La Muerte De Lina

En la mañana no tuve estómago para desayunar, en el autobús iba tan molesta que discutí con el chófer porque no me dejó cerca de la parada.

Abrimos la tienda y fui directo a la bodega para hacer la limpieza del piso, otra de mis compañeras me ayudaba, salíamos las dos y limpiaba el piso.

Yo tenía la vista en el piso cuando vi unos zapatos costosos frente a mi.

Ahí estaba el tipo, alce la mirada, lo miraba con odio.

Espero una disculpa, dijo sonriendo.

Al muy idiota se le hacía divertido humillarme.

Debe disfrutar mucho humillar a las mujeres, dije enojada.

Si lo disfruto, dijo serio.

Metí la mano a mi bolsa sentí mi navaja, estaba apunto de sacarla.

Mira niña, no disfruto humillar a la gente, pero creo que deberías de ser más amable con los clientes, tal vez a ti no te importa este negocio, porque solo trabajas aquí, pero los dueños son personas que llevan años trabajando duro para lograr esto que ves ahora.

Yo no te falte el respeto, ni te estaba coqueteando, creo que eres algo exagerada, no me conoces para que me acuses de algo tan tonto, no voy a negar que eres bonita, pero tu carácter es horrible y eso te hace una mujer horrible.

Yo soy horrible, pensé.

Muy bien, no te disculpes, solo quería aclarar las cosas contigo y espero mejores tu actitud, decía alejándose de mi.

Me quedé sorprendida, el me dijo que soy horrible. Y se preocupa por los dueños, no entiendo nada, pensaba.

Mi compañera se acercó.

El señor Nicolas es un gran hombre, todas sus modelos hablan maravillas de el, todas quieren salir con el pero el no sale con modelos, algunas chicas dicen que tal vez le gustan los chicos.

Carajo, tal vez el no mato a Lina, pensé.

Soy horrible, no dejaba de reflexionar en eso, tal vez si soy horrible, pero no era así, yo era una chica alegre y con muchos amigos, pero desde la muerte de Lina me volví horrible.

Paso una semana y el entraba con otra chica, yo estaba acomodando unos vestidos, se sentó con el celular en la mano no dejaba de escribir la chica tomaba vestidos y me pidió que la ayudara, le dije que si.

Ella me pedía que la ayudara con un vestido que tenia un corset, mientras la ayudaba ella se miraba en el espejo.

Te pareces a alguien que conozco, decía sonriendo.

No creo, dije sonriendo.

¿Que piensas de este vestido?.

Es lindo, pero no te ayuda a mostrar tu cuerpo, creo que si lo quieres para unas fotos deberías de usar algo más ajustado.

Mi comercial será sobre un perfume, pero quería algo como una princesa.

Creo que si tenemos algo, dije sonriendo. Cuando salí del vestidor, el señor Nicolas seguía mirando su celular.

Fui por el vestido, cuando regrese ella me sonrió.

Si me encanta, ¿como te llamas?

Soy Tamara, dije sonriendo.

Gracias Tamara la próxima vez que venga, voy a preguntar por ti.

Se probó el vestido y gritaba de felicidad, yo sonreía.

El señor Nicolas me miró y sonrió.

Cuando salió de la tienda, la chica besaba la mejilla del señor Nicolas.

Al día siguiente mientras acomodaba una playeras el señor Nicolas entro a la tienda, se acercó a la gerente, ella se me acercó.

El señor Nicolas quiere hablar contigo.

Yo estaba helada, ahora que quiere, pensaba.

El estaba mirando su celular y cuando me tenía de frente, me entrego una tarjeta.

Quiero que trabajes para mí, dijo sonriendo.

¿Que, yo?, dije nerviosa.

Si, yo no tengo tiempo de traer a las modelos por ropa, pero nadie de mi equipo quiere lidiar con ellas, como te habrás dado cuenta son muy complicadas a la hora de elegir ropa, necesito alguien que sea amable y las ayude. Te pagaré bien.

Pero ya tengo trabajo, puede mandarlas y aquí las atiendo.

Hay más tiendas, si se anima la espero en esa dirección, el se alejo de mi.

Yo estaba sorprendida, podría trabajar cerca de él, tal vez encuentre pistas, necesito saber que relación tenía el con mi hermana.

Salí del trabajo y le llame a Natalia, tenía que contarle lo que había descubierto, además si algo me pasaba ella tendría pistas.

Hola amiga, contesto Natalia

Ya encontré al hombre de la foto, me ofreció trabajo en su agencia de modelos.

Pero ¿como sucedió?, decía sorprendida

Le conté desde el primer día, ella escuchaba atenta.

Te dijo que eras horrible, decía asombrada.

Si, las chicas de mi trabajo dicen que tal vez es gay. ¿Y si era solo el amigo de Lina?

Y en realidad el no la mato y me mandaron esas fotos porque puede que el asesino esté en ese lugar, necesito investigar más.

Ten cuidado amiga, por favor.

Si lo voy a tener, mañana voy a ir a su empresa para iniciar a trabajar con el.

Me avisas como te fue.

Si claro yo te aviso.

Baje las escaleras para cenar, Gustavo estaba sentado con mi padre en el comedor.

Me quedé en la cocina comiendo un poco de cereal, mi mamá aún sigue enojada conmigo y no me habla.

Gustavo entro y se me acercó.

¿Cómo estás?

Bien, dije sería.

Ya encontramos algunas pistas, sobre el caso de tu hermana, dijo sonriendo.

Si, ¿que encontraron?, dije nerviosa.

Ella tenía una relación con una persona, encontraron en su celular llamadas y mensajes, la policía está rastreando el número pero resulta que el teléfono no le pertenece a nadie y era de esos teléfonos desechables.

Desechables, hay por favor, solo excusas, dije molesta.

Tranquila, encontraremos al asesino, dijo acariciando mi hombro.

Recordé las palabras del señor Nicolas, de que soy horrible, la verdad es que Gustavo nos ha ayudado mucho y yo siempre soy grosera con el.

Gracias Gustavo por todo, dije sonriendo.

De nada linda, dijo sonriendo.

Bueno al menos el piensa que soy linda, sonreí.

Tengo que irme, descansa, dijo dándome un beso en la mejilla.

Pero este beso fue diferente el lo hizo con dulzura.

Gustavo