La Princesa Doma Al Villano

En la novela original.

⟨“—No. No pienso que sea apropiado hacer eso.”

Mei se ofendió. Creyó que era un tipo de danza vulgar para una doncella que estaba a punto de casarse. Más aún, creyó que sería una ofensa para Hwan.

Pero ella pronto se arrepintió.”⟩

Aklen Hongshu sobresalió como bailarina principal con sus bellas habilidades de danza, moviéndose con gracia y robando la atención de todos.

Fue el capítulo en el que Aklen capturó el corazón del héroe, Zorám, y el villano, Hwan. Ambos hermanos cayeron perdidamente enamorados a sus pies.

⟨“Aunque no la quería, la actitud mimética de Hwan lo hizo anhelar todo lo que su hermano, Aklen no fue la excepción.

Aklen, quien estaba enamorada sinceramente de Hwan, fue débil y cayó ante la tentación.”⟩

Supongo que Hwan solo es un mimético.

Suspiré.

Aghj, Mei, eras muy dócil.

⟨“—Me temo que la he molestado.

La mirada de Aklen se dolió.

—La princesa ha venido solo para ver a mi señor, el príncipe heredero, ¿me equivoco?”⟩.

Eso fue lo que pasó en la novela después que Mei se negó.

—¿Me temo que he sido recha-?

Esbocé una sonrisa y tomé sus preciosas manos llenas de anillos y joyas.

⟨“La sonrisa de Mei era tan encantadora como para engañar a cualquiera. Pero ella siempre sonrió con sinceridad.”⟩.

—¿P-Puedo conseguir el honor de danzar junto a ma'am Aklen? He oído que ma'am es alguien espléndida en las danzas cortesanas.

Mi cara incluso se enrojeció.

Aklen abrió aún más sus ojos, dejando ver sus preciosas pupilas pintadas de color carmesí.

Juntó descuidadamente las cejas, su semblante se vio lleno de una tenue irritación.

—Puede llamarme Aklen. Estaría en un grave problema si alguien la escucha llamarme ma'am.

Su mirada se dolió.

⟨“Aklen Hongshu era la princesa heredera de un pequeño reino lejano a Hwanhuan. Pero toda su familia fue raptada y esclavizada por el actual rey de Hwanhuan.

Así fue como Aklen terminó sirviendo a Hwanhuan, solo entregando su corazón a la danza.”⟩.

Su familia debe estar en algún lugar de Hwanhuan.

⟨“Cuando deliberadamente se atrevió a mirar a Hwan, se enamoró y, entonces pensó que la esclavitud que le tocó no era un castigo tan severo.”⟩.

Le solté las manos y jugué con las mías tratando de limpiarlas disimuladamente.

Esta mujer,

...fue una molestia para la corta vida matrimonial de Mei.

Fue la primera concubina de Hwan, incluso mientras Mei estaba embarazada.

—Entonces, os lo ruego, acompañadme.

Se volvió, comenzando a caminar entre la gente. La seguí firmemente, con mi maquillista a un lado.

Salimos del campo de visión de la gente, pero Aklen continuaba caminando sin vacilar.

La maquillista apresuró un poco su paso y se acercó a mi costado.

—No se preocupe. Mi habilidad en "Xia Dao" (combate con armas) y "Quan Fa" (combate a puño limpio) es impecable. No podrá secuestrarla.

Una risilla se me escapó de los labios bajo el velo.

Aklen paró y sus intrigantes ojos me miraron. Alzó la mano para abrir la cortinilla de piedras a su izquierda. Inclinó la cabeza ligeramente, esperando que pasara primero.

Lo hice, lo hicimos.

Una mediana cámara casi con luz nocturna. Al menos cinco mujeres que vestían elegantes telas, dejando a la vista su abdomen y hombros, otras cinco mujeres estaban ocupadas maquillando detalladamente su cuerpo.

Sus ojos parecían intrigados, pero volvieron su vista al ver el velo que me cubría la cabeza entera.

Un hombre se acercó.

Su rostro estaba completamente maquillado de blanco, pero con dos grandes sombras rojas alrededor de cada ojo, sus labios también estaban pintados de rojo.

Me sobresalté cuando apreció de repente. Parece un payaso.

Era el hombre que guiaba a todas los danzantes que vi hace un momento.

Su boca se arqueó. Levantó el velo que cubría mi rostro y lo puso detrás de mi cabeza.

—Cielos. Sabía que Aklen tenía un buen ojo—dijo, guiñándole un ojo—pero esta vez ha sido codiciosa—me miró—nuestra princesa, será la sensación de hoy. Puedes llamarme Sobat—curvó una sonrisa—He oído que practica constantemente la danza.

Asentí.

Giró la cabeza y miró disimuladamente a todas las maquillistas.

—¿Qué esperan? Maquillarla ahora mismo.

Las mujeres entraron en un alboroto al oír su voz grave.

—Me disculpo, he traído a una maquillista de confianza.

A Sobat se le dibujó una sonrisa algo sorprendida en el rostro.

—Por supuesto.

—Debe ponerse esto, princesa—dijo una mujer con pinta de colaborador.

Puso una clase de vestiduras egipcias encima del tocador. Aklen pasó de mí, y se sentó frente al tocador del costado.

Analicé las vestiduras de reojo. Revelaría el estómago, la espalda, y los brazos enteros.

Este cuerpo tenía una figura espléndidamente esculpida. El autor de la novela desperdició mucho de su tiempo creando un personaje tan perfecto como para matarlo cruelmente después.

Já, la Mei de la novela jamás fuera pensado en vestir algo así.

Salí desde atrás del biombo ricamente decorado y fui delante del tocador. La mujer que me maquillaba comenzó a hacer su trabajo.

Al terminar se acercó de nuevo a mi oreja.

—¿Desea cubrir las marcas con maquillaje?—me susurró.

Los latigazos, arañazos y quemaduras hechos por Odette aún marcaban este cuerpo.

Asentí.

—Lo que ordene. Dejaré la marca de nacimiento a la vista.

La mujer comenzó a cubrirlas suavemente para no causar dolor.

Noté cómo las pupilas de Aklen me analizaron el cuerpo terminando en la marca de nacimiento en el hombro, formando una mueca.

Mi maquillista se volvió, impidiéndole la vista, prácticamente le puso el trasero en la cara. Me guiñó un ojo y siguió haciendo su trabajo.

Pintó mis párpados con pintura roja hecha de flores de rosa, y al igual que el tatuaje en el hombro, dibujó una preciosa flor carmesí en el medio de la frente.

Usó polvos de flores pintando mi largo cabello negro de un claro tono salmón e hizo una larga trenza decorada con horquillas de oro, misma que sostenían un velo rojo a mi cabeza.

Cerró ajorcas/brazaletes dorados en mis brazos y muñecas, terminando su trabajo.

—Sabía que la figura de la princesa era espléndida, pero he quedado sin palabras.

Sobat se abanicó exageradamente. Después, sus labios se curvaron en una sonrisa.

—Aklen querida, Mei tomará tu lugar en la última danza de hoy—la miró—apoyarla en el acto, ¿de acuerdo?

—Lo que usted diga—contestó.

Aklen Hongshu es una persona con personalidad madura, que normalmente no pierde la paciencia con cosas como estas.

¿Acaso podrás soportarlo por siempre? Déjame verlo.