En una tribu donde los demonios dominan y los humanos son vistos como enemigos, Tae, una joven demonio, es rescatada por Aarón, un humano común y corriente. A medida que sus caminos se entrelazan, surge un amor prohibido que desafía las normas de su tribu. Sin embargo, Alma, movida por la envidia y el capricho, hará todo lo posible por destruir su romance. Entre pasiones desbordadas y secretos oscuros, Tae y Aarón deberán luchar no solo contra los prejuicios de su mundo, sino también contra aquellos que desean separarlos. ¿Podrá su amor sobrevivir en un lugar donde lel romance esta prohibido?
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Capitulo 4
Mia prepara todo para comenzar a cocinar luego de que le dieran la carne de Lobo la corta y prepara con total libertad y de una forma habilidosa.
Mia es buena en el arte de cocinar para su esposo, su hija y algunas veces reuniones en la tribu tal vez la mejor.
—¿Puedo ayudar? —.
A su espalda Aaron le pregunta aquella mujer con la que era capaz de comunicarse con libertad.
Tae no tarda en peguntar lo mismo al ver a Aaron hacer esa pregunta con tanto entusiasmo.
—Claro ¿Sabes cocinar? —.
Aaron responde negando con la cabeza.
Hasta ahora el solo calentaba la comida hasta el punto donde su color cambiaba nunca había hecho lo que hacia ella, cortarla y acompañarla con otras cosas antes de cocinarla.
La atención del joven se la lleva su color de ojos y cabello lo cual es muy llamativo incluso atractivo.
—Es usted muy linda—. Dice Aaron observando su cara.
Mia se sonroja un poco al escuchar esas palabras.
—¿Eh? ¿Yo? ¿Linda? —. Los nervios hacen que responda en la lengua demoniaca y su cara se muestre sonrojada.
Al escuchar eso Tae se molesta y hace pucheros.
—Si es muy linda, todos aquí son muy lindos me gusta su pelo—.
Mia se calma mientras que de mala gana tal vez por que entendió lo que dijo Aaron por la reacción de su madre, Tae decide acercarse.
—¿Qué dijo? —. Pregunta algo molesta.
Mia ve esta reacción de su hija y decide cambiar su estado de ánimo.
—Te dijo linda—. Dice coqueta la madre haciendo que su hija se sonroje.
—¿Eehh? No lo dijo—.
—Si, lo dijo—.
Tae observa a Aaron, el cree que ha dicho un buen cumplido a las dos mujeres del lugar pero de forma astuta Mia lo transforma en algo personal.
Le ha caído bien aquel humano quien no trae ningún tipo de malicia e incluso intenta ayudar.
Ella aparta la mirada sonrojada y sonríe un poco.
—El también es muy lindo—. Dice tímidamente.
Mia le traduce esto a Aaron de inmediato en un gesto de amabilidad para su hija.
Para la sorpresa de Mia él también se sonroja.
Mia cambia a una cara de confusión. "No me digas que realmente le gusta mi hija, no, eso no es posible a los humanos no les atrae los demonios".
"Pero a mi hija parece gustarle... ¿Qué pasaría si ellos..." La mente de Mia comienza a imaginar fantasías.
Fantasías que solo traería desgracias.
Es mejor que sean amigos a algo más, por el bien de la comunidad.
...
Para comenzar se le pide a Aaron cortar la carne mientras Tae lava los cubiertos y Mia los vegetales para luego cortarlos.
Aaron saca una de sus espadas en su cadera para comenzar.
Una muy lujosa espada que no parecía ser forjada por alguien sino sacada de un peligroso laberinto.
Los laberintos son nidos de monstruos donde muchos aventureros van a ellos para cazar y disminuir la aparición de los monstruos sino estos comienzan a atacar las ciudades y tribus cercanas.
Los tesoros pertenecen a valientes aventureros que no consiguieron su objetivo muriendo en el proceso.
Mia expresa un aura de felicidad tarareando con su boca casi en silencio con una sonrisa y meneando sus caderas levemente observa a Aaron por unos segundos para ver lo como esta yendo.
—E-Espera Aaron con la espada no—. Levanta su fina voz soltando los vegetales que lavaba para detenerlo.
—¿Por que no? Mi espada corta bien—.
—Por que tu espada no esta limpia, hazlo con una cuchilla por favor—.
Aaron observa su espada con detenimiento al escuchar las palabras de Mia y es verdad, tiene sangre y suciedad seca en ella.
Tae grita "Terminé" y se ofrece para ayudarlo al joven humano.
Él acepta guardando una vez más su espada en su cadera y Tae toma el control.
De forma algo orgullosa le muestra sonriente la forma de hacerlo y él la imita.
Mia al ver esto se pone contenta, no había malicia en aquel joven en lo absoluto era gentil y algo torpe pero honesto y sincero.
Tae nunca ha sido buena entablando amistad con las personas por ese motivo ver que su primer amigo podría ser un humano hizo que su pecho doliera por la culpa.
...
La comida paso rápido Aaron devorando como un animal todo lo que podía, Mia sirviendo a todos en especial al hambriento humano, Kim junto a su hermano el jefe comieron tranquilamente tal vez observando con atención el comportamiento de Tae quien evidentemente se podía ver a una joven enamorada replicando a Aaron por su comportamiento mientras Mia le traducía.
A la perspectiva de Kim, solo es curiosidad por un humano, algo nuevo para ella, es normal que llame su atención, pronto dejará de hacerlo.
Tae ya cuidaba de los modales de Aaron y este escuchaba sin entender todo lo que decía para luego mirar a Mia esperando una traducción.
Aaron no entendía por que ser educado al comer es solo meter comida a la boca pero no desobedeció las sugerencias o tal vez ordenes de la chica de cabello angelical.
...
Luego, la hora de descansar después de la comida.
Kim pidió que Aaron se quedara con ellos aunque su hermano el jefe le decía que era mejor que fuese con el, pero se decidió que Aaron pasaría la noche en su casa.
Kim se reusó a atender sus heridas ya que no eran graves y eran las marcas que llevaba un guerrero.
Si, Kim lo veía con ojos de igualdad veía a un chico joven, un humano pero capaz de valerse por si mismo.
Mia le suplico que Tae y Aaron durmiesen juntos pero un hombre y una mujer solos... Era algo que llamaba a lo prohibido, algo que no se vió positivo al principio.
Mia remató diciendo que no había mucho espacio y además comenzó a coquetear con él apelando a su lado sexual.
Es hora de dormir solos y tener privacidad.
De esa forma Mia manipulo a Kim, ella sonríe a Tae de una forma coqueta y le dice "Pásala bien".
Tae se ruborizó por su puesto.
Y así la noche comenzó... De una forma muy extraña para Aaron y mucho más extraña para la joven Tae.
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