El Hermano De Mi Mejor Amiga

-¡Majo!, ¡Oye Majo!, levántate -

- ¡Mmmm!, Porque no me dejas dormir un rato más loca, solo 5 minutos- Dije entre los dientes.

- ¡Bueno!, tal ves porque nos coge el tarde preciosa, ¡Anda! levantate -

Y en ese momento quedo despierta y sin ganas de volver a dormir en vida. Me levanto de inmediato quedando frente a Bernart con algo de susto en mi rostro y con el pelo loco y enredado entre mi cara.

- Disculpa, creí que quien me hablaba era Mary, creo que el sueño me jugo una mala pasada.-

Pero bueno, en realidad no era malo, al contrario, es un placer despertar con un bom bom como este al lado, ¡Ay... cállate, no me confundas más! dije entre mí.

- Uy, no me digas eso, ¿una mala pasada? No, peor aún que me confundas con esa mocosa, pero bueno... Mary ya se está bañando, alistate y Vamos de paseo.- Guiña su ojo y sale. Y quedó yo sin respiración, sin mente, sin cuerpo sin nada... ese hombre es un Adonis.

- Majo corre y alistate - Dijo Mary al salir.

Entre al baño y me dí una ducha muy rápida, me puse unos jeans color vino tinto, una camiseta blanca, mi chaqueta de cuero negra y mis converce blancas, recogí mi cabello en una cola alta y medio maquille mis ojos y labios, algo suave y muy rápido.

- Vamos Majo - Dijo Mary. Agarramos las maletas y bajamos.

- Bueno chicos ¿Como nos vamos a acomodar en los autos?-

- Papá, tú te vas con mamá y llevas a los mocosos y Majo y yo nos vamos en mi auto, ¡así vamos todos cómodos! ¿Que te parece?

- ¡Ay! y porque no me llevas a mi en tu auto !Ogro!- Dijo Mary.

No puedo negar que por su comentario alcance a sentir una molestia en mi pecho, en el fondo estaba ilusionandome con hacerle compañía a ese bom bom.

- Tu sabes que no te soporto, eres un bullicio, te tienen más paciencia mis papás!.

- Bueno chicos, así será entonces, suban a los autos y vámonos -

Nos montamos en los autos y salimos de la casa, al principio en el auto todo era silencio, se sentía un ambiente algo pesado, tal ves por mis nervios o por lo que había sucedido esa noche en la cocina, no lo sé.

Yo iba muy concentrada viendo el paisaje por la ventana cuando de un momento a otro me saco de mis pensamientos una frenada. ¡Que rayos...!

- ¡Ven!, vamos a desayunar en este lugar, mis padres se quedaron atrás pero no demoran en llegar.

- Okay - Bajamos del auto y nos adentramos en el restaurante, algo sencillo, muy cómodo, con un ambiente bastante familiar y un olor exquisito.

- ¡Mmmm! huele delicioso- Dije y relamí mi labio superior sin darme cuenta que esos hermosos ojos me estaban mirando con ¿ansiedad, deseo? no lo sé.

- ¡No vuelvas a hacer eso!, Me pones algo... incómodo, en serio eres hermosa, no logro entender cómo es que no tienes un novio que pueda disfrutar de tu presencia y tú belleza.

-Bueno, supongo que no a llegado el hombre que logre hacerme feliz, o tal ves es que soy muy exigente.

- ¡A si! y luego ¿como es el hombre que si te robaría tus sueños? dime -

-Mm...simplemente que sea libre, que no tenga problemas con chicas locas, que no sea picaflor y que sepa tratar bien a una dama, ya sabes los chicos de ahora solo piensan en pasar el rato y pasar de mujer en mujer, ya no les interesan los sentimientos.- Digo encogiéndome de hombros.

- Tu si que me sorprendes cada día más, pero te puedo asegurar que aún quedamos hombres así- me guiña el ojo y no dice nada más.

En ese instante yo no digo nada, solo lo miro a los ojos y agachó la mirada hacia mis manos que están algo inquietas sobre la mesa.

- Chicos, discúlpenos, nos pinchamos en el camino y eso nos retraso. ¿Ya pidieron algo? - Dijo el Sr Andrés.

- No señor, los estabamos esperando - Conteste

- ¿Que tal vas compartiendo el mismo espacio de ese Ogro sin corazón?- Dice Mary.

- Bien, todo va bien - Le respondí.

Pedimos los desayunos, yo quise un omelet con champiñones y queso, jugo de naranja y café, Mary pidió lo mismo solo que su omelet no era con champiñones sino con pollo, la Sra Lucy pidió huevos rancheros, jugo de mandarina y chocolate al igual que el Sr Andrés. Bernart pidió una tortilla española, jugo de naranja y café negro y Maicol si pidió sus waffles con miel de maple frutos rojos y crema, acompañados de chocolate y jugo de naranja. ¡Ese chico se va a comer una tonelada de dulce por Dios!.

desayunamos todos entre charlas y risas sin control, debo decir que los padres de Mary son bastante alegres, muy tranquilos, ahora entiendo porqué Mary vive feliz todo el tiempo. Aunque si debo decir que los más serios son la Sra Lucy y Bernart pero eso es algo muy poco notable cuando están en familia.

- Bien mis niños, Ya quedaron con las panzas felices ahora sí vámonos - Dijo la Sra Lucy

Salimos nuevamente a la vía y en el camino Bernart puso música con buen volumen, casualmente puso la que más me gusta a mí, y en ese momento me acuerde de la charla en la que le conté varias cosas sobre mí, es claro que no lo ha olvidado! y eso me hace dar un brinco interno de...¿felicidad? ¡carajo! mi mente si me tiene al borde de parar en un manicomio.

Al ritmo de "Disfruto" de Carla Morrison avanzamos por la vía, y sin darme cuenta resulte cantando en voz alta.

***

Me complace amarte, disfruto acariciarte y ponerte a dormir.

Es escalofriante tenerte de frente hacerte sonreír.

Daría cualquier cosa por tan primorosa por estar siempre aquí.

Y entre todas esas cosas, déjame quererte y entrégate a mí.

No te fallaré, contigo yo quiero envejecer.

Quiero darte un beso, perder contigo mi tiempo, guardar tu secretos, cuidar tus momentos.

Abrazarte, esperarte, adorarte, tenerte paciencia.

Tu locura es mi ciencia ah ah ah... oh oh oh...

Disfrutó mirarte, cada movimiento, un vicio que tengo.

Un gusto valorarte, nunca olvidarte, entregarte mis tiempos.

No te fallaré, contigo yo quiero envejecer.

Quiero darte un beso, perder contigo mi tiempo, guardar tu secretos, cuidar tus momentos.

Abrazarte, esperarte, adorarte, tenerte paciencia.

Tu locura es mi ciencia, quiero darte un beso, perder contigo mi tiempo guardar tu secretos, cuidar tus momentos.

Abrazarte, esperarte, adorarte, tenerte paciencia.

Tu locura es mi ciencia ah ah ah... oh oh oh... uh uh uh...

***

En el momento en que terminó la canción y volví a la realidad, abril mis ojos y sentí que mi cara iba a explotar del calor que subía cuando lo vi detallandome por completó.

- Gracias - Dijo mirándome fijamente a los ojos.

- ¡Ay no! ¿Gracias de que? - tape con mis manos mi cara - Que vergüenza contigo, es que yo escucho la música que me gusta y me desconecto del mundo, ¡Que pena!, yo cantando como si estuviera en el baño de mi casa, y con esa voz de tarro que tengo, ¡Por Dios!.

- No digas eso, para mí a sido maravilloso escucharte cantar, ¡Y hubiese sido aún más maravilloso, si esa canción me la hubieras cantado solo a mí!.-

Y como cosa rara se me ocurrió decir pendejadas sin pensar. Típico en mi.

- Creo que te la cante solo a ti, digo ¡estamos solo tú y yo en el auto!

En ese momento sus ojos brillaron de una manera extraña, eran... más oscuros, más hermosos, más feroces.

- María José, me vas a perdonar por lo que voy a hacer, pero la verdad es que ya no aguanto más!.-

No supe que decir, mi corazón latía descontrolado y mis manos sudaban mirando su reacción. No sabía a qué se refería, pero la verdad si era lo que yo estaba imaginando pues yo tampoco me aguantaba más.

- Freno el auto a un lado de la carretera y como cosa rara, hacía rato había dejado atrás a la familia, así que no había nada que lo pudiera detener.