Paraíso

Capítulo 5

Pasaban los días, Ibrahim seguía sin hablar con su esposa, era la manera de castigarlas según ellos. Rayza estaba llorando no solo por recordar los golpes de Ibrahim, también por la frustración de no poder hacer nada. Ella no quería compartirlo todo con otra mujer, por eso se había esmerado tanto en ser la mejor esposa, ansiaba saber quién era la que se le había metido por los ojos para así acabar con ella, quería borrarla de la vista de su esposo para siempre, quería saber quién era la mujer que iba a llegar a atormentarle la vida.

—Mamá no vas a creerlo.—entró Dalila su hija para darle una buena noticia.—Amir acaba de llegar.—

—Amir.—Rayza no espero más y corrió para ver con sus propios ojos que su hijo había regresado.—Hijo, volviste.—se abrazó de su hijo, ya que tenia prohibido visitarlo, por lo tanto hace años que no lo veía.

—Salam Aleykum madre, ¿pero qué te pasó en el rostro?—

—Nada hijo, no puedo creerlo déjame abrazarte mi niño.—decía Rayza mientras estrujaba a su hijo.—¿Ya comiste?—

—No, y en verdad me muero de hambre.—

—Sírvanle de comer a mi hijo por favor.—daba la orden a quien le ayudaba en casa

—¿y mi padre?—

—Ya sabes en sus negocios, pero acaso no le avisaste que venías.—

—No, no le avisé después de todo no soy un niño. Mi abuelo me envió el dinero para mi boleto de avión, él está de acuerdo que volviera a casa. ¿O tú no?—

—Tonterías yo soy la más feliz que estés aquí. Tu padre va a enfurecer, pero me alegra que te impongas. Pero sé que le dará gusto verte.—Rayza no dejaba de abrazarlo

Después de comer Amir salió de casa, a su madre le dijo que iría a visitar a su abuelo en lo que regresaba su padre. Pero en realidad iba a buscar a otra persona, sabía que la mujer que siempre había amado estaba en ese momento trabajando en la bodega de su padre.

Lina estaba empaquetando especias, la bodega se quedaba sola por las tardes. A veces Nadia permanecía con ella, no había peligro porque la bodega se encontraba dentro de casa. Amir llegó hasta la casa, Nadia lo reconoció de inmediato lo saludó y aunque estaba prohibido permitió que entrara a saludar a Lina, sabía que se pondría feliz.

—Estas igual de hermosa que el día que me fui.—dijo Amir rompiendo el silencio, el corazón de Lina comenzó a latir muy fuerte.

—Amir.—las lágrimas de felicidad rodaron por sus mejillas. Lina corrió para abrazarlo, el la estrechaba fuertemente entre sus brazos.—Anhelaba tanto este día, cumpliste tu promesa yo sabía que cumplirías.—decía Lina mientras colocaba fuertemente su cabeza en el pecho de Amir

—Se que está prohibido pero no puedo más.—

Amir se acercó para besarla, tiernamente y suavemente tocaba con sus labios la boca de Lina. Ella tenía miedo pero tampoco podía evitarlo, además todos esos años había esperado ese momento. Correspondió a sus besos, jugueteaban lentamente con sus labios ya que era su primer beso. Amir la pegaba a su cuerpo para sentir su calor, podía sentir toda su figura y mientras se besaban se entregaban el uno al otro. Amir acariciaba su cabello sin estorbarle el hiyab, por fin estaban juntos.

—Pero que hacen.—interrumpió Maryam, aún así no dejaban de estar abrazados

—Lo siento señora Fayed, no pude evitar abrazarla. Tampoco quería faltarle el respeto a su casa.—

—Me alegra verte, den gracias a Allah que fui yo quien los vio. Deja darte un abrazo muchacho.—decía Maryam

—Tengo que irme antes de que se entere el señor Saalim y me corra, Lina no olvides que te amo. Hablaré con mi familia lo antes posible para pedir tu mano.—

—¿Volveré a verte?—pregunto Lina

—Si, solo recuerda que ya no somos unos niños. Hay reglas que seguir. Te amo.—

Amir besó su mano, y salió de inmediato antes de que esa acción perjudicara su futuro matrimonio.

—Lina debes pensar fríamente, si tu padre los hubiera encontrado gran alboroto habría armado.—

—¿Crees que papá hubiera mandado al castigo a Amir?—

—Tu papá es un santo, no es como todos los musulmanes. Pero tiene otros planes para ti, quiere que nos vayamos de aquí. Para él aún eres una niña, te faltan muchas cosas por vivir. Esperemos que acepte la propuesta de Matrimonio.—

—Amir va a permitir que estudie aunque estemos casados madre, confío en el. Es el mismo de siempre lo pude sentir.—

—Mi pequeña mariposa, espero que así sea. Inshallah.—Maryam veía feliz a su hija y eso era más que suficiente para apoyarla en lo que quería.

Amir fue a visitar a su abuelo para agradecerle que le haya enviado el dinero para volver, era su único nieto varón así que sentía preferencia por el. Después Amir fue a su casa, su padre aún no regresaba.

—Hijo, ¿dónde estuviste?—

—Fui con mi abuelo, papá no ha llegado al parecer.—

—No debe tardar se va a sentir feliz cuando te vea aquí.—

—Mamá quiero casarme y ya elegí.—

—De verdad mi muchacho. ¿A quién elegiste?—

—No le digas nada a papá, quiero primero el permiso del padre de mi novia. Elegí a Lina Fayed.—

—Que buen gusto tienes hijo, es una jovencita muy dedicada a ayudar a sus padres. Además solo sale a la escuela y regresa a su casa, los Fayed son una gran familia y respetable. Estoy feliz, tienen mi bendición.—en verdad Rayza conocía a Lina, sabía que era una buena muchacha.

Minutos después regresaba Ibrahim a casa, venía cansado pero también frustrado ya que tenía días sin poder ver a Lina. Tampoco había aclarado con Saalim lo dicho por Hakim, pero la sorpresa que le esperaba lo sacudiría. En el comedor estaba su hijo Amir.

—Amir, ¿qué haces aquí?—su rostro cambió radicalmente, otro padre en su lugar se alegraría al ver a su hijo ahí sentado, pero Ibrahim no le alegró para nada su regreso

—Terminé la universidad, ya no tenía a qué quedarme. Decidí darles la sorpresa.—

—Debiste consultarme primero, sigo siendo el jefe de esta familia. Odio las sorpresas, me haces sentir desafiado.—

—Es en serio lo que dices papá, no estás feliz de verme.—Amir no podía creerlo

—No es eso hijo, me alegra verte. Solo que me gustaría que no hubieras hecho algo así, es como si no me tuvieras la confianza. Pensé que seguirías estudiando, es todo. Pero gracias a Allah que estás aquí.—se acercó Ibrahim para abrazar a su hijo

Rayza también se sorprendió al ver la actitud de Ibrahim, lo cierto era que el regreso de Amir podía propiciar que sus planes con Lina se vinieran abajo. Veía a su hijo como un rival para estar con la mujer que él había elegido.