MATRIMONIO ARREGLADO.

'Sam'

Al llegar a casa y suspirar creyendo de que una lluvia de insultos me llegarían ni bien cruzara la puerta, entré encontrando casi todo apagado, exceptuando la luz de la sala.

Me dirigí allí encontrando a Diana trabajando en su portátil, ni siquiera parecía afectada aunque su mirada si se notaba vacía.

- Diana..- hable pero ni siquiera volteo a verme.- Yo.. realmente siento lo que he dicho, ni siquiera tienes la culpa de que nos hayan engañado a ambos.

No respondió, otra ves se quedó en silencio mientras seguía tecleando.

Camine en su dirección para saber la razón por la cual no me contestaba y noto que la portátil estaba desenchufada y la pantalla apagada. Frunsi mi seño al saber que me estaba ignorando a propósito y la giro a mi de mala manera notando luego que no dejaba de mover sus dedos y parecía estar en una especie de trance.

La sacudí, le hable y aplaudi frente a su rostro pero.. ni siquiera parpadeaba.

- Diana ¿que tienes? - pregunté preocupado pero no me respondió. - Diana por favor, dime algo, reacciona.- Dije sacudiendola pero no hubo forma.

Decidí llamar a el médico de mi padre quien no tardo en llegar y rápidamente lo hice pasar a la sala en la cual Diana se encontraba de la misma forma en la que la dejé.

- ¿*Lo ve? esta actuando de manera extraña.

- No lo hace señor Sam*.- respondió y voltee a verlo.- *La señorita Diana tiene estos episodios desde el accidente que tuvo con su padre, en el cual fue la única sobreviviente.

- ¿Como?

- Luego de que despertara de un coma de 6 meses, se le notificó que sus padres habían muerto y su reacción fue la misma, Solo quedó viendo un punto fijo como si fuera una sonámbula*.- Respondió nuevamente y no lo pude creer.- *Le hicimos varios estudios para saber el porqué se comportaba de esa manera y pues.. descubrimos que se debe a la retención de disgustos, en lugar de llorar para desahogarse de algo que le duele, simplemente le pasan estos episodios.

- Pero cuando visito a mi padre en el hospital ella lloro y hablo con él*. - respondí confundido.

- Si señor Sam, pero su padre pese a todo aun esta con vida, ella pudo verlo y hablarle, cuando sus padres murieron ella no lo supo hasta 6 meses después.- contestó y voltee mi mirada a Diana.- *Sus episodios comenzaron a ser más seguidos 5 meses después de que empezó a trabajar en la empresa de tu padre, eran constantes las llamadas que recibía de él para que ayudara a Diana, motivo por el cual el señor Mario no quería dejar a Diana sola, nadie sabe de su estado y este mismo podría ocasionarle la muerte si le agarra en cualquier lugar.

- Fue por culpa de ellos*.- Dije con mi seño fruncido recordando lo que mi madre dijo, sus compañeros vivían tratandola mal y por ello le sucedían estos episodios. Pero ahora... Él era el responsable de esto.

- Señor Sam, cuando ella despierte de su trance haga lo posible por ofrecerle su hombro para desahogarse, no se porque fue que le sucedió nuevamente pero si esto no se evita.. ella podría morir por una posible hemorragia cerebral. - Añadió y me asusté, no puedo permitir que ella vuelva a pasar por esto. - Trate de hacer que se desahogue de su dolor y llore, es la única manera de detener estos episodios que son sentimentales.- Añadió y asentí.

Lo veo caminar a ella y colocar un objeto frente a sus ojos comenzando a mover lo, Poco a poco los ojos de Diana comenzaron a seguir el objeto y parpadeo viendo en todas las direcciones.

- ¿Se encuentra bien? - Le pregunto el doctor.

- Yo.. tengo un poco de dolor en mi cabeza pero.. ¿como es que llegue aquí? - *Mis ojos se inundaron de lagrimas al escuchar sus palabras y me gire evitando de que pudieran verme. * Mi padre era su único refugio y ahora estaba por perderlo, ¿Que se supone haré con todo esto*? *

- Su esposo la ha traído a casa.- Respondió el doctor y me sorprendí. No fui yo quien la trajo, pero si ni siquiera ella sabía como llegó entonces..¿quién la trajo hasta casa? - *Señorita Diana, le dejaré estas píldoras para que su dolor calme y mañana a primera hora la espero en mi despacho para hacer los estudios de rutina.

- Esta bien doctor y muchas gracias por ayudarme otra ves*.- respondió entristecida.

- Sabes que jamás te dejaré sola, Diana.- respondió y gire a verlos notando como ella se sorprendía y asentía a sus palabras.- Que descanses. - Dicho eso se dirigió a mi.- Trate de estar a su lado por esta noche, se puede repetir. - Asentí asustado para luego acompañarlo a la puerta y despedirlo.

Al volver a la sala veo a Diana jugar con sus manos mientras ve el piso, Me acerco a ella para luego inclinarme a su altura y tomar sus manos.

- Diana, lamento mucho lo que dije en el restaurante.- hablé mientras veía como la lágrimas se acumulaban en sus ojos.- Se que no tienes la culpa de nada y no me justificare por lo que he dicho pero.. Quiero que sepas de que no volveré a tratarte así y tampoco permitiré que alguien más lo haga.- Acaricio su mejilla. ¿Que rayos debo hacer para que llore y se descargue conmigo*?* - Si alguien te dice algo que te lastima, vienes y me lo dices porque no consentire jamás que alguien se atreva a lastimar a mi esposa.- *ella levanta su mirada conectándola con la mía y asiente*.- *Por favor, di que me perdonas, di que tengo una segunda oportunidad para remediar todo.

- No te preocupes, todo está olvidado*.- *respondió sonriendo y mi corazón dolió. *¿Que todo esta olvidado? Ni siquiera yo puedo perdonar tan fácilmente*.

- No seas amable conmigo, di que me odias, que soy un imbecil miserable que no merece nada. - Dije acariciando su mejilla. - *Eso es mucho mejor que verte guardar todo tu dolor.

- No deseo decirte eso y la verdad.. con tus disculpas ya me siento mejor*. - Respondió amablemente y me fue inevitable no sentirme miserable.

Quizás y luego me arrepienta de esto pero.. quería hacerlo, no se porque ni para que, pero lo deseaba.

La tome de ambas mejillas y estampe mis labios con los suyos, ella brinco sorprendida mientras que yo sentía lo dulces que estos era.

Comencé a moverlos pero no obtuve respuesta de ella y claro, si era virgen era muy probable de que este fuera también su primer beso.

No me importó, seguí moviendo mis labios hasta que los de ella comenzaron a moverse junto con los míos y pude sentir como las lágrimas se mezclaban entre ambos labios, pero.. yo no estaba llorando.

Rompo el beso y escucho su llanto salir, uno que al parecer fue retenido por mucho tiempo ya que de la forma en la que lloraba me demostraba que era un dolor guardado.

- Lo.. lo lamento, no quería hacerte llorar.- Dije apenado mientras la abrazaba.- *Perdóname, te he besado sin consentimiento y..

- N-no.. No lloro por eso*.- Dijo entre sollozos y no agregue más, solo la abrace permitiendole desahogarse.

*¿Podría ser que mi beso la hizo reaccionar y por fin desahogarse de toda su tristeza? Parece una locura pero.. una en la cual quiero creer.*