El maltrato se manifiesta de diversas maneras y no siempre a través de la agresión física. A menudo, la vida nos coloca en situaciones donde la baja autoestima nos juega una mala pasada, afectando nuestra percepción y bienestar. Sin embargo, la autoconfianza puede proporcionarnos las herramientas necesarias para transformar nuestras vidas de manera sorprendente, permitiéndonos superar los desafíos y reconstruir nuestra autoestima. En este contexto, es fundamental reconocer las distintas formas de maltrato y trabajar en el fortalecimiento de la autoconfianza como medio para alcanzar una vida plena y saludable.
Es necesario comprender que tenemos valor y no somos simples objetos al servicio de los demás.
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capitulo 5 los despidos
Durmió a sus anchas y solo se despertó con Paola avisandole que iría a la universidad.
— Paola...Paolita.— se desperezaba intentando ponerle orden a la convivencia.
— Dime...estoy apurada.— se defendía la muchacha.
— Nada de hombres aqui,yo no traigo a mis machos.— le advertía Elizandra.
— Pensé que estabas en lo de Adriana, no volverá a suceder .
Llegué algo ebria y mis amigos me ayudaron.
Tome una manzana de la heladera y los chicos jugo.
Te lo compensare lo prometo.— parecía inocente.
— Está bien,ve a estudiar,quiero dormir un poco más.— la corría.
— ¿Podrías colgar la ropa de la lavadora??.— suspiraba con su descaro.
— Está bien,lo haré, pero no te mal acostumbres.— salió toda sonriente de allí sus amigos ya la esperaban.
Se quedó pensando en lo libertina que era su colega de apartamento.
Bueno ella no podía decir demasiado se había tirado a un tipo que vio solo dos veces.
Osman se despertaba buscando a su compañera de cama.
Queria pasar mas tiempo con ella.
Por un momento sintió miedo de haber sido robado ,así que hurgo que nada le faltara .
La cama olía a sexo,olía a ella y un pendiente entre las sábanas eran la constatacion que no lo había soñado.
Se enojo al pensar que ni una nota le había dejado,¿como la encontraría?.
Decidió darse una ducha y continuar con lo que había dejado inconcluso.
Ademas debía revisar las reformas que estaba haciendo en su nuevo negocio.
Tenía un auto alquilado ,eso también tenía que cambiar.
No podría volver a su país en mucho tiempo y necesitaba en que moverse.
Recordó una concesionaria cerca de su emprendimiento ,así que fue hasta allí.
De lejos reconoció a Daniel,tenía un morado en la cara y bebía agua como loco.
Seguramente cuidaba de la resaca.
Enseguida lo capto y se dispuso a atenderlo, necesitaba una buena comisión y por las ropas del cliente, no compraria un vehículo usado.
Otro colega le cerró el paso.
— Yo lo atiendo,estas todo golpeado.
¡¡Que van a decir de nosotros!!.
Además aun tienes olor a alcohol, debiste permanecer en tu casa.— le recriminaba.
— Si el señor no tiene problemas que lo atienda,lo vi primero. —analizando que su estado era por su culpa decidió acceder a sus súplicas.
— ¿Quien no se ha tomado a golpes alguna vez de borrachera?.
No tengo problemas necesito un vehículo nuevo.— se metía las manos en los bolsillos esperando.
—Viste el señor, no tiene problemas con mi cara. — salia airoso Daniel como ganando un clientes, lo condujo mostrándole las unidades disponibles.
Osman sentía que no lo reconocía de la noche anterior.
Eso era bueno,se había tirado a su novia y por lo visto no la superaba.
Después de pagar en efectivo por la unidad más cara,Daniel le daba la mano agradecido.
Estaba encantado con la posibilidad de poder hacer frente a los gastos con los que había quedado colgado en el extranjero por la pelea con Elizandra..
Ademas le sobraría lo suficiente para el resto del mes.
Aun no sabía como haría para pagar el arriendo solo,pero encontraría una solución.
—¿Algún problema??.— preguntaba Osman.
— Ninguno señor ,solo estaba pensando en que podré pagar mis cuentas este mes.
Divagaba.— respondía llenando los papeles de la venta.
— Quiero hacerle una pregunta, ¿ustedes brindan algún servicio?.
Es que tengo que devolver el auto alquilado y llevarme el que compre.
No puedo manejar dos unidades al mismo tiempo.— explicaba.
— Mire usted me sacó de los pelos comprando ese auto,así que solo dígame en donde lo devuelvo y voy personalmente a hacerlo en el almuerzo.— se ofrecia.
— Se lo agradezco, aquí tiene las llaves y los documentos.
¿Le puedo dar un consejo??.— dijo Osman de repente.
— Si claro,usted puede todo.— sonreía Daniel.
— No se meta al baño de damas, puede salir golpeado.
No entendio lo que decía y cuando lo hizo, el señor ya se iba.— Osman sonreía, definitivamente no lo había reconocido.
— ¿Pero como sabe de eso??
¿Será que vio que me golpeó?.
Tal vez lo vio,que pena.
Ahora que estoy sobrio, lo llenaría a golpes al mal nacido ese.
¡¡Aay como duele!!.— se tocaba la cara.
No se podía quejar hoy era un gran día de ventas y más compradores llegaban para continuar la disputa con sus demás colegas.
Siempre había sido audaz y mirando los papeles del contrato de alquiler, aún tenía dos días para entregar la unidad.
No iba a desaprovecharlo y más cuando su ligue estaba de malas.
La convenceria que lo había comprado para los dos.
Así lo hizo y volvió a tener a la chica revoloteando como una mariposa a su alrededor.
El tanque tenia suficiente combustible como para que lo usará el tiempo que faltaba en el contrato.
Osman estaba creído que el auto estaba devuelto.
Había confiado en que lo haría, pero para su sorpresa dos días después lo llamaron de la casa de alquiler.
Estaban remolcando la unidad porque había chocado y le pedían que se hiciera cargo de los gastos porque no era el ,quien piloteaba el vehículo.
Dejó lo que estaba haciendo para dirigirse al lugar del siniestro.
Un camión había roto toda la parte trasera del golpe.
— Lo siento, le faltaban unos días y pensé que podía usarlo.— se excusaba.
—¿No era tuyo el auto??.— preguntaba la chica.
—Era de arriendo.
Quería que me perdonaras .— paró un taxi y se marchó enojada con Daniel.
Osman analizaba el desastre y encima sabía que el pelado ese no tendría como pagarlo.
— Es mi culpa por confiar,pagaré los arreglos. —le decía al arrendatario.
— En ese caso firme aqui y aqui.— lo hizo y ya se regresaba a su auto.
— Me podría dar una carona,es que no traigo dinero conmigo. — lo miro enojado y le dio otro golpe en seco en la cara para ver si se le conectaban las neuronas.
— Supongo que no,lo siento.— se tomaba la cara ,lo que estaba sanando seguramente empeoraria.
Ahora solo le quedaba caminar y eran demasiadas cuadras.
Con la sangre en el ojo y encima teniendo que despedir gente,Osman regreso a su oficina.
Los empleados miraban fascinados las reformas y la mercadería nueva que había llegado al bazar.
Mara los reunía para entregarles uniformes y explicarles como seria el trabajo de ahora en delante.
— Lamento decirles que habrán despidos.
A los que nombrare, pasen a la gerencia ,les pagarán el despido y otros pasarán al seguro de paro hasta que todo empiece a funcionar en la normalidad.—
Empezó a decir los que debían ir a seguro de pago y Elizandra se preocupó cuando no escucho su nombre.
— ¿Estoy despedida??
¡Pero si soy una excelente vendedora.!.— protestaba con la situación que enfrentaría.
— No tengo nada que ver con la lista,cosas del nuevo jefe,lo siento.—
Tomó los papeles que le entregaba y entró a una fila diferente.
La gerente se encargaría de los enviados al seguro y el nuevo o jefe a los despidos.
Allí estaba apurada para terminar con todo.
Estaba realmente enojada .
La llamaron y entró.
—Elizandra Domínguez.—
—Soy yo.— entraba rápidamente y se topaba con Osman, no podía creer que era su nuevo patrón.
— ¿¿Osman??.— levantó la vista pero mantuvo su postura oscura .
—Siéntese señorita Domínguez.
Usted pidió quince días libres a la empresa y se presentó dos días después de lo estipulado.
Es causal de despido.— le explicaba sin emociones.
— Pero había mal clima y los aviones no salían.
¿Que culpa tengo yo??
No me puedes hacer esto ,tu sabes lo que pasó..— le hizo señas a la secretaria que se retirara para hablar a solas con ella.
— No porque hayas dormido conmigo puedo saltarme las reglas que yo mismo impuse.
Lo siento te daré una buena carta de recomendación.
Eres buena vendedora.— se comportaba como un patán.
— Necesito el empleo tengo cuentas que pagar ,te lo suplico.— si podía conservar su empleo, no le importaba hacer lo que fuera.
—Si le diera trabajo a todas las mujeres con las que tengo sexo, tendría un harén trabajando para mi y no empleados responsables.
Lo siento,estas despedida.
Aqui tienes tus haberes y tu carta de recomendación.
Eres buena, encontrarás un trabajo enseguida estoy seguro.— la miraba fijamente.
— ¡¡Gracias por nada!!.— estaba furiosa firmando los recibos.
— Podemos vernos esta noche,es que me gustaría llevarte..
— ¡¡No estoy libre esta noche!!...¡¡ y ninguna otra noche más.!!.
Suerte en su nuevo negocio señor....Yilmaz.
Creo que lo dije bien.— dio un portazo retirándose muy ofendida..
La gerente quiso disculparse pero ella no la escucho.
¿Que le costaba decir que había llegado en fecha ?.
Otra traición de alguien que consideraba amiga .
Tal vez todo era ilusión y todas estaban celosas de sus ventas y de sus viajes.
Osman se dio un tiempo para observarla salir antes de llamar al próximo despedido.
Sabia que vivía cerca, por la dirección en su hoja de vida.
Intentaría calmarla más tarde con una cena.
Se habían saltado toda la conquista yéndose directamente a la cama.
— ¿Señor llamó al próximo??.— le preguntaban.
— Si que entre ,cuanto antes terminemos con esto mejor.— le aclaraba.
La mayoría de los despedidos fueron seleccionados por ser solteros y sin familia.
Era la mejor manera ,no quería a padres de familia desempleados.
El nuevo negocio tenía demasiados empleados,con razón los números no eran tan buenos.
Su tío no sabía manejar el dinero y eso los estaba arruinando.