siento por ti, miserable bastardo infeliz.
Eduardo quedó inmóvil, pensé que me volvería a golpear, pero... Se subió al carro y se fue dejándome sola en el estacionamiento.
Al ver que se marchó volví a reflexionar, más calmada ¿Qué demonios hice? Ahora se desquitará con Thomas, Dios mío debes proteger a mi hijo.
Salí corriendo del edificio, no sabía muy bien dónde estaba, hace tres años que no salgo sola a la calle, no tengo dinero para tomar un taxi ¡No sé cómo regresar a casa!
Camine varias cuadras y aún no me orientaba, Estaba desesperada, necesitaba regresar a la casa a ver a mi hijo...
Un carro se detiene a mi lado y se baja un hombre al verlo lo reconocí de inmediato era mi médico el Señor Brown.
(Sebastián).......
Voy de regreso a mi casa después de haber visitado a mi novia, como de costumbre voy muy pendiente del camino.
De pronto veo a una mujer caminando sola por la calle sin rumbo, Me estaciono para ofrecerle mi ayuda. Al ver su rostro vi que era la señora Jackson...
""Elizabeth que hace a esta hora sola por la calle""
(Ella levanta su mirada y veo su rostro golpeado cubierto de sangre)
""Qué fue lo que le sucedió""
_ Ayúdame.
Me acercó a ella y me abraza muy fuerte, que logro sentir como palpita su corazón. La abracé con mis brazos sintiendo su cuerpo, quedamos así como diez minutos sin decir nada.
Ella no dejaba de llorar, por primera vez supe que mis sospechas eran ciertas, estoy seguro de que fue su esposo quien le hizo eso.
""Necesito que me digas que fue lo que te pasó, para poder ayudarte.""
_ Eduardo...
(Se quedó en silencio)
"Por favor dime, ¿Eduardo qué?"
Comenzó a llorar nuevamente, la subí al carro y le limpie su herida con el botiquín de primeros auxilios que siempre llevo.
Al mirarla bien, quedo en shock no me había dado cuenta lo hermosa que estaba a pesar de su golpe en el rostro, parece un ángel al que tengo que proteger.
Ella se da cuenta de que la observo de una manera que jamás lo había hecho.
_¿Señor Brown me puede llevar a casa por favor.?
""¿Por qué quieres volver con ese miserable que te agrede?""
_ No tengo otra opción.
""¡Claro que sí! Puedes dejar a ese hombre.""
_ No es tan fácil, Si me atreviera a dejarlo él es capaz de matarme y de dañar a Thomas.
"" Sé que no sientes que puedes escapar pero.... Siempre hay una salida""
_ Ahora no puedo, Debo ir a proteger a mi hijo, llévame a casa por favor o tendré que ir caminando.
""¿Cuál es la dirección?""
No dijimos palabra alguna por el camino, estaba tan molesto con la situación que podría haberle dicho algo que le molestara así que preferí callar.
Unas cuadras antes de llegar me pide que me detenga.
_ Me puedes dejar aquí, no quiero que Eduardo me vea llegar en un carro de un desconocido.
"¿Eso soy para ti?"
_ No, tú eres mi ángel...
(Al escuchar decir esas palabras se me estremeció el corazón )
""Déjame ayudarte por favor""
_ Ya lo has hecho, muchas gracias.
(Se me acerca y me da un suave beso en la mejilla y se baja del carro)
Yo quedé inmóvil ante su beso, claro que solo fue un simple beso en la mejilla pero... Al tenerla tan cerca sentí un corriente en todo mi cuerpo que jamás en mi vida lo había sentido.
Dejé que se fuera como un idiota observando como entraba a su prisión junto a su verdugo...
(Elizabeth)...
Mi ángel nuevamente me salvó, siempre que necesito él está ahí, como un Ángel de la Gualda.
Para agradecer qué me trajera de regreso a casa, le di un beso en la mejilla. Al tenerlo cerca no pude evitar oler su perfume y por primera vez en mi vida sentí que me perdía en su aroma.
Salí muy rápido del carro avergonzada por haber tenido ese atrevimiento.
Camine a la casa y el carro de Eduardo ya se encontraba ahí, tenía que entrar y soportar lo que se viniera y lo que me hiciera.
Solo para proteger a mi hijo...