Hijo De Sangre

...Historia desarrollada en la habitación de Lor...

El vampiro caminaba desesperadamente por la habitación de un lado a otro y sin bajar los brazos de la cabeza. Sentía desesperación al no poder buscar él mismo ese corazón y teniendo en cuenta que estaba solo en la habitación, el estrés era mayor. Ezequiel había salido con todos los hombres a buscar el elemento final y Helen estaba afuera ocupada en los quehaceres.

Estaba desesperado pensando que al fin su situación de tormento podía finalizar. Se le hacía increíble que después de tantos años ahora solo faltaba un elemento, uno que en el fondo, sabía que era difícil de encontrar.

Lor era un ser muy siniestro, estaba acostumbrado a que todo lo que él pidiera se concretara al instante. Era alguien con demasiado poder porque los humanos siempre le habían temido, aún en su condición actual, ellos hacían lo que les pedía por miedo. Sus hombres y el personal de confianza eran muy leales a él.

Todos ellos habían aprendido a soportar su forma de ser y sus caprichos. Más ahora que no podía salir, tenían que hacer todo por él. Con el pasar de los años llegaron a dudar que se recuperara pero con la noticia reciente, los ánimos mejoraron incluso para ellos quienes deseaban con todo su ser que el vampiro se curara y cumpliera su promesa con ellos.

Así estaba el vampiro, deseoso de regresar y hacer las cosas por él mismo, mientras tanto, no podía hacer otra cosa que desear al fin salir de ahí.

Su irritable situación se vio interrumpida por una voz muy dulce.

—¡Buenos días señor!—Era Eliz quien se mostraba cordial.—¿Me permite pasar?

—Adelante.—La miró Lor muy profundamente.—Necesito compañía.

—No quiero molestarlo mucho, solo vengo a pedirle un favor.

—Pero siéntate por favor. Has crecido mucho querida Eliz—Aún la miraba profundamente. —Pero cuéntame, ¿Qué favor puedo hacerte yo?

—Estuve platicando con Ismael...

—¿Acerca de cómo terminar el trabajo, me imagino?—Interrumpió Lor intensamente.—¿Tienes alguna idea?

—No señor.—Dijo Eliz apenada.—Mi motivo no es sobre el trabajo.

—Entonces ¿qué?—Preguntó un poco irritado.—¿Qué más puede interesarte que mi sanación?

El vampiro se sentó y comenzó a observar para intimidarla, claro estaba que aún conservaba su esencia de ser oscuro.

—Quiero pedirle que me deje salir de su casa, quisiera ir a ver el pueblo, conocer a la gente, tener una vida diferente.

—¿Pero qué dices?—Se exaltó al oir eso.—¡Si aquí tienes todo lo que puedas pedir. Eres una desagradecida, planeas abandonarme después que por mi estas viva y tienes donde vivir!

—No señor, yo le agradezco...

—Entonces ¿a qué viene eso?— Interrumpió Lor.—Tu deber es aquí, ayudándole a Ismael. No voy a permitir que te vayas.—Se levantó de su asiento.—¡Lárgate de aquí!

Eliz rompió en llanto y salió corriendo hacia su habitación dejando al vampiro nuevamente solo. Pero él, al verla salir tocó su pecho en la zona de su corazón y después tomó con ambas manos su cabeza, algo raro había sentido.

Historia desarrollada en la habitación de Ismael

El silencio estaba presente en esta habitación, Ismael concentrado en reforzar su trabajo, no hacia más que pensar y concentrarse en su misión. Pero Eliz llegó corriendo interrumpiendo todo y con gran llanto abrazó a Ismael.

—No me permitió irme, dice que tengo que ayudarte a terminar el trabajo.

—¡Hay niña! No puedo verte llorar ni mucho menos que se vea desperdiciada tu vida aquí como la mía.—Tomó una mochila.—Ten, estas son tus cosas.—Trataba de evitar mirar a Eliz.—Tú eres más que una amiga para mi por eso quiero tu felicidad. Yo sabía que el vampiro no te dejaría así que planee tu escape. Usarás la puerta por donde yo  salía a pasear esta justo debajo de esta habitación y aprovecharemos que nadie la vigila porque todos están buscando el artefacto final del trabajo. Así que anda, no pierdas tiempo.

—Gracias, pero ¿no te meterás en problemas?

—El trabajo está por finalizar. Él no me dirá nada. Anda no quiero despedirme, vete ya.

Eliz bajó las escaleras de aquella habitación. Lo hizo acompañada de Ismael quien abrió la puerta lo menos ruidoso posible y después de un abrazo ella se fue corriendo con una gran sonrisa y lágrimas de felicidad.

Historia desarrollada en la habitación de Lor

—¡Han pasado 10 minutos desde que mandé llamar a Ismael para un asunto muy urgente! ¿Por qué no viene?

Ismael controlando la respiración entró en la habitación.

—Calma, estoy aquí ya.

—Hola mi querido amigo.—Dijo contento.—Dime algo, buscamos un corazón puro ¿Verdad?

—Si señor.

—¿Qué posibilidad hay que en el estado en que me encuentro sea capaz de sentir un corazón puro humano?

—Todas.—Dijo desconcertado.—A pesar que te hiciste viejo y débil, tienes la esencia de vampiro. Esa naturaleza para elegir bien a la víctima y por ende saber quien tiene un corazón puro.

—Entonces querido amigo, debo decirte que lo he encontrado.

—¿Qué?, ¿dónde?

Lor se levantó muy emocionado y se acercó a él, mandó a llamar a un par de hombres más.

—Tu asistente, esa niña estuvo aquí y desde que entró lo sentí en ella, pero quise saber si mis instintos aún funcionaban, pero ahora que sé que es verdad.—Se dirigió a sus hombres.—¡Pronto, traigan a esa niña!

—Ya fue mi compañero señor pero me dice que no está ahí.—dijo el guardia.

—¿Cómo que no?—Volteó a ver a Ismael.—¿Dónde está ella?

—Bueno yo...—Tartamudeó un poco.—La he dejado ir.

—¡Estúpido!—Lo golpeó tan fuerte que lo dejó en el suelo.—¿Cómo pudiste hacer eso?—Dirigió la palabra a sus hombres.—¡Rápido vayan por ella, no debe estar lejos!

Los hombres restantes salieron en busca de la pequeña Eliz, mientras tanto Lor esperaba emocionado consciente que no podía salir él mismo. Dió la vuelta y decidió esperar. Mientras tanto Ismael se reponía y se levantó poco a poco tocándose el ojo izquierdo que aún le sangraba. Salió de la habitación para no sufrir otro ataque del vampiro.