Maja es una hacker que obtiene un trabajo importante para buscar a la esposa de un enigmático empresario que fue secuestrada. Pero comienza una relación prohibida con ese hombre. Un amor imposible que sería infinito.
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Capitulo 4. Primeras Tareas.
Amor Infinito
Elsa Isasa
Capítulo 4 :Primeras Tareas.
–No fue nada. Estoy bien– repetía Leonardo Valente a Paula y Andrea que lo miraban asustados. Estaba en su cama. En su habitación. Alguien le había levantado y lo había traído. Recordó lo que había pasado. La chica abrió la puerta y él recuperó como por arte de magia el olfato. El perfume de esa niña había gritado tan fuerte en su cerebro que lo apagó y la oscuridad vino a cubrirlo.
– Traeré al médico de inmediato - dijo Andrea.
– No has comido nada Leonardo. Eso es lo que ha pasado.,-- expresó Paula.
– Fue el olor. Solo eso. Fue el olor que ingresó a mí cuerpo por primera vez en años.-- repitió– estoy bien. Vayan a dormir.
– Come algo.
– Comeré Paula. Avisa a la chica mañana cual es su trabajo Andrea.Prefiero no verle. No por ahora.-- dijo.
Los dos salieron más tranquilos.
– ¿Qué olor? ¿Sabes tu?--
– Quizás el olor del desinfectante del cuarto del niño. No sé. Pero es bueno Paula. Es la primera vez que su olfato regresa. Es bueno- repitió Andrea.
– Avisaré a la chica. Quedó muy asustada.
Paula tocó la habitación de Maja. Maja temblaba sentada en su cama. Sintió los golpes y sacó la cabeza. Seguro el jefe la echaría de esa casa. Abrió un poco la puerta y era la señora Paula.
– El señor Valente está bien. Fue un desmayo pasajero. No había comido nada en todo el día.
– Oh. Que suerte. Yo también suelo desmayarme cuando no como nada. Estará bien. ¿Verdad?--
– Estará bien. El señor Andrea vendrá mañana a explicarte tu trabajo. Puedes salir al patio y al comedor si tienes hambre. No queremos otro enfermo en esta casa. Solo no vayas hacia el sector del señor Valente.-- dijo Paula.
– Bien. Gracias señora.Espero que el señor se mejore.
– Está así desde que su mujer lo dejó.--
– Creí que fue secuestrada. -
– Eso dicen.-- dijo Paula– hasta mañana. La ropa te queda bien. Pero debes sacarle las etiquetas- concluyó retirando un papel que colgaba del cuello de Maja.
Maja se durmió. Tenía la barriga llena y parecía que no le echarían de esa casa. Cómo a las tres de la mañana despertó asustada. Abrió con sigilo la puerta y caminó de puntas de pie a la habitación de su hermanito. Bruno tenía mejores colores y dormía tranquilo. La enfermera dormitaba en un sillón a su lado.
Volvió a su recámara y el sueño nuevamente la cubrió. Era como si el miedo despacio se iba alejando a un lugar donde no le hacía daño, las sábanas limpias y la tranquilidad de un techo, el cuidado de su hermano Bruno, todo eso era un regalo inesperado.
Despertó temprano y sintió movimientos de gente en los corredores. Se higienizo y salió hacia la habitación de Bruno.
La enfermera lo cambiaba y le alimentaba por la sonda. Revisó el cuerpo de su hermanito. Las escaras del hospital en su espalda y en sus partes íntimas se estaban apagando.
Beso su mano y la enfermera le preguntó por su tatuaje.
– Es por mis padres. Un día Bruno y yo iremos donde están ellos - respondió.
– Tu hermanito se curará, ya verás.-- dijo la mujer.
Maja se dirigió al comedor. Quizás el señor Valente estaría comiendo allí. Pero sólo vió a Paula y el personal de la casa.
Se sentó en la mesa cuando Paula le indicó un lugar. Todos eran amables y conversaron con ella. Todos vivían allí, en las dependencias especiales para los empleados.
Comió con apetito. Era realmente inconcebible tantos manjares dispuestos sobre la mesa.
La taza humeante de café con leche. El pan recién horneado. Las jaleas y dulces. El jugo recién exprimido. Maja no sabía que comer primero pero trató de ser educada y comportarse en la mesa.
– Así que tu plantas Raúl. Y que plantas ? -
– Las verduras para la señora Paula. Y especias: menta, albahaca, cebollín, esas cosas para la comida. Te gusta plantar Maja?--
– Me encanta. En mí casa cuando vivía mí mamá plantabamos flores.--
– El señor Valente no quiere flores en la casa desde que la señora Magdalena no está. - dijo Raúl.
El señor Andrea vino a eso de las nueve a traerle su trabajo.
Había un listado de números de aparentes cuentas bancarias que había que localizar. Saber de qué banco eran y de que ciudad.
Además de eso, una dirección IP de una máquina. Le dió un correo que era del señor Valente y le explicó que allí debía informar a diario.
– Señor Andrea. Para localizar la computadora necesito estos recursos - dijo y escribió una lista en un papel.
A media mañana vió gente movilizándose para poner nuevas antenas y la aparatología que ella había pedido.
Empezó a trabajar con el sistema nuevo. Llegó a su recámara la nueva computadora e incluso una hermosa impresora y elementos de oficina.
Maja imprimió por partes un inmenso mapa mundi y lo pego correctamente en su pared.
Allí comenzó a marcar las cuentas y los bancos a medida que los encontraba. Eran bancos esparcidos en todos lados del planeta. Se pregunto porque el señor Valente quería saber de esas cuentas y fundamentalmente porque no le ordenó buscar a su esposa.
Maja tenía ya en su computadora a la foto de la bella señora Magdalena abrazada al señor Valente. El le rodeaba por atrás y tenía las manos apoyadas en el vientre de su mujer.
Era una imagen tan hermosa que a Maja le hizo derramar una lágrima. El señor Leonardo Valente parecía tan feliz, con una sonrisa preciosa en su rostro y brazos potentes rodeando el cuerpo de su mujer.
Mirando fijamente la imagen se prometió a sí misma que la encontraría de una manera o de otra, la encontraría. Debía darle a su jefe el merecido regalo de navidad que él necesitaba y que ella había recibido con la atención de su Bruno.
Se puso a revisar cada cuenta y una de la misma ciudad donde estaban le llamó la atención. Era una cuenta en un banco local a su nombre.
Maja Gonzalez. Saldo : 10.000 dólares. Miró la pantalla abriendo mucho los ojos. ¿Ese era su salario? ¿Que haría con tanto dinero? Esta navidad sería memorable.
La forma d narrar d la autora es bellísima y llega a los sentimientos t transporta y t hace vivir la historia
Bendiciones
El mató a los papás d Maja