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Before You Leave

Before You Leave

Status: En proceso
Genre:Romance / CEO / Dejar escapar al amor / Romance de oficina
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Michelle Durán

Sofía Alcántara, una chica llena de traumas por su infancia difícil trata de lidiar con su vida diaria, sin embargo, por parte del trabajo tiene que viajar a un nuevo país, lugar donde conoce a un chico en un bar y terminan pasando la noche juntos, sin saber que se lo encontraría al día siguiente... ¡en su trabajo!

NovelToon tiene autorización de Michelle Durán para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Torrente de recuerdos

-Mi niña, tienes que ser fuerte, ¿puedes prometerle eso a mamá? - preguntó hincada en el suelo con lágrimas en los ojos

-Si mami, te lo prometo, seré una niña fuerte y cuando crezca, ya no viviremos así, te haré una mamá muy feliz- dije con una sonrisa, tratando de hacer sentir mejor a mamá

-Muy bien mi niña, así se habla- me respondió mientras me abrazaba.

...****************...

El recuerdo vino a mi mente de golpe, sin embargo, en ese momento rompí mi promesa, el miedo que había sentido toda mi infancia estaba de regreso solo al ver aquella silueta.

Y entonces volteó, posó su mirada sobre mí y me derrumbé.

No era él, no había posibilidad, pero me congelé instantáneamente. Me reí mientras las lágrimas corrían por mis mejillas, la vida tenía un pésimo sentido del humor.

Me sequé las lágrimas con las manos y me dirigí a la parada del transporte urbano y esperé hasta que llegó el que tomaría para llegar a casa. Cuando subí, tomé asiento y en seguida me coloqué los audífonos, busqué en mi playlist alguna canción y en seguida se reprodujo. Así, avanzó mi viaje lleno de la voz de mi poderosísimo José José hasta que llegué a mi destino.

Abrí la puerta de mi casa y entré, me quité los zapatos y los dejé en la zapatera, me dirigí a mi habitación y me quité la ropa del trabajo para cambiarla por algo más cómodo. Me acosté en la cama y volví a reproducir mi playlist, así me quedé observando el techo un buen rato, hasta que llegaron recuerdos de mi mamá.

No había día en donde no la extrañara, la necesitaba conmigo, si bien había aprendido a ser un adulto independiente, no quitaba el hecho de que mi niña interior seguía herida por tal abandono; mi abuela se había encargado de mí después de aquel día, y desde entonces había hecho de todo para que llevara una vida, en lo que cabe, normal, como cualquier puberta de secundaria, en donde lo que te preocupa es la apariencia, encajar en algún grupo popular y sobrevivir a los prejuicios de la sociedad, sin embargo, no fue así. Hasta muchos años después en la universidad, cuando por fin logré avanzar en mi vida académica por una profesora que era psicóloga, pero también había estudiado derecho y enseñaba en la facultad donde estudié. Gracias a ella me pude graduar con buenas calificaciones, ya que el trauma que tenía no me dejaba sobresalir, así que un día me citó en su consultorio y tuvimos una larga plática; nunca había hablado con nadie acerca de lo que había vivido, ni siquiera con mi abuela, pues el tema se había zanjado desde el principio y ninguna quiso mencionar el tema. Al rededor de dos años estuve terapia tras terapia, hasta que, no olvidé, pero sí acepté que nada de lo que había pasado era mi culpa, pues apenas tenía 12 años.

No era mi culpa el que mi mamá no tuviera el valor de salir de esa casa y aguantar al tipejo con el que se casó, no era mi culpa que ella fuera una adulta rota y me arrastrara consigo, no era mi culpa que al final no aguantara el dolor y terminara con su vida...

Aún puedo recordar cada detalle de lo que vi. Recuerdo como entré a la recámara de mi mamá después de que llegué de la escuela y no la encontré, así que entré al baño para verificar si estaba; recuerdo verla tirada en el piso, y también puedo recordar el frasco de pastillas que había caído después de que mi mamá perdiera las fuerzas para sostenerlo. Recuerdo que me tiré al piso con ella para sacudirla para que despertara, y también recuerdo que nunca abrió los ojos.

Después de eso, como si mi ángel guardián hubiera llamado a mi abuela, ella apareció justo en el momento en el que entré en shock y no supe qué hacer más que llorar a mi mamá mientras la abrazaba. Mi abuela al escucharme corrió hacia mí, y solo pude ver como se llevaba las manos a la boca para evitar hacer algún ruido, se agachó a mi altura y nos abrazó. Estuvimos así casi media hora, hasta que mi abuela llamó a la ambulancia y a la policía; media hora después, mi casa se llenó de personas que entraban y salían. A mi mamá lo único que pudieron hacerle fue subirla a la camilla y taparla de pies a cabeza para después subirla a la ambulancia, según los paramédicos, había que llevarla a la morgue para determinar la hora y la causa de la muerte, y luego hacer todo el papeleo para el acta de defunción junto con la organización de la ceremonia funeraria. En lo que se llevaban a mi mamá, los policías nos tomaron declaración y ahí dije todo lo que sabía, para cuando me di cuenta, ya nos estaban llevando al hospital para el resto del proceso, y pude darme cuenta de que estaba oscuro. No me había fijado de la hora y ni siquiera me fijé que no había comido más que un sándwich de jamón y queso en la mañana, sándwich que me preparó mi mamá. Para cuando llegamos a la recepción del hospital, mis tripas ya rugían por el hambre, pero no dije nada, no había tiempo ni ganas.

Pasaron como dos horas en las que los doctores entraban y salían y las enfermeras llenaban el lugar, así como familiares esperando noticias con la esperanza de que fueran buenas, y a lo lejos visualizaba de vez en cuando a mi abuela hablando con una enfermera, mientras veía como esta anotaba todo en una bitácora. Después de una hora pensando en todo, y nada a la vez, mi cabeza se iluminó y por fin noté la ausencia de Francisco, mi padrastro, no lo había visto desde hoy en la mañana antes de irme a la escuela, recuerdo que se quedó discutiendo con mi mamá por el desayuno que no le había gustado y los platos habían terminado en el piso. Era lo mismo casi todos los días, debería haberme acostumbrado, pero nunca lo logré nadie puede acostumbrarse a ver como maltratan a una persona que amas. A mis 12 años entendí lo cruel que puede ser la vida, pero nunca entendí por qué nunca nos fuimos de esa casa, tal vez, si nos hubiéramos marchado, aún tendría a mi mamá junto a mí, y podríamos ser felices, justo como se lo prometí un día, pero no me lo permitió.

Después de eso, las autoridades quisieron llevarme a un centro para niños huérfanos, y ahí me quedé un tiempo, hasta que por fin le dieron mi custodia a mi abuela, recuerdo ese día porque justo cumplí mis 13 años, y como celebración, mi abuela me preparó espagueti, era todo lo que se podía permitir, pues no sé de donde sacó para pagar todos los gastos del funeral y el hospital.

Han pasado ya 16 años desde ese entonces, bueno, casi, en dos meses es mi cumpleaños y siempre voy a casa de la abuela para festejar juntas, y de manera tradicional me prepara mi espagueti, aunque con el paso de los años ya nos podemos permitir una proteína y un pastelito.

...----------------...

Solté un suspiro y revisé mi celular, ya eran las 8 pm, así que me levanté y fui a la cocina, me preparé unas quesadillas con chocolate caliente y me senté a ver una serie.

Una hora más tarde, sonó mi celular, era un mensaje de la señora Noriega:

"Buenas noches, abogada, disculpe la hora, pero quisiera saber cuando me atenderá, mi esposo me ha estado marcando todo el día y me mandó varios mensajes para que nos veamos y reconsidere el divorcio, esta situación está rebasando mi límite"

Después de leerlo, en seguida le respondí:

"Buenas noches, señora Noriega, disculpe por dejarla abandonada mucho tiempo, he estado algo ocupada, sin embargo, había pensado agendar una reunión con usted esta semana, si le urge mucho, mañana mismo podemos reunirnos a la hora que usted prefiera, estaré en la oficina, sólo avíseme para estar pendiente."

-"Muy bien abogada, la veo mañana entonces al medio día. Muchas gracias."

Leí el mensaje y di por finalizada la conversación. Me quedé un rato más en la sala hasta que me dio mucho sueño y apagué la televisión. Me lavé los dientes y me recosté lista para dormir. Mañana será otro día, y mientras tanto, espero no tener ninguna pesadilla esta noche.

1
Angela Sh
me encanta la novela bendiciones
Michifus: Muchísimas gracias, lo hago con mucho cariño, espero seguirla viendo por aquí!
total 1 replies
Michifus
¡Gracias! 🫰
Lalula09
Necesito más 😍
Michifus: ¡Muchas gracias! 🫰
total 1 replies
Channa Lotus
Sorprendente cap
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