Mi prometido, el príncipe heredero del imperio Noah era un buen candidato para mi y mi familia, no me importaba mucho el puesto de emperatriz, solo añoraba estar a su lado.
Pero, ¿Porqué ama a una mujer que no soy yo? A pesar de hacer todo por quitarla de mi camino ella persiste y cada vez noto como se alejan más de mí.
Las respuestas vinieron a mi un día que un libro dorado llegó a la mansión como un regalo para mí.
Era una novela, pero lo que les diferenciaba de las demás fue que aquellos personajes los conocía a la perfección.
Narrado desde el punto de vista de los protagonistas, yo Madeline, era la mujer que se interponía en su amor.
El obstáculo amoroso.
¿Lo que narraba este libro era el futuro? Al ponerlo a prueba pude cerciorarme, la historia era de verdad nuestras vidas.
Por eso me cercioraré que mi vida no sea en vano y comenzaré mi nuevo camino.
NovelToon tiene autorización de Pau Gallardo para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
05 - El segundo príncipe.
Cuando estaba a punto de llegar al jardín donde me iba a encontrar con el segundo príncipe, la silueta de una persona llama mi atención.
Al otro lado de la acera estaba el joven duque Aaron, junto al segundo príncipe Rafael. Parecía que estaban conversando sobre algo.
Era imposible hacer como si no los hubiera visto, ya que de inmediato su conversación se vio interrumpida, gracias a que ambos hombres se fijaron en mi presencia.
—Buenas tardes, —Saludo a los dos con una reverencia. —Madeline Barlovento llega al llamado de su alteza el segundo principe.
Como se esperaba, el joven de tan solo 15 años me recibe con una reverencia, era un chico joven y no me sentía cómoda en absoluto con la idea de ser su prometida.
Incluso pude notar que el tampoco estaba bien con esa idea.
Mi atención se centro en como el segundo príncipe me señalaba la mesa donde ya estaba preparada con tres juegos de cubiertos, ah, todo indicaba de que el almuerzo seria junto al duque Maximilian también.
Aunque todavía me sentía incomoda a su alrededor, no dije nada para comenzar una conversación con él. Ya era bastante incómodo estar junto a él y un príncipe del cual no solía hablar mucho.
Cuando los aperitivos fueron servidos la conversación se centraba en temas vanales y sin importancia, la conversación la lideraba el joven Maximilian junto a Rafael. Después de unos segundos en silencio miré de nuevo al príncipe.
—Escuché que su alteza está por comenzar sus estudios en la academia, es una buena oportunidad para concer mas personas de otras naciones. —La academia del imperio Noah era bastante reconocida en el continente.
Entrar a la academia imperial de Noah te aseguraba un futuro prospero y lleno de buenas oportunidades laborales, al año solo pocas personas no nobles logran ingresar, haciendo que su futuro sea brillante.
Rafael, como el segundo príncipe y próximo duque del imperio era mas que apto para ingresar a dicho lugar.
Sin duda las personas inteligentes eran geniales.
Por desgracia, yo no lo era tanto.
—La academia no es para hacer amigos. —Me reprende el duque Maximilian con una sonrisa, dando a entender que estaba bromeando.
—Yo opino que es una buena opción para hacer buenas relaciones, los buenos amigos son los que te apoyan en los malos momentos. —Contestó Rafael con una tenue sonrisa.
Sonreí a su respuesta, parecia un chico maduro con buenos ideales.
—Tampoco hay que estar cegados por la amistad, las personas son ambiciosas. —Aconsejo.
Rafael sonríe encantadoramente y espera con paciencia cuando el plato fuerte fue servido.
—La hermana Madeline tiene razón. —Dice el segundo príncipe de pronto.
Sentí mi cuerpo paralizarse por la forma en la que me habló, no tenía idea de que se refería a mi como su hermana.
—L-lo siento, todavía no me acostumbro a hablar con la señorita así.
De pronto el ambiente a nuestro alrededor se vuelve incómodo como al principio, y el resto del almuerzo no dijimos nada más. La razón por la que estaba de visita esa tarde era para hablar con el segundo príncipe y rechazar la propuesta de matrimonio.
Al final, no pude decirle nada a Rafael gracias a la presencia del duque Maximilian.
Fue cuando me estaba despidiendo del príncipe que el con una sonrisa apenada me dijo casi lo mismo que estaba pensando en decirle a él.
—Perdón por hacerte venir solo para rechazar la propuesta, —Dijo el príncipe apenado, pude notar como Aaron nos miraba. —Aprecio la oportunidad, pero creo que no sería posible ser un matrimonio.
>De cualquier forma, me alegra poder hablar contigo de forma cómoda, ¿Puedo seguir invitándole en el futuro? Apreciaría seguir en contacto. —Terminó el joven príncipe.
—Me alegra saber que estamos en la misma página su alteza, no dude en contactarme cuando quiera. Yo también me divertí mucho.
Y sin decir más, el joven Rafael esperó a que me subiera al carruaje que me llevaria de regreso, lo que no esperaba para nada, es que junto a mí el duque Maximilian también subió.
—¿Recibiste una propuesta del segundo príncipe? —Fue lo primero que dijo. Me quedé en silencio analizando la forma en como me miraba.
Me encogí de hombros y sin emitir una palabra miré por la ventana.
—Ibas a aceptar la propuesta de un niño, pero me dejas a mi con la mano extendida.
—No miré tu propuesta de matrimonio en las tantas que me llegaron. —La forma en como el duque estaba actuando me estaba dando escalofríos. Yo también pensaba que el príncipe era muy joven a pesar de que solamente soy dos años mayor.
Y ahora que lo pensaba, el joven Aaron tampoco es que sea un adulto tan mayor.
A pesar de que lucía como uno.
Aaron Maximiliam tenía 19 años de edad.
—Ahora que lo pienso, ¿Que hacía el duque Maximilian junto al segundo príncipe?
—Lo estaba persuadiendo para que me cediera los derechos de la mina de piedras de cristal.
Miré con curiosidad hacia el joven duque.
—¿Hablas de la mina que sale en el libro? —Ahora que lo pensaba, en el libro parece una mina de piedras de cristal, lo curiosa de ella es de que todavía no se descubría ese tipo de piedra preciosa. Así que mi ex prometido, se hace dueño de este lugar y así logra recaudar una suma extrema en riquezas.
Pero una idea cruzó por mi cabeza, esa mina será subastada dentro de unos días.