La boda abrupta de mi padre casi dos meses después de la muerte de mi madre trajo nuevos cambios a los que me estaba costando trabajo adaptarme, más que nada porque su nueva esposa y sus dos hijas no me lo estaban poniendo fácil pues mientras papá se iba de viaje por trabajo a mí me tocaba aguantar las conductas poco amables de su nueva familia, perdón nuestra nueva familia. Pero después de tres años cuando por accidente escuché a mi madrastra como planeaba casarme con un viejo rabo verde que bien podría ser mi abuelo no tuve más opción que huir hacia lo único que me había dejado mi mamá, una casa en el bosque
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Obedecer
Desperté al sentir que mi transformación venía y salí de su habitación con todo el sigilo posible pues no quería que despertara y me viera ahí, podía asustarse. Me fui a mi habitación mientras pensaba si reclamarle por haber salido o quedarme callado y esperar a que ella me lo contara, pero para acercarme a ella necesitaba una excusa y no sabía cuál. Ya había buscado la manera de sacarla de aquí, pero no había encontrado nada, en ese momento supe que hacer y fui a su habitación, pero no estaba así que baje las escaleras mientras gritaba su nombre, pero ella no apareció, salí hacia el jardín y tampoco estaba de pronto supuse que ya había encontrado la forma de salir y se había ido, me sentí triste pues de nueva cuenta estaba solo. Iba de regreso al castillo cuando pensé en ir a las caballerizas si ella ya no estaba su caballo tampoco debería de estar aquí, iba casi corriendo, pero al llegar me detuve pues ella seguía aquí, estaba aquí cepillando a su caballo, me alegré al verla aquí y camine despacio hacia donde estaba.
- Rayo mira como ha mejorado tu cabello, está más suave, ¿sabes?, anoche estuve conversando con alguien... Diferente, él en un principio me dio miedo, pero después de anoche ya no, este lugar está muy bonito y a pesar de la poca comunicación que tengo con Adam no quiero irme, sé que tengo que hacerlo, pero al menos aquí tengo un poco de compañía aparte de ti, no quiero que estés celoso tú siempre serás mi mejor amigo, contigo no tengo secretos. ¿Crees que estoy mal por querer quedarme en un lugar en el cual no soy bien recibida?
Me di la vuelta y volví al castillo, ella quería quedarse, no tenía miedo de la bestia y le gustaba este lugar, este sitio que durante años fue mi prisión ahora empieza a convertirse en algo diferente
Isabella
Después de hablar un poco con Rayo, volví al castillo y Adam estaba esperando, se puso de pie en cuanto me vio y supuse que ya había encontrado la forma de que me fuera pues dijo que de otra manera no me buscaría y yo que no me quería ir, pero no importa, mi vida fuera de aquí me espera
- Isabella quiero hablar contigo, he estado buscando todas las formas de sacarte de aquí y créeme cuando te digo que busque por todas partes, le estoy dando muchas vueltas así que te lo diré de una vez...
- Si me voy a ir de aquí no deberías darle tantas vueltas, sabía desde un principio que no me querías aquí y que yo me vaya es lo mejor ¿no?
Él frunció sus cejas para después pedirme que lo escuchará sin interrupciones
- No hay forma de que te vayas
¿Qué? Yo pensaba que él ya había encontrado la forma, pero resulta que no, entonces eso quiere decir...
- Entonces yo... ¿Me puedo quedar? Claro si hubiera otra manera ya no estaría aquí, lo siento hablé sin parar, prometo no entrometerme en tu camino lo que dure mi estadía aquí
Me fui directo a mi habitación, no podía creer que me quedaría en este lugar tan bonito, aunque parte de mí se sentía culpable por dejar atrás mi casa, pero será por un tiempo pues al encontrar la forma de salir de aquí lo haré y continuaré con mi vida como lo había planeado mientras tanto intentaré llevarme bien con Adam.
La noche llegó y Adam llegó a decirme lo de siempre
- Ya me ha quedado claro lo que no debo hacer no te preocupes
- Es que parece que no aprendes, yo te lo digo para que estés a salvo
¿Es en serio? Este hombre cree que yo lo hago con todo el propósito del mundo, encontrar a la bestia jamás ha estado entre mis prioridades, estaba empezando a molestarme
- Estar aquí en primer lugar no fue por gusto, encontrar a la bestia tampoco, yo creía que solo era una historia para espantar a los cazadores o para atraerlos en las temporadas de caza ¿crees que soy tan tonta para ponerme en peligro por gusto?
- Pues a veces tengo mis dudas
Abrí mi boca y luego la volví a cerrar, estaba enojada tanto que apreté mis puños con fuerza tratando de contenerme y atestarle un buen golpe
- ¿Y tú qué? Eres muy sensato para no salir de tu habitación
- Si, deberías seguir mi ejemplo
- De verdad que quiero llevar una relación cordial contigo, pero tú no pones nada de tu parte
- Cielo, simplemente obedece
Deje una sonrisa retadora en mis labios, hay palabras que no caben en la misma oración por ejemplo, obedecer y yo. Si querías que me quedara en mi habitación para darte gusto pues ahora haré exactamente lo que siempre he hecho en toda mi vida, hacer lo que siempre he querido
- Isabella no nació para obedecer a nadie... Cielo
Dije esa última palabra con todo el sarcasmo que le pude impregnar y lo saque de mi habitación
