Una pareja de esposos adoptan a una niña que según los lugareños es hija de una bruja. Se la quitaron a la mala y ella ha jurado que regresará del más allá a vengarse.
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Luisa encuentra a su hija
Desde hoy esta será tu casa, aquí recibirás todo nuestro amor y nuestros cuidados, te amo, hijita.
La niña, como si comprendiera, no lloraba, y los veía con esos ojos tan grandes, iguales a los de... Luisa.
Claro, pero eso no lo sabía nadie.
Sonia no padecía de los nervios, pero había algo en la niña que le recordaba ciertas cosas, pero ella no tenía idea de lo que pudiera ser.
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Siete años después...
Mamá, ¿por qué los niños de la escuela me tratan mal?, ¿por qué dicen que soy hija de una bruja?, Además, me dijeron que soy adoptada, ¿qué significa eso?
Sonia dejó caer la charola que tenía en las manos.
No esperaba que su hija le hiciera tantas preguntas, no sabía qué responder.
Mira, hija, siéntate conmigo. Hay veces que una mujer no puede tener hijos, entonces recurre a un orfanato para adoptar un niño, eso quiere decir que ahí nos prestan a los niños para que los eduquemos y les demos todo el amor.
Y eso me pasó a mí, yo te saqué de ese orfanato para darte todo mi amor. Pero te juro que te amo tanto o más que si hubieras salido de mi vientre. Cuando crezcas entenderás todo esto que te estoy diciendo.
Mamá, sí entiendo, tú no eres mi madre de verdad, pero sí mi madre por decisión tuya.
Así es, hija.
Mamá, yo te quiero mucho, eres la única madre que conozco. Y no quiero que nadie me aparte de tu lado.
Gracias, hija... Tú viniste a alumbrar mis días oscuros, te amo tanto.
Y yo a ti, mamá.
No te sientas mal si te dicen adoptada, al contrario, diles que por lo menos a ti te escogieron, y con ellos se tuvieron que conformar. Verás que nunca más te vuelven a molestar.
La sonrisa de la niña iluminó todo el ambiente.
Mamá, ¿y dónde están mis verdaderos padres?
No lo sé, hija... pero no te preocupes por ellos.
Ahora sí, vete a dormir, mañana hay que levantarse temprano para ir a la escuela.
Sonia acompañó a Alejandra a su cuarto después de que ella se quedara dormida se fue a su propio cuarto. Héctor aún no llegaba.
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Luisa se presentó en el orfanato, ya había visitado muchos lugares, hasta que pensó que su hija podía estar en ese lugar.
Habían pasado siete años y aún no sabía dónde estaba su hija.
Pidió trabajo en ese lugar, y como la vieron muy joven, le dieron el trabajo de volada.
Estaba dispuesta a buscar a su hija hasta por debajo de las piedras, sabía que su hija tenía un lunar en el pie izquierdo, así sería más difícil encontrarla, pero la encontraría aunque fuera lo último que hiciera en la vida.
Luisa era morena, de cabello negro rizado, deslumbraba por su belleza.
Las monjas la estimaban porque ella era muy trabajadora y no se oponía a nada. Además de que era muy servicial y obediente.
Ella no hacía ruido, y un día en que estaba limpiando el despacho, oyó que la madre superiora y Patricia entraban. Ellas iban hablando muy quedo. Luisa se escondió en el armario, no que tuviera miedo, sino para ver si averiguaba algo de su hija.
Entonces, ¿no has sabido nada de Alejandra?
No madre, desde que la adoptaron, los padres no se han presentado aquí. Pero sé de buena fuente que los padres adoptivos la quieren mucho.
Pobre niña, fue abandonada aquí desde que nació, aún tenía el cordón umbilical.
Sí, la madre de la niña la abandonó sin siquiera dejar una nota ni nada.
Pero ese lunar que tiene en el pie es muy notorio, claro, siempre y cuando ande descalza. De otra manera nadie lo va a notar nunca.
La madre nunca se presentó, la abandonó para siempre.
Sí, nunca volvió por ella. Pero afortunadamente, encontró a unos padres que la amarán siempre, la madre superiora "sintió" la presencia de alguien. Observó el despacho, pero no vio nada raro. Bueno, añadió, es hora de rezar. Vamos hermana.
Sor Patricia fue tras ella en completo silencio.
Luisa salió de su escondite, y se puso el dedo en la barbilla, de manera que mi hija fue adoptada.
Empezó a buscar en el archivo, tanto estar buscando tuvo su recompensa.
Encontró el documento de la adopción, anotó la dirección y salió de ahí a buscar a su hija.
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Sonia no reconoció a la "bruja" en esa mujer que llegó a pedir trabajo.
Comprenda que no le puedo dar trabajo sin alguna recomendación de trabajos anteriores.
No se preocupe, estoy segura de que la madre superiora no tendrá inconveniente en recomendarme.
¿La madre superiora, ha dicho?
Sí, trabajo actualmente ahí, necesito ganar más.
Siendo así, puede quedarse. Carlota le mostrará su cuarto.
Carlota era la otra sirvienta, Sonia le habló, lleva a la señora a su cuarto y dile lo que tiene que hacer.
Sí señora.
En cuanto estuvieron a solas, Carlota empezó a instruirla.
La mansión es muy grande, así que tú te encargarás del área de la derecha, y la cocina tú en la mañana y yo en la tarde.
La comida debe estar lista a más tardar a la 1, coman o no, siempre debe de haber comida, ok.
Aquí no hay horarios, tú administrarás tu tiempo. Tampoco somos máquinas, puedes descansar de vez en cuando. ¿Alguna pregunta?
¿Para cuántas personas debo hacer la comida?
Para tres, el patrón, la patrona y la niña Alejandra. Además de tú y yo, y otra mujer que es la niñera.
O sea, para 6.
Sí. Por lo pronto, hoy solo te mostraré la casa, ya mañana empezarás tus labores, también aprovecha para despedirte de las monjas.
Está bien.
Bueno, pues vamos.
Carlota le dio el recorrido por toda la mansión, al parecer, ellas se habían caído bien.
Al caer la noche, ya en su cuarto, Luisa preparó unos menjurjes, y salió de la casa sin que nadie se diera cuenta.
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En la casa de Yaqui y Eugenio, se oían algunos ruidos, Yaqui seguía con sus alucinaciones, Eugenio ya estaba pensando en llevarla a un manicomio.
Pero aún no se animaba. No quería abandonarla, pero esa situación ya lo tenía al borde de la locura también.
Al oírla gritar, pensó: "es otra de sus locuras", ¿con qué me saldrá ahora?
Había contratado a una enfermera profesional para que estuviera con ella día y noche.
Por eso no acudió a los gritos.
De seguro la enfermera me avisará...