LA VIDA DE LA SOMBRA DEL VILLANO

En el camino hacia un lugar desconocido las diferentes armas que pasaban al rededor miraban con diferentes caras al hombre que solo bajaba la cabeza en respuesta.

No pasó mucho tiempo hasta que llegamos a una pequeña cabaña apartada del lugar, la cual era completamente diferente a todas las demas áreas. Donde el color de la sangre y las sombras no existe, llenándose con el brillo de los árboles y plantas.

Después de arrastrarlo hasta este lugar, los sirvientes se retiraron una vez lo arrojaron dentro.

Cuando pareció despertar, él hombre entró a una habitación donde me coloco en una estructura de madera y con la misma mirada que me miro la primera vez me dijo, —Quédate aquí, traeré medicina.

“Debo seguir sus ordenes, ya que su señoria dijo que él me enseñaría, aunque parece más débil que mi otro maestro”.

Solo paso un momento y el hombre llego con un tazón con una sustancia diferente al agua, la cual tenía un olor extraño.

—Toma, es medicina, servirá para tus heridas, —Dijo el hombre entregandome el tazón.

“¿Medicina?, es la primera vez que escucho esto”.

El hombre me miró con otra mirada rara y dijo nuevamente, —Tomalo, como... como agua.

“¿Tomarlo? ¿agua? ¡Oh! Al fin entiendo” . Tomo la medicina que sabía igual de amarga qué la hierba, la cual hizo que esa sensación en mi boca desapareciera.

Después de detenerme un momento, él hombre preguntó rápidamente, —¿Duele? Si duele no lo tomes tan rapido.

¿Duele?

Alentó mis movimientos, permitiendo que esa corriente como el frío fluya por mi garganta y el duele que antes había se acabó.

Cuando termine de tomar el tazón el hombre preguntó, —¿Sigue doliendo?

Niego con la cabeza y el hombre libera aire por la boca, golpeado su pecho.

—Ya que desde ahora seré tu maestro, mi nombre es Qian Song, ¿Cual es tu nombre pequeña? —Él hombre hablo mientras ponía su mano en mi cabeza y movía mi cabello.

“Parece que no es muy inteligente. No puedo hablar, un soldado sombra no tiene voz ni rostro, es lo que dijo mi otro maestro. Mi nombre es uno. El nombre que su señoría me dio antes, pero no se lo puedo decir."

"¡Oh! ¿Debería decírselo? ¿Cuenta como orden? No se que hacer, nunca me dijeron que hacer en esta situación”.

—Bien, ya que no tienes, tu nombre será Qian Rong —Dijo el hombre curvando los labios.

“¿Qian Rong? ¡No! ¡Mi nombre es uno! ¿Que es Qian Rong?”.

Después de intentar negarme el hombre pareció no escucharme y no tuve otra opción que aceptar el nombre en silencio.

"Igualmente no es diferente a una cría débil".

—Qian Rong, esta será tu nueva habitación, descansa, dentro de unos días comenzará tu entrenamiento, —Dijo mi maestro mientras arreglaba una zona, diferente a la cueva donde estaba.

Después de mover un par de cosas fuera, al fin el lugar parecía mas despejado.

El maestro me miró y camino rápidamente a su cueva de donde salió con unos pedazos de tela en sus manos. La tela era igual a la que usaba él, diferente a la tela que yo uso.

—Ya está listo el baño con agua, toma una ducha y ponte esta ropa. —Después de decir eso el maestro salió del lugar y yo mire ese gran balde con agua y entre dentro de él.

Era la primera vez que tenia tanta agua, además de que parecía cálida como el sol y en ella había un olor raro, que era similar al de esas hierbas de colores.

Después de que termine me puse la ropa y sali del lugar, al verme el maestro abrió los ojos y dijo, —Qian Rong, ¿Por que aun hay jabón en tu cabeza?

“¿Jabón? Así que esa cosa blanca era jabón, olía tan bien que la puse en mi cabeza. ¿Tenía que quitármelo?”

El maestro negó con la cabeza y dijo, —Ven, te enseñaré como se usa.

No sabía a que se refería el maestro y solo lo seguí hasta el lugar donde estaba el gran balde, el me sento en un pequeño banco y trajo un balde con agua mas pequeño, el cual vacío en mi cabeza, tallandola hasta que dejó de liberar espuma, aun que dice él que es espuma.

Después de terminar, la ropa que el maestro me dio se había mojado, pero el saco otro conjunto que me dio diciendo en voz baja, —Ustedes parecen tener la misma edad asi que es seguro que te quedara.

Una vez que me cambie, el maestro me dio un tazón de comida que no conocía. Era completamente diferente al pan difícil de morder o el arroz seco.

“No sabía que la comido podía saber de esta manera”.

Aunque es raro, no me siento en peligro, como cuando estoy en la montaña y dejan de cesar los ataques de bestias demoníacas.

De la misma manera mi cuerpo se siente más ligero y mis ojos pesan como piedras.

"No quiero bajar la guardia, dijo el maestro que siempre debo estar alerta"

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Después de barrer la habitación Qian Song miro sorprendido a la pequeña qué se quedó dormida mientras se recargaba sobre la mesa.

Tocando su cabeza, Qian Song comenzó a consolarla, —Bien, lo has hecho muy bien.

Aunque el consuelo era dirigido hacia la pequeña persona, no pudo evitar sentirse triste al recordar la mirada de aquel pequeño.

—Parece que papá se a equivocado de nuevo, —Susurro.