una novela de 4 adolecentes estudiantes 2 chicas y dos jóvenes que eran parejas de novios pero a medida del tiempo 2 de ellos se dieron cuenta que estaban con la pareja equivocada porque ellos se gustaban
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### Capítulo 5: Momentos a Solas
### Capítulo 5: Momentos a Solas
Después de la tormenta emocional que había sacudido la relación de Vanessa y Tomás, la joven se encontró en un lugar inesperado. Aunque había logrado hablar con Tomás y expresar sus sentimientos, había algo en su interior que la impulsaba a explorar su conexión con Santiago. La amistad que compartían había crecido y, al mismo tiempo, se había vuelto más compleja. Eran momentos a solas que la hacían sentir viva, y la idea de disfrutar de su compañía se volvió irresistible.
Una soleada mañana de sábado, Vanessa decidió invitar a Santiago a explorar la ciudad. Quería aprovechar el día, disfrutando del aire fresco y de la compañía de su amigo. Le envió un mensaje: “¿Te gustaría salir a pasear hoy? Hay un festival de arte en el parque central”.
Santiago, que estaba en casa revisando algunos guiones, sintió una oleada de emoción al leer el mensaje. Sabía que cualquier oportunidad para pasar tiempo con Vanessa era valiosa. “¡Claro! Estaré allí en una hora”, respondió rápidamente. Se preparó con entusiasmo, sintiendo que el día prometía ser especial.
Cuando llegó al parque, el ambiente estaba lleno de color y energía. Las familias paseaban, los niños reían y los artistas exhibían sus obras en los distintos puestos. Santiago buscó a Vanessa entre la multitud y, al verla, se sintió aún más emocionado. Ella lucía radiante, con una blusa de colores y una sonrisa que iluminaba su rostro.
—¡Hola! —exclamó Vanessa, acercándose a él. —¡Mira todo esto! Es increíble.
—Es genial. No sabía que había un festival aquí. —Santiago sonrió, sintiendo que la energía del lugar era contagiosa.
Empezaron a caminar juntos, explorando los diferentes stands de arte. A medida que se detenían para admirar las pinturas y las esculturas, se sumergían en conversaciones profundas sobre el significado del arte y la forma en que expresaba emociones. Cada obra que veían despertaba en ellos recuerdos y reflexiones sobre sus propias vidas.
—¿Qué es lo que más te inspira a crear? —preguntó Santiago, mientras observaban una pintura abstracta que parecía capturar la esencia del caos.
Vanessa se detuvo a pensar. —Creo que lo que más me inspira son mis experiencias. Las emociones que siento, las historias que escucho. Quiero que mis obras cuenten algo. —Sus ojos brillaban mientras hablaba de su pasión.
Santiago la miró, sintiendo que su admiración por ella crecía. —Tienes un don para plasmar tus sentimientos. Estoy seguro de que tus obras serán poderosas.
—Gracias, eso significa mucho para mí. A veces, dudo de mi talento. —Vanessa sonrió, sintiendo que su vulnerabilidad era acogida por Santiago.
Continuaron caminando, y Vanessa se sintió más ligera. La conversación fluía naturalmente, y cada tema que tocaban parecía acercarlos más. Se detuvieron a escuchar a un grupo de músicos que tocaban en el parque, y Santiago se unió a la música, moviéndose al ritmo de la melodía.
—¡Eres un gran bailarín! —rió Vanessa, disfrutando de su energía contagiosa. Se unió a él, y juntos comenzaron a bailar, riendo y disfrutando del momento.
La música llenaba el aire, y por un instante, todo lo demás desapareció. Era solo el ritmo y la conexión entre ellos. Santiago sintió que su corazón latía más rápido al ver la felicidad en el rostro de Vanessa. Era un momento de pura alegría, y ambos sabían que era especial.
Cuando la música terminó, se sentaron en un banco cercano y se pusieron a reír. La tarde avanzaba, y el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos dorados.
—¿Te imaginas qué pasaría si tuviéramos un grupo musical? —bromeó Santiago, intentando mantener la energía liviana.
—¡Seríamos un desastre! —respondió Vanessa, riendo. —Pero sería divertido intentarlo.
Santiago la miró, sintiendo que había algo más en su mirada. —Siempre he pensado que deberíamos hacer algo juntos, como un corto o un proyecto de arte. Sería genial combinar nuestras ideas.
—Eso suena increíble. Me encantaría trabajar en algo creativo contigo. —La emoción en la voz de Vanessa era evidente.
A medida que la tarde avanzaba, decidieron explorar más stands de arte. Se detuvieron en uno donde un artista pintaba retratos. Vanessa se sintió intrigada y decidió hacerse un retrato. Santiago la animó a hacerlo y se quedó a su lado, observando cómo el artista capturaba su esencia en el lienzo.
—Es fascinante ver cómo puedes plasmar una persona en tan poco tiempo —comentó Santiago, mirando al artista con admiración.
—Sí, es como si pudiera ver el alma de la persona a través del arte —respondió Vanessa, sintiéndose emocionada por el proceso.
Cuando el retrato estuvo terminado, Vanessa se miró en el lienzo y sintió una mezcla de asombro y felicidad. —¡Es hermoso! Nunca había tenido un retrato así.
Santiago sonrió al ver la alegría en su rostro. —Eres increíble, y esa pintura lo refleja. Tienes una belleza que brilla desde adentro.
Vanessa sintió que el corazón le daba un vuelco. Aunque eran amigos, había algo en la mirada de Santiago que la hacía sentir especial. Sin embargo, se obligó a recordar que debían ser cautelosos. La conexión que estaban construyendo era valiosa y no quería arriesgarla.
Después de admirar el retrato, decidieron dar un paseo por el parque. Se sentaron en un lugar tranquilo, rodeados de árboles y flores, y la conversación se tornó más introspectiva.
—¿Alguna vez has sentido que no encajas en ningún lugar? —preguntó Vanessa, sintiéndose vulnerable.
Santiago la miró, comprendiendo la profundidad de su pregunta. —Sí, a veces. En la escuela, siempre he sentido que soy diferente. Mis intereses no siempre coinciden con los de los demás.
—A veces creo que tengo un mundo propio. Mis pensamientos son un enredo, y no siempre sé cómo expresarlos. —Vanessa suspiró, sintiéndose aliviada al compartirlo.
—No estás sola en eso. Todos luchamos con nuestras propias inseguridades. —Santiago se acercó un poco más, sintiendo la necesidad de consolarla. —Pero creo que lo importante es encontrar a las personas que realmente te entiendan.
Vanessa lo miró a los ojos, sintiendo que había una conexión especial entre ellos. —Me alegra haber encontrado a alguien como tú. Nunca me había sentido tan cómoda hablando de mis sentimientos.
—Me siento igual. Eres una persona increíble y estoy agradecido de tenerte en mi vida. —Santiago sonrió, sintiendo que su corazón latía con más fuerza.
Mientras continuaban su paseo, se detuvieron en un mirador que ofrecía una vista panorámica de la ciudad. El atardecer pintaba el cielo de tonos anaranjados y rosados, y la belleza del momento los dejó sin palabras.
—Es impresionante —dijo Vanessa, mirando hacia el horizonte. —Momentos como este me recuerdan lo afortunados que somos.
Santiago asintió, sintiendo que el ambiente mágico los envolvía. —A veces, es fácil perderse en la rutina y olvidar disfrutar de lo simple.
Vanessa se giró hacia él, sintiendo que había algo en el aire que los impulsaba a acercarse más. —Gracias por estar aquí. Realmente necesitaba un día así.
—Siempre estaré aquí para ti. —Santiago sintió que era el momento de ser honesto. —Hay algo que quiero decirte.
Vanessa lo miró, sintiendo que su corazón se aceleraba. —¿Qué es?
Santiago tomó un respiro profundo, sintiendo que era el instante adecuado. —Me he dado cuenta de que lo que siento por ti ha cambiado. Me importas más de lo que puedo expresar.
Las palabras quedaron flotando en el aire, y Vanessa sintió que su corazón se detenía. Había algo en su mirada que la hizo sentir un torbellino de emociones. —Santiago, yo…
Antes de que pudiera continuar, el sonido de su teléfono interrumpió el momento. Era un mensaje de Laura, preguntando cómo estaba. Santiago sintió una mezcla de frustración y alivio al mismo tiempo. Sabía que era un momento delicado, y no quería arriesgarse a perder la conexión que tenían.
—Parece que es un mensaje de Laura —dijo Santiago, intentando mantener la calma mientras revisaba el texto.
Vanessa sintió que la tensión en el aire se desvanecía un poco. Aunque había sentido que algo importante estaba a punto de suceder, comprendió que ambos necesitaban tiempo para procesar sus sentimientos. —Está bien, siempre hay tiempo para hablar de eso más tarde.
Santiago asintió, sintiendo que su corazón estaba en conflicto. Ambos sabían que había algo especial entre ellos, pero también había un temor a cruzar la línea que separaba la amistad del amor.
Continuaron disfrutando del atardecer, compartiendo risas y recuerdos. La conexión que estaban construyendo era innegable, y aunque la incertidumbre permanecía, ambos se sintieron agradecidos por esos momentos juntos.
A medida que la noche caía, decidieron regresar al festival. La música y la alegría llenaban el aire, y ambos se sintieron revitalizados por la experiencia compartida. Se unieron a un grupo de personas que bailaban y disfrutaban del ambiente festivo.
Santiago tomó la mano de Vanessa, guiándola a través de la multitud. —¡Vamos a disfrutar de esta noche! —dijo, sintiéndose más animado.
Bailaron y rieron, dejando que la música los envolviera. Era un momento de pura felicidad, y ambos se sintieron libres de preocupaciones. Santiago no podía evitar sonreír al ver a Vanessa disfrutar de la vida, y su corazón se llenó de admiración.
Cuando la música terminó, se sentaron en un banco, exhaustos pero felices. Vanessa se volvió hacia Santiago, y por un momento, sus miradas se encontraron. La conexión entre ellos era palpable, y ambos sintieron el deseo de acercarse más.
—Gracias por un día increíble. —Vanessa sonrió, sintiendo que la felicidad la envolvía.
—El placer fue mío. Eres la mejor compañía. —Santiago se sintió más seguro al expresar sus sentimientos, aunque aún había una parte de él que temía lo que eso podría significar.
A medida que la noche avanzaba, decidieron despedirse. Caminaban juntos hacia el coche de Santiago, sintiendo que el día había fortalecido su vínculo. La conexión que habían forjado se sentía más intensa que nunca, y ambos sabían que había algo especial en lo que estaban construyendo.
—¿Te gustaría hacer esto de nuevo? —preguntó Santiago, sintiendo que el deseo de compartir más momentos a solas crecía en su interior.
—Definitivamente. Me encantaría —respondió Vanessa, sintiendo que su corazón se llenaba de alegría.
Cuando llegaron al coche, Santiago se volvió hacia ella. —Vanessa, antes de que te vayas, solo quiero que sepas que estoy aquí para ti, sin importar lo que pase.
—Lo sé. Y eso significa mucho para mí. —Vanessa lo miró a los ojos, sintiendo que había un entendimiento profundo entre ellos.
Ambos se despidieron, y mientras Vanessa se alejaba, sintió que la conexión que compartían se había vuelto más fuerte. Había algo en el aire que indicaba que estaban en el umbral de algo poderoso, y aunque había incertidumbre, también había esperanza.
Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Vanessa reflexionó sobre el día que había pasado con Santiago. La forma en que se habían conectado, las risas compartidas y la profundidad de sus conversaciones la llenaron de calidez. Había algo en su amistad que la hacía sentir viva, y se dio cuenta de que estaba comenzando a mirar a Santiago de una manera diferente.
Por su parte, Santiago también reflexionó sobre lo que había sentido. Sabía que había algo en su conexión con Vanessa que iba más allá de la amistad, pero la idea de arriesgar lo que tenían lo llenaba de dudas. Sin embargo, había una parte de él que sabía que debía ser honesto consigo mismo y con ella.
A medida que ambos se sumergían en sus pensamientos, la noche avanzaba, y la promesa de un nuevo día llenaba el aire con posibilidades. La amistad que habían construido estaba en un punto crucial, y ambos sabían que lo que vendría podría cambiar el rumbo de sus vidas.
Los momentos a solas que habían compartido se convirtieron en recuerdos preciados, y la conexión entre ellos continuó intensificándose. Con cada risa y cada mirada, se acercaban más a la verdad de lo que sentían el uno por el otro. Pero el futuro seguía siendo incierto, y la pregunta de si estaban listos para dar el siguiente paso permanecía en el aire.
Ambos estaban en la cúspide de una aventura emocional que pondría a prueba su amistad y los llevaría a explorar nuevos territorios de amor y conexión. La historia de Santiago y Vanessa estaba lejos de terminar, y el destino parecía tener planes sorprendentes para ellos.