Maldito Valentín

Un par de meses transcurrieron, los mellizos comenzaron con los talleres introductorios en la universidad, y separaron sus caminos por primera vez, Lía fue a Stanford y Aron decidió seguir en una universidad privada de medicina de la localidad, para estar cerca de Mila.

El día era uno de tantos, pero para Aron se veía precioso, como un tonto enamorado sonreía mientras daba pasos largos a través del campus universitario, quería aprovechar el tiempo con su chica, mientras los talleres de medicina no fueran tan intensos.

A lo lejos Mila hablaba con un grupo de compañeros de facultad y sin esperar troto hasta llegar a ellos

-Hola - mostro esa sonrisa emboba chicas y varias compañeras de Mila quedaron idiotizadas por el mocoso.

-Preciosa- la tomo por la cintura y cuando estaba a punto de estampar un beso en los labios, esta, giro rápidamente para que cayera en su mejilla

-Hola Aron ¿Qué haces aquí? hablo nerviosa, viendo como sus compañeros que cuchicheaban y los miraban entretenidos.

El frunció el ceño, no le hacía gracia esas actitudes evasivas de la brasileña, cada que estaban frente a otros, para luego ser una novia mimosa en la intimidad, solo Tara conocía la verdad y fue porque los descubrió de una manera un tanto compleja.

-Vine a verte, es lo que hacen los- pero sus labios fueron interrumpidos por Mila

-Los amigos, ya se-   sonrió incomoda como si quisiera huir de ese lugar

-No Mila- negó molesto, pero antes de decir más. ella lo tomo del brazo y lo alejo del grupo

-¿Qué te pasa Aron?-  pregunto molesta frunciendo el ceño

-A mí, Wow, es una chites- puso sus manos en los bolsillos y la vio incrédulo- es como si tuviera lepra cuando me acerco a ti en público, lo podía entender la primera semana, pero estamos saliendo hace  meses Mila-

-No exageres, solo no me gusta que los demás...- realizó un ademan, pero Aron la interrumpió

-Que los demás sepan que soy tu novio- elevo la voz cada vez más enojado-

-Dios baja la voz, esto es la universidad, te comportas como un chiquillo caprichoso- cruzo sus brazo y rodo los ojos

El negó y curvo sus labios con fastidió- esto, ya no más, - se alejó enfurecido, no se dejaría humillar, por más que esa mujer le haya robado el corazón.

-Aron, Aron -corrió tras de él-. Vamos detente bebé- sostuvo su mano y este se detuvo sin mirarla a los ojos.

Mordía su mejilla interna tratando de contralar sus emociones.

-¿Qué quieres?- clavo sus cristalinas esmeraldas en  Mila que titubeó sin saber que decir.

-Ey Mila-  un compañero se acercó corriendo y así interrumpió la discusión

Aron vio a los lados con fastidió y se quedó junto a la brasileña que sudaba frio

-¿Que pasa Vincent?- se paró frente a Aron

-Anoche quedaron mis apuntes en tu departamento, pensé que hoy podía ir otra vez y cenamos ¿Qué dices?- hablo entusiasmado

Esto debe ser una broma, voy a matarlo- pensó embravecido.

Aron sintió el calor invadiéndolo- No puede

-Perdón, ¿me hablaste? - pregunto Vincent sin comprender

-Ella, no puede- repitió dando un paso al frente, pero Mila lo contuvo con su cuerpo.

-Aron por favor- intervino Mila

- ¿No\, nos vas a presentar? -Desafío a la brasilera y esta trago saliva

- Claro- asintió varias veces queriendo que la tierra se la trague- Vicente\, él es Aron mi -respiro varias veces- un amigo de la infancia- cerro los ojos con fuerza por ser tan tonta

-Ah, hola, un gusto- el chico extendió la mano, pero el adolescente solo negó y salió de allí sin decir palabra

-¿Que la pasa?- dijo aun con la mano extendida

-Nada, solo … volteo a ver la figura perdiéndose entre la gente y entendió que la jodio por completo- esta noche ve a buscar tus apuntes.- y se fue por la dirección opuesta.

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A pocos kilómetros un par de amigos disfrutaban de su encuentro

-Este lugar es un sueño- Timothy recorrió la habitación del departamento de Lía, que veía el teléfono

- Tus papás son los mejores.

Cameron insistió en alquilar un departamento para su pequeña, no quería que estuviera en las habitaciones de la universidad, era un tanto paranoico con la seguridad de sus hijos.

-Lo son- hablo sin verlo.

-¿Me extrañaste?- preguntó el ahora platinado, viendo a su amiga sentada en la cama ignorándolo, decidió ir a verla luego de instalarse en los Ángeles para comenzar su carrera de arte.

-Mucho- Lía seguía con sus ojos clavados en la pantalla

-Viste la vaca volando por la ventana- inclino su cabeza y lo tacones de sus botas azules golpearon el piso de madera lustrada

-Si interesante- ella seguía perdida

- Si supongo-  de un tirón arrebato el teléfono\, abriendo sus ojos grises de par en par al ver la imagen

-Tim- dijo mordiendo el labio inferior cuando la cara de su amigo se transformaba.

-En serio Lía, una foto de este idiota- dijo viéndola indignado

-No te enojes- armo pucherito y golpeo la cama para que se siente junto.

-Elimino una o dos fotos por día, pero esa aun me es imposible- encogiéndose de hombros avergonzada.

Tim observo la imagen, Valentín con el uniforme del instituto sostenía una guitarra y reía en el comedor de la prepa junto a sus amigos- ¿Lo ves? – pregunto preocupado

-Sí- sonrió con tristeza- no mucho, porque está en tercer año, pero nos cruzamos varias veces-. Tomo el teléfono en sus manos viendo la imagen

-¿te llamo?- Tim rogaba porque ese tarado la dejara continuar

-No sé, lo bloque desde aquella vez, pero de seguro no llamo, aunque- se arrojó a la cama

- ¿Aunque\, que? -  abrió los ojos exigiendo el chimes y eso hizo reír a Lía

-A intentado hablarme un par de veces-  observo como su amigo abría y cerraba los ojitos sorprendido.

-Dime que no cediste, dime- la señalo con el dedo índice acusatorio.

-Tranquilo, lo ignore, no voy a mentir, al principio no quería verlo porque seguro lloraría como tonta, pero con el tiempo lo fui manejando mejor – suspiro- Tim, no se puede olvidar de un día para otro, pero realmente admire mi fuerza de voluntad para dejarlo con la palabra en la boca las veces que se acerco

- Realmente no entiendo porque sigues estudiando algo que no amas\, y que te tortura\, pero sé que eres alguien fuerte y te admiro por eso- se acostó junto Lía y ambos vieron la imagen de teléfono

- Estoy aquí para probar que no soy alguien que huye- Afirmo apretando el teléfono.

-Corazón, tú no tienes que probarle nada a nadie, solo has lo que te hace bien, y el resto que se joda- carcajeo y eso hizo reír a Lía.

Observo la imagen por última vez- Esa tarde me di cuenta que realmente estaba enamorada, cuando lo escuche cantar, Dios esa sonrisa y la manera de expresarse, casi desmaye – dejo escapar una risilla

-Si eres muy tonta, pero hay que aceptar el imbécil es lindo pero bruto, como dice la canción- agrego juguetón

-Ey soy tu amiga, debes apoyarme no decirme tonta- refunfuño

-Te apoyo amor, aunque a mí me hace falta apoyo-sus ojos picaros denotaban intenciones pervertidas entre líneas

-Tim eres un puerco, ¿Qué paso con el chico malo de la moto? ¿Cómo se llamaba? Ah sí, sí, - afirmó entusiasma-Osher, me cae bien, es muy simpático- recordó al motoquero que su amigo persiguió hasta que lo consiguió por cansancio. Al principio daba miedo, pero ese flaquito coqueto, de cabellos de colores lo domo,

-Es un, agh, - negó fastidiado-  no hablemos de él, dime iras el fin de semana a los de tus padres-

-Si- suspiro- es la prueba de fuego, mis tíos están invitados, no creo que él vaya, las últimas veces no se presentó- recordó, las veces que esperaba y luego se desilusionaba, el maldito ciclo que determino su vida, desde que conoció a Valentín-

-Tu puedes caramelito, esa noche saldremos a celebrar tu triunfo ¿Qué dices?- aplaudió feliz

-Lo hare, ¿si me acompañas el próximo mes a una fiesta de disfraces en el campus? -  lo vio expectante

_Fiesta en el campus, con universitarios que seguro estarán en toga, eso no se pregunta cielo, debo comprar vaselina- grito juguetón

-Tim te pasas. Carcajeó

-No seas mal pensada, es para mí cabello- hablo divertido- ahora bórrala – señalo la imagen

Lía respiro hondo, sus dedos se deslizaron por la pantalla, cerro sus ojos unos momentos y la imagen desapareció

-Así me gusta nena, es hora de avanzar- elevo su mano y Lía hizo lo mismo para chocarlas-

-Hablando de avanzar- ella volteo su rostro para quedar cerquita de esa naricita respingada.

Timothy poseía facciones muy delicadas- ¿cómo te sientes en la universidad? ¿Lo disfrutas?.

-Si, amo el lugar- los ojitos brillaban entusiasmados-. Dios no te conté- grito extasiado- Vi las obras de Aramis, es una artista, no hay dudas

-¿La viste?- sonrió con anhelo- la extraño mucho, no hemos hablado por teléfono

-No cariño, lo cierto, es que no, pero tiene un pretendiente de morirse- llevo sus manos al pecho y puso los ojos en blanco extasiado

-No- abrió sus ojitos negros sin poder creerlo

-Si- asintió como toda una chusma

-Nooo- insistió incrédula

-Que si- le dio un coscorrón en la frente  que se restregó quejosa- estaba viendo la exposición de sus obras y un rubio de ojos celeste, aproximadamente un metro noventa y cinco, brazos de Dios griego y un rostro – abrió y se cerró su boca buscando palabras-  ya no sé cómo describirlo, en poca palabras-  exagero sus gestos a mas no poder- hermosísimo. Se acercó y preguntó por ella, al principio el pobre preguntó si conocía Daira, pero señalo la foto de Ara, tenías que ver su cara cuando se enteró que son gemelas

-Si me imagino, es que son dos gotas de aguas- sonrió recordando a ese par

-Dios cuando las creo se esmeró, esas chicas están de muerte y eso que no me gustan las mujeres- rodo sus ojos

-Si son hermosa-

-Nena los genes de tu familia fueron muy generosos, tú también eres preciosa, estoy seguro que las diosas te envidian- acarició los mechones de cabello de Lía

-Oh te amo, eres tan buen mentiroso- apretó la nariz de su amigo

- Sí\, soy genial- carcajeo y una almohada le dio directo en la cara- A no\, ya verás Lía Anderson- Esta salió disparada cuando era perseguida por un flaquito loco.

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