La Empleada y El Jefe

...

Aisha

...

*Eu* - ¿Qué estás haciendo aquí?

El hombre se levanta y se acerca a él.

*Hombre* - ¿Qué crees que estás haciendo, idiota?

*Bryan Mallías* - ¿Qué crees que estás haciendo con ella?

*Hombre* - Aún no he hecho nada.

El hombre se ríe y se prepara para golpearlo, pero él toma su brazo.

*Bryan Mallías* - ¡Sal de aquí!

El señor Mallías suelta su brazo y el hombre se va con una mala cara.

*Bryan Mallías* - ¿Estás bien?

*Yo* - Sí, estoy bien.

*Bryan Mallías* - ¿Quieres que te lleve en coche?

*Yo* - No, está bien, no estoy sola.

*Bryan Mallías* - Está bien entonces, adiós.

*Yo* - Hasta luego, señor.

*Bryan Mallías* - Y no me llames señor, me siento muy viejo.

*Yo* - Está bien entonces, Bryan, adiós.

*Bryan Mallías* - Chao.

Él cruza la calle, entra al coche y se va. Pasan unos minutos y Alice vuelve con Allan en brazos.

*Alice* - Hemos vuelto.

*Yo* - Han tardado.

*Alice* - Solo cambié pañales varias veces, fue un desafío para mí.

*Yo* - Jajaja, puedo imaginarlo.

Cojo a Allan en brazos y tomamos el siguiente autobús. Tan pronto como llegamos al apartamento, Stella se tira en el sofá y enciende la televisión.

*Alice* - Mira la televisión conmigo.

*Yo* - Solo voy a poner a Allan a dormir.

Voy a mi habitación y cambio la ropa de Allan, lo pongo en la cama y le pongo un montón de mantas alrededor para que no se caiga. Aún no tiene una cuna, pero la compraré cuando reciba mi salario, le doy un besito en la frente.

*Allan* - Buenas noches.

*Yo* - Buenas noches, amor.

Apago la luz y dejo encendida la de la lámpara de mesa, cierro la puerta y voy al salón.

*Yo* - ¿Quieres palomitas de maíz?

*Alice* - Siempre.

Alice sigue absorta en la televisión y yo voy a la cocina a hacer las palomitas, hago unas de microondas y les pongo leche condensada, voy al salón y me siento junto a ella que ya mete la mano en el tazón.

*Yo* - Usa la cuchara, te vas a ensuciar toda la mano.

*Alice* - Déjame.

*Yo* - ¿Vamos a ver esta película?

*Alice* - Sí, ¿por qué?

*Yo* - Porque la hemos visto unas treinta veces desde que se estrenó, me sé algunas escenas de memoria.

*Alice* - Ah, vamos, sabes que me encanta.

Ella hace una mueca mirando la televisión y me mira como implorando y asiento con la cabeza, cuando la película termina comenzamos a conversar.

*Alice* - ¿Recuerdas al chico del que te hablé?

*Yo* - ¿El millonario?

*Alice* - Sí, vamos super bien, me invitó a una fiesta, adivina de quién.

*Yo* - ¿De quién?

*Alice* - ¡De Victoria!

*Yo* - ¿Qué Victoria?

*Alice* - ¡Victoria!

La miro con cara de no saber hasta que viene a mi mente una Victoria.

*Yo* - ¿Victoria Sánchez?!

*Alice* - ¡Sí!

Victoria Sánchez es una diseñadora de moda súper famosa y soy muy fan de ella, de hecho, lo somos Alice y yo, desde pequeñas soñamos con ser diseñadoras, pero yo abandoné ese sueño cuando tuve a Allan, ahora lo que quiero es encontrar una forma de terminar la escuela secundaria y pasar un examen.

*Yo* - ¡Tienes que llevarme!

*Alice* - No sé...

*Yo* - ¡Por favor! Suplícale, dile que no voy si yo no voy.

*Alice* - Espera un momento.

*Yo* - Por favor, Alice, sabes que siempre he amado su ropa.

Hago una cara de cachorro abandonado.

*Alice* - Está bien, está bien. Veré si puedo, pero no prometo nada.

*Yo* - Está bien.

*Alice* - Mira, ya es tarde, me voy a dormir, buenas noches.

*Yo* - Buenas noches.

Ella se levanta y se va a la habitación, me quedo sentada en el sofá pensando en cómo sería conocer a Victoria y después de unos minutos me voy a la habitación, me pongo un pijama y me voy a la cama, le doy un beso a Allan y veo si está bien abrazándolo y cierro mis ojos.

Despierto al día siguiente con mi despertador, le doy un beso a Allan, que todavía está dormido, y voy a ducharme. Salgo y me quedo con la bata puesta para darle un baño a Allan, para no mojar mi ropa, lo despierto con muchos besitos.

*Yo* - Hola amor, tienes que despertar.

Sigo dándole besitos y él comienza a reír.

*Allan* - Me haces cosquillitas, mami jajaja.

Lo cojo en brazos.

*Yo* - Buenos días amor.

*Allan* - Buenos días.

*Yo* - ¿Vamos a tomar un baño?

Asiente y le doy un baño, luego nos vestimos y vamos a la cocina.

Ropa, Aisha: [Intacta]

Alto, delgado y vestido elegantemente, Allan Roupa caminaba por las calles empedradas de la ciudad. Su pelo oscuro y su mirada determinada hacían que muchas mujeres se volvieran para mirarlo dos veces. Allan tenía un aire de misterio a su alrededor, como si cargara con un secreto que nadie más conociera. Era un hombre reservado, pero siempre estaba dispuesto a ayudar a aquellos en apuros. Se decía que había viajado por todo el mundo y había vivido muchas aventuras, pero nadie realmente sabía qué tan ciertas eran esas historias. La gente especulaba que tal vez era un antiguo espía o un buscador de tesoros, pero en realidad, solo Allan sabía la verdad. Y esa verdad no era algo que compartiera fácilmente.

Chegando allí, Alice ya estaba sentada tomando café.

*Alice* - Buenos días, cariños míos.

*Allan* - ¡Buenos días!

*Yo* - Buenos días, Alice.

*Alice* - ¿Esta ropa no te resulta incómoda para trabajar?

*Yo* - Hoy voy a usar un uniforme.

*Alice* - Ah, vale.

Tomamos café y llevé a Allan a la casa de Helena, nos despedimos y fui a trabajar. Al llegar allí, Amélia me abre la puerta.

*Amélia* - Buenos días.

*Yo* - Buenos días.

*Amélia* - Aquí está tu uniforme y aquí tienes la llave de la casa. No podré recibirte más, así que tendrás que abrir tú sola.

*Yo* - Está bien para mí, no te preocupes.

*Amélia* - Vale, me voy ya. Adiós.

*Yo* - Adiós.

Cierro la puerta y voy al baño para vestirme, me pongo el uniforme y me miro en el espejo.

*Yo* - No está mal.

Uniforme: (No description given)

Voy a la cocina y veo una nota en el mostrador.

"Me encantó el almuerzo, voy a cenar en casa de nuevo hoy, prepara comida para dos, voy a llevar a alguien a casa hoy."

(Qué bueno que le gustó.)

Hago algunas tareas de la casa y empiezo a hacer el almuerzo, cerca del mediodía termino y arreglo la mesa.

Un rato después escucho la puerta abriéndose y alguien entrando, salgo de la cocina y voy al comedor a recibir al jefecito.

*Bryan* - Buenos días.

Él entra a la sala y luego entra otro hombre.

**** - Buenos días, soy Jonas.

*Yo* - Buenos días.

Les sonrío y el tal Jonas me devuelve la sonrisa, mientras que el jefecito tiene cara de paisaje. Se sientan a la mesa, les sirvo jugo y voy a la cocina, almuerzo y cuando vuelvo a la sala, el jefe está allí, leyendo en el sofá, levanta la cabeza y me ve.

*Jefecito* - ¿Quieres limpiar la sala?

*Yo* - Puedo limpiar después.

*Jefecito* - No, está bien, voy a mi oficina.

Se levanta y se va, lo veo marcharse y luego empiezo a limpiar la sala y a organizar las cosas, luego arreglo el dormitorio principal y voy a los baños, entro al del primer piso y me sorprendo al ver a mi jefe sin camisa, rápidamente cubro mis ojos.

*Yo* - ¡Discúlpeme!

Digo y salgo del baño, voy a la cocina y me siento en una silla.

(¡Maldición, chica! ¿No sabes tocar la puerta?!)

Pienso y empiezo a recordar lo que vi en el baño.

(¡Para! Él es tu jefe!)

Aparto esos pensamientos de mi mente y sigo trabajando, cuando casi estaba terminando de limpiar el pasillo, mi jefe aparece frente a mí.

*Yo* - ¡Perdón por antes!

*Jefecito* - No hay problema, solo toca la próxima vez.

Dice y se marcha hacia su habitación, termino mi trabajo, me cambio de ropa, recojo a Allan y tomamos el autobús, llegamos a casa, cenamos y nos vamos a la habitación, nos bañamos, me visto y nos acostamos.

*Yo* - Buenas noches.

Le doy un besito en la frente y nos dormimos, terminé soñando con mi jefe.

(Él está bien musculoso.)