Tu indiferencia me hizo fuerte. Siempre te dije la verdad y no me creíste. Ahora que lo sabes es tarde, no vengas a pedir una oportunidad porque no la habrá. Los papeles se han invertido, ahora yo soy la indiferente, la poderosa. Ya no soy más LA HIJA DEL JARDINERO
NovelToon tiene autorización de Eleana para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO CUARTO
Y entonces llegué a mis 17 años. Cuánto cambió mi vida a partir de esta edad. Por una parte fue el inicio de mi vida laboral. Decidí crear una empresa, OCEAN GROUP. Había entendido que crear una empresa de diseño iba más allá de crear diseños visualmente atractivos.
Se trataba de comprender las necesidades de los clientes, investigar y analizar el mercado, y desarrollar estrategias creativas para comunicar el mensaje correcto de manera efectiva con mis diseños.
Y yo a mi corta edad lo había entendido y lo quería lograr. Quería que OCEAN GROUP fuera una multinacional líder en el desarrollo, diseño y fabricación de componentes para la industria del automóvil, Para el diseño de moda, urbanismo, audiovisual y todo tipo de diseño en el que mi creatividad me permitiera trabajar.
Tomé varios cursos de diseño con la Universidad Abierta de Londres y llenaba de preguntas a mis profesores. Todos ellos me recomendaban varias fuentes de información y yo aprovechaba todo lo que llegaba a mis manos. También visité varias casas de modas, empresas automotrices y empresas ediles.
Lukas estudiaba administración de empresas por ello se convirtió en mi excelente CEO por excelencia. Como éramos menores de edad, su padre registró la empresa a su nombre. Hicimos un documento donde constaba que cuando alcanzarámos la edad apropiada, él nos devolvería la empresa a nuestro nombre. Cuando eso se hiciera, yo quedaría de incógnito y Lukas sería mi representante legal ante los demás.
Tenía muchas ideas, proyectos. Mi cabeza no descansaba. Aún así, mi prioridad era la de ser una profesional de la medicina. Quería ser la mejor cirujano plástico del país. Pensaba en las personas que no se sienten satisfechas con su nariz, con sus senos, con sus ojos. O también aquellos que por un accidente o por nacimiento, es decir anomalías congénitas, debían corregir cicatrices o desfiguraciones. Si yo les podía devolver la Sonrisa eso sería maravilloso.
En fin, en el momento solo eran sueños de una adolescente humillada, pero con aires de grandeza, tenía la firme decisión de salir adelante, de no ser pisoteada nunca más por aquellos que consideran que ser la hija del jardinero era poca cosa. Cualquier oficio, cualquier empleo es digno de respetar. No vale más el doctor que el jardinero. Todos tenemos dignidad y todos debemos ser respetados.
El otro asunto que marcó mi vida a los 17 años, fue aquello que sucedió el día en que mi padre y toda la servidumbre de la mansión decidieron ir a la playa. Yo también iba a ir, pero en la mañana me dolía un poco el vientre porque seguramente estaba por llegar mi periodo. Así que desistí de ir. Mi padre me suplicó que lo acompañará pero yo no me sentía bien. Al marcharse mi padre me dijo que me quedaría sola pues la encopetada familia también había salido y regresarían en la noche.
Sabiendo que estaba sola, me puse mi short cachetero (un pantalón muy corto que deja ver parte de las nalgas) y un top pequeñisimo que solo cubría mis senos. Recogí mi pelo y limpié mi casita. Al finalizar, tome un libro y fui debajo de un árbol. Allí estiré mis piernas y me concentré en mi lectura.
Más o menos media hora después, sentí unos pasos acercarse y me asusté muchísimo. Me tranquilicé cuando vi que era David. - David qué haces aquí? Te imaginaba con tus padres.
-Hola Sabrina, te hago la misma pregunta. Qué haces aquí? Te imaginaba con los tuyos. Escuché que todos iban a la playa.
-Si, ellos ya se fueron. Yo no fui porque tengo un poco de malestar en el vientre, por eso preferí quedarme. Y tú, por qué no saliste con los tuyos?
- Más o menos por la misma razón que tú. Me dolía un poco la cabeza y preferí quedarme. Desde mi ventana te vi y por eso bajé para conversar un poco contigo. Qué lees?
-El chacal, es un espía francés muy hábil que logra camuflarse tanto que jamás ha sido atrapado. Estoy por finalizarlo.
-Muy interesante. Por cierto, estás muy sexy. Tienes una hermosa figura, lo sabes? Nunca te había visto vestida así.
-No me hagas ruborizar David. Me puse así tan cómoda porque pensé que estaba sola. De haber sabido que tú estabas, no salgo de mi casita.
-Pues me hubiera perdido el placer de admirarte. Qué quieres hacer Sabri, tenemos todo el día solos para disfrutarlo. Qué propones?
-Pues, no sé. Lo que tú quieras.
-Quieres ver una película? Tengo una TV pantalla gigante en mi cuarto. Tú escoges la película y preparas las palomitas de maíz. Y yo subo una botella de un buen vino. Te gusta mi excelente plan?
-Sii, por qué no!!!
-Entonces no se diga más, vamos.
David me toma de la mano y entramos a la mansión. Mi corazón no cabía de la dicha. Pasar todo un día a solas con él era algo que jamás podia imaginar. Preparé las palomitas de maíz y fui a su cuarto. Él estaba sobre la cama y en la mesita de noche había puesto una botella de vino y dos vasos.
Me senté a su lado sobre la cama, elegimos la película y empezamos a tomar vino como si fuera agua y a comer de las palomitas de maíz. Luego de un rato, David ya no miraba más la película. Pasó un brazo sobre mis hombros y me acercó más a él. Yo no me cambiaría por nadie en ese momento. El hombre que toda mi vida había amado, me estaba abrazando, estábamos tan junticos. Esto era mejor que cualquiera de mis sueños. Era la realidad, no una fantasía.
No sé en qué momento sucedió, pero lo cierto ahora era que David me estaba besando muy apasionadamente. Mi primer beso. Aunque yo estaba embelesada, embobada, no me atrevía a tocarlo. Cuando sus ardientes besos empezaron a bajar a mi cuello, elevó mis brazos y en un segundo sacó mi top por encima de mi cabeza.
Oh Dios, comenzó a besar mis senos desesperadamente. Me quitó mi short y mis pantys y no paraba de besarme por todas partes, incluyendo mi zona íntima. Nunca yo podía imaginar el placer a esta máxima expresión. No quería que se detuviera. En algún momento me sentí estremecer y una corriente eléctrica me atravesó el cuerpo y empecé a convulsionar. Mi primer orgasmo.
David se posicionó sobre mi luego de quedar desnudo y entró en mi. Al inicio dolió pero luego todo fue placer. A pesar de la intimidad que estábamos manteniendo, nunca lo abracé ni lo toqué. Sentía vergüenza. Mis manos permanecieron al lado de mi cuerpo, aferrándome con fuerza a las sábanas.
Luego de terminar David no dijo nada, permaneció sobre mí. No quería que este momento terminara ni que él se hiciera a un lado, pero por el temor de ser sorprendidos por alguien, le pedí que me dejara levantar para vestirme y regresar a la casita. Entonces me dijo. - Perdóname Sabri, te vi tan hermosa desde mi ventana que no me pude controlar.
Aún sobre mi, busqué la mirada de David para decirle que todo estaba bien. Que los dos así lo habíamos querido, pero que quería irme porque estaba Temerosa de que Llegara alguien.
Él me volvió a besar con tanta pasión que volvió a hacerme el amor.
-Eres hermosa Sabri, esto que sucedió hoy entre nosotros nunca lo voy a olvidar. Ven, te ayudo a vestir.
Me ayudó a levantarme y él mismo me vistió. Cerró el cierre de mi short y acomodó bien mis senos dentro del top. Me tomó la mano para salir, entonces miré hacia atrás y le dije, David la cama está manchada.
-Ya lo resuelvo. Tomó el vino y lo vertió sobre las sábanas.
Vamos, así las del servicio no se darán cuenta.
Al llegar a la puerta de la mansión me besó, me dio un fuerte abrazo y yo salí.